El retablo de los Santos Juanes de la Iglesia de San Juan Bautista de Estella es uno de los mejores retablos de Navarra, y el de más valor artístico de Estella.
El retablo, con elementos tanto platerescos como romanistas, está dedicado a los Santos Juanes: San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Los autores fueron Pierres Picart, Juan de Beauves y Juan Imberto I y fue realizado en la segunda mitad del siglo XVI.
El retablo de los Santos Juanes tiene más de medio centenar de figuras. En lugar central se representan juntos a San Juan Bautista y a San Juan Evangelistas. Llevan los atributos habituales: el Bautista el Cordero y el Evangelista el águila.
A los lados vemos escenas del martirio de los santos. A la izquierda el momento de la decapitación del Bautista con Salomé observando la escena. A la derecha el momento en que San Juan Evangelista es echado a un caldero de aceite hirviendo en la ciudad de Roma. Una curiosidad: muchos creen que San Juan Evangelista murió víctima de este martirio al ser esta representación iconográfica bastante habitual. No fue así. Según la tradición cristiana San Juan Evangelista se salvó milagrosamente de este brutal castigo y murió de viejo, por lo que no es un santo mártir.
Sobre los Santos Juanes vemos al Bautista en el momento de bautizar a Cristo y encima, un Calvario. Corona el retablo un San Miguel.
Santos y santas rodean completan el retablo representados en esculturas de gran calidad. Aquí no vemos las expresiones exageradas ni excesivamente trágicas que luego veremos en el Barroco. Aquí impera el influjo del clasicismo romanista. La influencia de Miguel Ángel queda patente en la representación anatómica de los desnudos, con detalle preciso de los músculos. Esto lo vemos, por ejemplo, en los cuerpos de Cristo y el Bautista, en el San Juan Evangelista escaldado en el caldero o en el hercúleo verdugo de San Juan Bautista. Pero es en la Piedad que está a la derecha del retablo donde el tratamiento anatómico sólo puede calificarse de magistral.
Allí vemos a la Virgen de pie junto a Cristo, abriendo los brazos como preguntándose el por qué de la muerte de su hijo. Al mismo tiempo, su mano derecha señala hacia la cabeza de Cristo. Parece indicarnos, a los espectadores de la obra de arte, el sacrificio inmenso realizado por Cristo para nuestra salvación. Los ojos de la Virgen están hinchados por las lágrimas vertidas. Sus mejillas sonrosadas contrastan con la blancura cadavérica de Cristo. El cuerpo de Cristo es un alarde de virtuosismo en la representación de la anatomía humana. Los músculos de los brazos siguen hinchados aún después de la muerte por la tensión terrible de la Cruz. El torso tiene la precisión de aquellas esculturas que los griegos hace más de 2.000 años crearon y que se son, aun hoy, el ideal de belleza clásica.
El retablo de los Santos Juanes hay que verlo con detenimiento. Cuanto más tiempo le dediquemos más y más detalles nos llamaran la atención. Puede que nos sorprenda el equilibrio del conjunto, plenamente renacentista. O quizás nos sorprenda el contraste acertado de los colores de los ropajes con la blancura de la piel y con el dorado de la arquitectura del retablo.
La visita de esta magnífica obra de arte es un tanto complicada, ya que la Iglesia de San Juan, aunque está en la plaza principal de Estella, suele estar cerrada y abre sólo para las misas. Además en muchas ocasiones las misas se dan en una capilla que no da acceso al templo, por lo que lo mejor es consultar con antelación en la Oficina de Turismo (teléfono: 948556301).
Es recomendable llevar unos prismáticos si queremos apreciar todos los detalles y figuras del retablo. Y es que el retablo de los Santos Juanes es un completo museo de la mejor escultura renacentista de Navarra.
© Julio Asunción. e-mail: julioasuncion@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario