LA LIBRERÍA DE LA ESTAFETA Y EL RELOJ DE LOS SANFERMINES


En un tiempo en que la cultura parece tener una importancia secundaria en la sociedad de las prisas y de lo inmediato, es una necesidad mencionar a aquellos valientes que, desde su trabajo diario, se dedican a fomentarla. Este es el caso de Carmelo, dueño de La Casa del Libro, más conocida como La librería de la Estafeta. Es una de las librerías más antiguas de Pamplona. Carmelo lleva toda su vida vendiendo periódicos y libros. De chaval voceaba por las calles de Pamplona repartiendo periódicos. Y hoy, años después, sigue repartiendo noticias y cultura entre los pamploneses.

Carmelo atendiendo a unas clientas
Un oficio que le viene de lejos. Fue en los años 30 del siglo XX cuando su abuelo abrió la primera librería en la calle Eslava. ¡Qué tiempos aquellos! La librería era al mismo tiempo almacén de sal. Desde entonces, y ya casi va a hacer un siglo, la familia de Carmelo se ha dedicado a su librería.
La Casa del libro en su emplazamiento de la calle Estafeta
En 1943 La Casa del Libro se trasladó a su actual emplazamiento, el número 36 de la calle Estafeta, la calle más conocida de Pamplona. Carmelo, como no podía ser de otra manera para quien se ha ganado la vida en la calle donde miles de mozos huyen de los astados cada mes de julio, siempre ha sido sanferminero y ha vivido la gran fiesta de Pamplona con pasión.

Carmelo con su abuelo en la puerta de la librería

Este amor por Pamplona y los sanfermines, ha llevado a Carmelo, sin quererlo, a ser el librero más famoso de Navarra. Todos los que vivimos aquí recordamos el reloj que marcaba la cuenta atrás de los sanfermines, que se encontraba al final de la calle Estafeta, en la tienda de Kukuxumusu. Siempre que pasábamos por Estafeta lo mirábamos para ver cuanto tiempo faltaba para el chupinazo. Al mismo tiempo, ese bailar de los números en esa rítmica cuenta atrás, nos hacía recordar los buenos momentos pasados durante las fiestas. "Ya falta menos" decíamos para nuestros adentros.

El reloj de los sanfermines en la Librería de la Estafeta


El reloj se había convertido en el más famoso de Pamplona junto al del Ayuntamiento que marca el disparo del cohete que inicia las fiestas. Tras el cierre de Kukuxumusu el reloj languidecía en un almacén y esa cuenta atrás tan ilusionante para muchos se había parado. ¿Para siempre? Carmelo, que lleva los sanfermines en la sangre, no podía consentirlo. Tuvo la genial idea de no dejar que se perdiera esta tradición.  Y así fue como se decidió a comprar el reloj que muchos echaban en falta pero que nadie se decidía a rescatarlo y que, de no ser por Carmelo, podía haber acabado en una planta de reciclado de basura tecnológica. Y ahora, el reloj de los sanfermines, vuelve a lucir en la fachada de su librería. Y vuelven los grupos turísticos a pararse ante el reloj mientras los guías explican su historia y lo que significa.Y los de aquí volvemos a murmurar mientras pasamos por estafeta: "Ya falta menos".


El reloj se parece a esos relojes, más pequeños, que salen en las películas y que marcan la cuenta atrás de una bomba. Creo que es una buena comparación. El reloj de La Librería de la Estafeta activa también una explosión. La explosión de alegría que invade a paisanos y visitantes y que ya mencionó Hemingway cuando paseaba por Pamplona y fue testigo del comienzo de los sanfermines. No sería de extrañar que el gran literato que tanto hizo por difundir el conocimiento de la fiesta en el mundo, entrara más de una vez en La Librería de la Estafeta a comprar el periódico o algún libro con el que entretenerse entre copa, celebración y encierro.
Por todo esto, la Casa del Libro, La librería de la Estafeta, la librería de Carmelo, es más que una librería. Ha pasado a ser parte de la historia de Pamplona. Una historia más humilde, que no habla de reyes, de guerras ni de política, pero que no por eso deja de ser importante.
Si visitamos la librería allí nos atenderá amablemente Carmelo. Si mencionamos lo del reloj, modestamente le quitará importancia. Como dice Carmelo lo ha rescatado porque es propiedad de todos los pamploneses.
Y es que no podían dejar de latir esos números rojos, color tan navarro y tan sanferminero.
Me despido de Carmelo. Tiene trabajo. Los clientes no dejan de entrar en la librería. Mientras salgo pienso que Carmelo es un ejemplo. Un ejemplo de como desde el humilde trabajo diario y desde el amor a la tierra y a las tradiciones se puede ser y hacer Pamplona.

© Julio Asunción


SEPULCRO DE DIEGO LÓPEZ DE HARO Nájera


En este artículo quiero aportar mi pequeño granito de arena al recuerdo de un gran guerrero. Diego López de Haro fue uno de aquellos caballeros cristianos que se enfrentaron en un inolvidable día del verano de 1212, en Las Navas de Tolosa, a las tropas sarracenas del Miramamolín Al-Nasir. En otros artículos de este blog ya he hablado de la batalla, y, especialmente, del rey navarro Sancho el Fuerte que junto con Pedro II de Aragón y Alfonso VIII de Castilla formaron una gran alianza para crear un ejército que pudiera oponerse a las que se creían invencibles tropas del califa. Las Navas de Tolosa es una de las batallas más importantes de la historia de España. Cambió la historia de la Península Ibérica. Es una de las batallas sobre las que más se ha escrito.
A menudo sólo se recuerda a los tres monarcas que tuvieron el acierto de olvidar temporalmente sus rencillas y unirse para vencer al ejército Almohade. Pero no sólo fueron los tres reyes los que posibilitaron tan crucial victoria. Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo, fue el cerebro de la cruzada de Las Navas. El fue el que llevó la organización de tan magna empresa. Del lugar donde se encuentra hoy su sepulcro, un tanto olvidado desgraciadamente, ya escribí este artículo:
Pero otro de los héroes de las Navas fue Diego López de Haro, segundo señor de la casa de Haro y quinto señor de Vizcaya. Este najerense, mano derecha de Alfonso VIII, dirigió a las tropas castellanas en la batalla. De hecho, fue el que inicio las hostilidades contra la línea de frente sarracena en ese histórico día. Hay que destacar el hecho de que, mientras los reyes esperaban su momento para actuar en la fase final de la batalla en la retaguardia, Diego López estuvo en todo momento encabezando a la caballería pesada de Castilla. Durante todo el transcurso de la batalla estuvo luchando y exponiendo su vida en la vanguardia, en lo más duro de la refriega. Junto a él estaban varios de sus familiares que seguían al jefe de la casa de Haro. Así, tanto Diego López de Haro como Rodrigo Jiménez de Rada aparecen junto a los tres reyes en el mejor monumento que se ha levantado en homenaje a los principales héroes de las Navas:

- Monumento a la batalla de Las Navas de Tolosa. La Carolina. Jaen 
Pero, por otra parte, la dictadura de lo políticamente correcto hace que hoy no sea popular hablar de batallas ni de guerreros por si alguien se siente ofendido. Como verás este no es mi caso. Creo que las batallas que jalonan nuestra historia son hitos clave que abrieron las puertas del destino que nos ha llevado a ser hoy lo que somos. Y Diego López de Haro colaboró a abrir una de esas puertas en el campo de batalla de Las Navas aquel 16 de julio de 1212.

En otros ámbitos parece que se quiere quitar importancia a estos guerreros que en su día lucharon, entre otras cosas, por la civilización occidental a la que pertenecemos. Así pasa con Diego López de Haro. Visité el otro día el Monasterio de Santa María de la Real de Nájera. Nájera fue la capital del reino de Navarra cuando todavía se llamaba reino de Pamplona. En el monasterio están enterrados varios de los reyes navarros. Y allí, en el claustro de los caballeros, está el mausoleo de Diego López de Haro. Junto al sepulcro se encuentra el de su mujer Toda Pérez de Azagra, hija del señor de Estella. Un cartel junto a los dos sarcófagos explica de manera sucinta la semblanza de los personajes. Y curiosamente se habla más de Toda que del famoso guerrero. Algo parecido me pasó en el Monasterio de las Huelgas. Allí, la guía ni siquiera mencionó la batalla de Las Navas cuando estábamos junto al sepulcro de Alfonso VIII, el principal promotor de la histórica batalla.
El sepulcro de Don Diego López de Haro en el claustro de los Caballeros de Nájera

Por eso me decidí a escribir este artículo. Has de saber que, cuando visites Nájera, allí, en el claustro de los Caballeros, descansan los restos de Don Diego López de Haro, uno de los nobles y guerreros más importantes de la Edad Media hispana. Participó en dos de las más famosas batallas de la Reconquista: Alarcos, donde sufrió el descrédito de la derrota y las Navas de Tolosa, donde borró toda tacha sobre su persona y grabó su nombre con letras indelebles en la historia.
Antiguamente la corporación municipal de Nájera acudía ante el sepulcro de Diego López de Haro para que, simbólicamente, el señor de Haro ratificará las elecciones de los cargos. Le preguntaban tres veces si estaba de acuerdo y ante su silencio se aplicaba el “quien calla otorga”. Así Diego desde su tumba autorizaba los nombramientos. Era una muestra de respeto de los najerenses hacia su paisano más apreciado.
Por eso, me sorprendió, que en todo Nájera no hubiera una escultura conmemorativa dedicada al noble guerrero. El ayuntamiento, la histórica villa de Nájera, debería apuntarlo en su agenda.
Con respecto al sepulcro, ha sufrido el maltrato del tiempo. El monasterio sufrió la desamortización del siglo XIX con los daños que trajo al patrimonio en toda España. También podemos ver que la cara de don Diego está estropeada. Esto se debe a que el monasterio fue utilizado como cuartel por los franceses durante la Guerra de la Independencia. Los soldados se dedicaban a hacer prácticas de tiro con las esculturas. Habría que ver si esos soldados hubieran sido tan valientes con don Diego en vida. Don Diego, como hombre de armas, tenía que seguir mostrando sus cicatrices aun en su bulto funerario.


El rostro de la estatua funeraria de Don Diego López de Haro

Tanto el sepulcro de don Diego López de Haro como el de su mujer Toda son góticos. En el frente del sepulcro de Don Diego podemos ver el cortejo fúnebre. Allí aparecen clérigos, nobles, damas y caballeros en torno a la tumba que luce los lobos que representaban a la casa de Haro.


Detalle del sarcófago de Diego López de Haro

Sobre el sepulcro del guerrero vemos el escudo de los Haro. Volvemos a ver los lobos campean en el escudo. A partir de Las Navas de Tolosa los lobos se representaron con corderos atrapados en sus fauces. Es una alusión al valor de los lobos-Lope en la batalla y del botín conseguido tras la victoria.
Escudo de la casa de Haro
Orgulloso de su participación en Las Navas no sería de extrañar que a Don Diego le hubiera gustado aparecer en el frente de su sepulcro sobre su caballo, y, a su lado, los guerreros que le acompañaron en Las Navas.
Podemos ver que la tapa del sepulcro es algo más grande que la caja gótica. Es posterior, del siglo XVI. Con este sepulcro ocurrió lo mismo que con los de los reyes y reinas que están enterrados en el panteón real. En el siglo XVI se decidió sustituir los antiguos sepulcros por estatuas de bulto redondo al estilo de la época. De la misma época es el arcosolio que enmarca las tumbas.
La tumba de Diego López de Haro se encuentra en un marco incomparable como es el bellísimo claustro de los caballeros, verdadera joya de la arquitectura que combina de manera admirable el gótico de las bóvedas con el plateresco de las tracerías.
Diego López de Haro murió en 1214, dos años después de Las Navas. Semanas después falleció Alfonso VIII. El rey Alfonso sintió hondamente la pérdida de su leal y valiente vasallo.
Cierran el monasterio y ha llegado la hora de dejar descansar a a Don Diego. Los visitantes siguen recorriendo la bonita e histórica localidad de Nájera. ¿Quién sabe lo que pasa en el monasterio cuando todos se van? Quizás los espíritus de caballeros, reyes y reinas salgan de sus tumbas y deambulen por la iglesia y por el claustro de los Caballeros. Quizás le pidan a Don Diego que les vuelva a contar la batalla de Las Navas, de cómo azuzó su caballo el primero contra los sarracenos, a cuántos enemigos hizo caer o cómo celebraron la victoria los cristianos.
Mientras tanto, ya fuera del monasterio, voy a tomarme algo. Mis pasos me llevan hacia el río. Y, cuando paso junto al bar Las Ocas veo una pintura sobre la pared, junto a la puerta de entrada al bar. Allí aparece un cruzado y, junto a él, el siguiente texto: “Heredero del único cielo, vuelve el valiente cruzado, del sol, el rostro tostado y tinto Rioja en acero. Y las lunas dominadas de los infieles cautivos, mil caballos, mil victorias, mil cimitarras ganadas. “ No me cabe duda que ese guerrero con la cruz en el pecho y cubierto con cota de malla es Don Diego López de Haro, najerense y señor de Vizcaya.


Pintura mural en el bar Las Ocas




© Julio Asunción

ALCÁZAR DE NÁJERA


Nájera, uno de los pueblos más importantes y poblados de La Rioja, durante un tiempo fue parte del reino de Navarra. No sólo parte, sino la capital del reino. Entre los años 923 y 1076 el reino de Pamplona, precedente del reino de Navarra, se convirtió en la corte principal del reino. García Sánchez I fue el primer rey de Pamplona-Nájera. Con el traslado de la capitalidad del reino se fijaban los avances de la Reconquista en la zona, que habían empezado con el padre de García Sánchez, Sancho Garcés I. El reino de Pamplona, el reino pirenaico, había cruzado el río Ebro para quedarse, tras haber empujado a los sarracenos hacia el sur.  Varios de los reyes que vivieron en Nájera están enterrados en el conocido panteón real del Monasterio de Santa María de Nájera.


Prácticamente todos los que visitan Nájera realizan la imprescindible visita al monasterio que es el principal monumento de la localidad. Pero no son tantos los que se acercan a contemplar el lugar donde vivieron estos reyes. El Alcázar de Nájera fue en origen una fortaleza musulmana. Una vez tomada, también fue corte de los reyes navarros.
El alcázar se encuentra a tan sólo cinco minutos andando del Monasterio de Santa María. Desde el año 2002 se han realizado varias campañas arqueológicas que han sacado a la luz las recias defensas del alcázar además de piezas arqueológicas que podemos contemplar en el museo arqueológico de la localidad, el Museo Najerillense, que se encuentra junto al monasterio.


Detalle de los restos del Alcázar de Nájera

Hoy del Alcázar quedan parte de los muros que afortunadamente se han consolidado. No sólo el antiguo alcázar ha sufrido el paso del tiempo. Fue reformado por los Duques de Nájera en los siglos XV y XVI para convertirlo en su residencia. Además en 1520 fue cañoneado por los comuneros que arrasaron la ciudad. Pero estos humildes muros en su día fueron fortaleza y palacio de los reyes de Navarra. Por eso este lugar también tiene importancia en la historia del viejo reino.
Además de poder ver estas ruinas, que son un solar histórico, la visita del lugar tiene el atractivo adicional de las panorámicas que ofrece. Desde el alcázar tenemos la mejor vista de Nájera. Como ciudad de frontera parece proteger su espalda apoyando su caserío en los cortados rocosos que rodean la ciudad por su flanco oeste.
Panorámica desde el Alcázar de Nájera

Estaba absorto en estas panorámicas a pesar del día lluvioso. Mientras me protegía bajo mi paraguas retrocedí imaginariamente al tiempo en que los muros del alcázar eran más inexpugnables y cuando desde las almenas asomaban aquellos reyes que acabaron con sus restos enterrados cerca, en el monasterio. Desde aquí vemos al Monasterio de Santa María destacar orgulloso entre las casas de Nájera. En su interior sus paredes y esculturas lucen muchos escudos de Navarra que parecen querer recordar su pasado. Mucha historia han visto estas tierras. Y es que Nájera es una ciudad histórica. Y, también, parte importante de la historia de Navarra.
Localización del Alcázar de Nájera



© Julio Asunción

CADENAS DE LAS NAVAS DE TOLOSA EN MENDAVIA

Cadenas de Las Navas de Tolosa en Mendavia

En otros artículos publicados en este blog ya he hablado sobre las cadenas de las Navas de Tolosa, cadenas que fueron traídas como trofeo por el rey Sancho el Fuerte de la decisiva batalla de las Navas de Tolosa ganada en el año 1212 a las huestes del Miramamolín Al-Nasir. En esos artículos también se ha explicado como entre el reinado de Carlos II el Malo (1332-1387) y Carlos III el Noble (1387-1425) esas cadenas pasaron a integrarse en el escudo de Navarra. El escudo con las cadenas fue oficializado en el año 1910 cuando se aprobó por la Diputación Foral el modelo creado por Arturo Campión, Julio Altadill y Hermilio de Oloriz unificando las diferentes versiones de escudos con cadenas que se utilizaban hasta el momento y tomando como modelo de eslabones los conservados de la batalla.
En la bibliografía relacionada con la batalla de Las Navas de Tolosa se hace referencia a tres lugares donde se han conservado tramos de las cadenas de las Navas. De ellos ya he hablado en otro artículo de este blog. Son los tramos de Roncesvalles, del Palacio de Navarra en Pamplona y el de la catedral de Tudela.
En este artículo quiero dar a conocer un tramo de cadenas de la batalla de Las Navas de Tolosa que ha pasado totalmente desapercibido entre los investigadores que han tratado sobre la famosa batalla. Es el que se encuentra en la ermita de la Virgen de Legarda en Mendavia. Yo tampoco tenía conocimiento de este tramo de las cadenas de las Navas. De hecho tuve noticia de las mismas por casualidad, al ver el programa de Navarra Televisión Tiramillas dedicado a esta localidad de la merindad de Estella.


Ermita de la Virgen de Legarda en Mendavia

Lo que a continuación expongo lo he tratado en uno de los capítulos de mi libro Tesoros del arte y de la historia de Navarra.
Empecé a investigar sobre el tema. Y, cuál fue mi sorpresa, cuando me di cuenta que las cadenas de Mendavia tienen tantas posibilidades de ser realmente traídas de la famosa batalla como cualquiera de los otros tramos guardados en Roncesvalles, Tudela y Pamplona que han sido nombrados reiteradamente en la bibliografía que trata sobre la famosa batalla de la Reconquista.
Por una parte las cadenas que se guardan en Mendavia se recuerdan en el pueblo desde siempre. No hay constancia alguna de que estas cadenas fueran realizadas en tiempos recientes. Es una tradición que viene de siglos y que ha dejado huella en Mendavia. Un sencillo ejemplo de ello y de lo arraigado de esta tradición en la cultura popular es aquella jota cantada en el pueblo que dice:
Nuestra Virgen de Legarda
es pequeñita y galana
es patrona de tres pueblos
Lodosa, Mues y Mendavia
Las cadenas de mi escudo
en las Navas se ganaron
se trajeron a Mendavia
y en Legarda se colgaron.
Además la veracidad de esta tradición también está apoyada por la historiografía local. Así lo hace Ángel Elvira, el historiador y artista más afamado de Mendavia, con Mª Inés Sainz en su libro “Mendavia, su pasado” publicado en 2017. Igualmente lo hace Bruno Arpón Matute en su obra “Nuestra Señora de Legarda : Mendavia” del año 2007. Ambos libros fueron publicados por el Ayuntamiento de Mendavia.
Cuadro de Ángel Elvira donde aparece Sancho el Fuerte ofrendando las cadenas a la
Virgen de Legarda


Otro dato importante a tener en cuenta para valorar la realidad de esta tradición es el hecho de que los otros tramos reconocidos de cadenas están o estuvieron en importantes santuarios marianos de Navarra. Esto ha llevado a pensar que Sancho el Fuerte ofrendó estos trofeos a santuarios marianos. Quizás fue un agradecimiento por la protección divina de la Virgen en un tiempo en que los guerreros se encomendaban a Dios, Jesús a los santos o a la Virgen antes de ir a la batalla. También se ha interpretado que el agradecimiento a la Virgen fue debido al suceder la batalla de Las Navarra el día de la Virgen del Carmen, el 16 de Julio. Estos motivos pueden explicar el que encontremos las cadenas de Las Navas de Tolosa en los siguientes santuarios marianos:
- Santa María de Roncesvalles, hoy todavía uno de los principales santuarios marianos de Navarra y la virgen con más número de cofrades de Navarra.
- Catedral de Tudela. Era el santuario de la la Virgen Blanca que era la que gozaba de mayor devoción en Tudela antes de que Santa Ana se convertiera en la actual patrona de la capital de la Ribera. Tudela fue el principal lugar de residencia del rey Sancho el Fuerte.
- Santa María de Irache, uno de los santuarios importantes en el Camino de Santiago. De aquí proceden las cadenas que podemos ver en el Palacio de Navarra y que fueron llevadas allí tras la desamortización de los bienes eclesiásticos de la primera mitad del siglo XIX.
Pero, al igual que estos importantes santuarios, en el siglo XIII la ermita de la Virgen de Legarda era uno de los santuarios marianos principales de Navarra. De hecho hay constancia de la existencia de este templo desde el siglo XI aunque el edificio que hoy vemos corresponde a la primera mitad del siglo XIII.
Portada de la ermita de la Virgen de Legarda
Prueba de la importancia del santuario de la Virgen de Legarda en el siglo XIII es la importante reforma que se realizó en esa época. De estos tiempos procede la interesantísima portada protogótica que, muy probablemente, se realizó en tiempos de Sancho el Fuerte. Lógicamente esta reforma tuvo que financiarse gracias a la importancia del santuario y es una prueba más de la devoción que despertaría este santuario en aquella época, devoción que no se ha perdido y que se recuerda cada año con las multitudinarias romerías que se acercan a Legarda.
Todavía hay más indicios que nos llevan a decir que las cadenas de Legarda deben de ser valoradas adecuadamente y tener su lugar en la bibliografía que trata de Las Navas de Tolosa.
Gómez García de Agoncillo fue alférez real del rey Sancho el Fuerte entre los años 1209 y 1214. Como uno de sus caballeros más cercanos acompañó al rey en la batalla de Las Navas. No sólo eso. Como alférez real dirigió junto al rey Sancho el Fuerte a las tropas navarras en la batalla. El padre de Gómez García de Agoncillo ya había sido caballero de Sancho el Sabio, padre a su vez de Sancho el Fuerte.
Gómez García de Agoncillo era señor de Calahorra y Agoncillo. Bajo sus dominios también se encontraba Mendavia. No sería de extrañar que el rey Sancho también quisiera agradecer a Gómez de Agoncillo su participación en las Navas de Tolosa entregando uno de los tramos de las cadenas traídas como trofeo del campo de batalla al santuario de la Virgen de Legarda, santuario que, como antes ya se ha mencionado, era importante en aquella época y seguramente el más importante en los dominios de Gómez de Agoncillo.


Otro indicio importante que apoya la veracidad de las cadenas de Mendavia es la similitud de las cadenas expuestas en el santuario de la Virgen de Legarda en Mendavia con las de Roncesvalles y Pamplona. No con las de Tudela, ya que las de Tudela son una refundición del hierro de las cadenas de Las Navas tras haber fundido las cadenas originales para hacer la reja de un sagrario. Posteriormente esta reja fue refundida de nuevo imitando a las cadenas originales, si bien los eslabones no salieron exactamente iguales tras la refundición a los de Roncesvalles a Pamplona.
Cadenas de Mendavia
Tuve ocasión de examinar y medir los eslabones de las cadenas de Mendavia gracias a la amabilidad del párroco de Mendavia D. Domingo Urtasun, a quien desde estas páginas quiero mostrar mi agradecimiento. Igualmente examiné y medí los eslabones de las cadenas expuestas en Roncesvalles con el beneplácito de la responsable del Museo de Roncesvalles Assunta Recarte. La similitud entre los tramos de cadenas de Roncesvalles y Mendavia es evidente.
Se aprecia en los dos casos que el forjado es antiguo, no un forjado industrial que acreditaría un trabajo más moderno. Al ser el forjado manual hay pequeñas diferencias entre los eslabones. Aunque la mayoría tienen una longitud que oscila entre los 13,5 y 15 cm.
Por todo lo explicado creo que hay datos suficientes para revindicar, mientras no haya prueba en contrario, que el tramo de cadenas de Las Navas de Mendavia proviene de la batalla de Las Navas de Tolosa, tal como ya se considera con los tramos de Roncesvalles, Pamplona y Tudela.
Recopilando, estos son los datos a favor de la veracidad de las cadenas de Las Navas de Mendavia:
- Tradición sostenida durante siglos por los mendavieses de que las cadenas son originales de la batalla de Las Navas de Tolosa.
- La bibliografía local que apoya esta tradición.
- Estar depositadas en un importante santuario mariano en época de Sancho el Fuerte, igual que los otros tramos conservados.
- El pertenecer en esa época Mendavia a Gómez de Agoncillo, alférez real del rey Sancho el Fuerte y participante en la batalla de Las Navas de Tolosa.
- La similitud tipológica con las cadenas guardadas en Roncesvalles y Pamplona.
El tramo de Mendavia es el tramo que más eslabones de las cadenas de Las Navas conserva, un total de 43. Roncesvalles tiene 32 eslabones divididos en dos tramos más pequeños y Pamplona y Tudela una docena.
Hay otro dato muy interesante que tenemos que analizar. Junto a las cadenas de Mendavia se exponen dos cancelas de hierro que la tradición dice que también proceden del cercado de la tienda del califa Miramamolín en Las Navas. Pero estas cancelas no son musulmanas. Son de clara tipología románica. Cancelas parecidas encontramos en la Catedral de Palencia, en la capilla de Santa Clara de la catedral de Jaca en la basílica de San Vicente de Ávila o el el Museo de Santa Clara en Murcia entre otras. Y otra cancela muy similar la encontramos en el claustro de la catedral de Pamplona. Otra tradición dice que las cancelas de la capilla de Las Navas del claustro de la catedral de Pamplona están hechas con la fundición del hierro de cadenas traídas de Las Navas. Las cancelas de Mendavia podrían tener este mismo origen. Está claro que, por su tipología, son rejas cristianas datables en el siglo XIII, tiempo en que sucedió la batalla de Las Navas. En este caso creo que la tradición mendaviesa de que rodeaban con las cadenas el palenque del rey moro no es cierta. Estas cancelas pudieron ser fundidas con el hierro de las cadenas para ser utilizadas como reja del sagrario o de un capilla del antiguo edificio del santuario de Legarda, tal como pasó siglos después con las cadenas de Tudela.
Cancelas de hierro de la ermita de la Virgen de Legarda
Y ante todo esto surge una pregunta. ¿Como es que estas cadenas no aparecen en la bibliografía que trata de la batalla de Las Navas de Tolosa? Es más, son desconocidas por la mayor parte de los navarros. Seguramente la respuesta esté en el hecho de que los demás tramos de cadena se encuentran en lugares de paso, sitios históricos muy importantes a lo largo del tiempo. Roncesvalles es uno de los hitos principales del Camino de Santiago. Asimismo el monasterio de Irache también está enclavado en el Camino de Santiago. Tudela es la segunda localidad en población de Navarra y además fue lugar de residencia de Sancho el Fuerte y su primer lugar de enterramiento. Roncesvalles, Tudela, Irache y Pamplona, donde hoy se encuentra el tramo de cadenas del Monasterio de Irache, aún hoy son poblaciones turísticas importantes. En cambio Mendavia se encuentra en un lugar poco visitado, alejado de las rutas turísticas.
Podíamos incluir una segunda razón del desconocimiento de las cadenas de Mendavia. Es posible que los mismos mendavieses no le den la importancia ni la publicidad que merecen. Cuál fue mi sorpresa cuando visite la ermita de la Virgen de Legarda para ver las cadenas. Cuando entré a la iglesia, me encontré que las cadenas estaban prácticamente ocultas detrás de una gran maqueta de la ermita. Esta maqueta, aunque de apreciable factura, no debería estar situada allí, ya que empequeñece y quita protagonismo a lo que realmente lo tiene: las cadenas de Las Navas. Junto a las cadenas se encuentran expuestas también las cancelas. No me cabe duda que esta maqueta debe ser trasladada. Por ejemplo podría situarse en el coro de ermita donde se podría apreciar mejor y, sobretodo, no quitaría protagonismo ni importancia al que debería ser considerado principal tesoro histórico de Mendavia. Seguro que muchos mendavieses bajo el mando de su señor Gómez de Agoncillo y siguiendo a su rey Sancho el Fuerte, estuvieron en esa épica batalla, Las Navas de Tolosa, una de las batallas más importantes de la historia de España. Esperemos que la cofradía de Mendavia de la Virgen de Legarda o el ayuntamiento tomen en cuenta esto y pongan en valor las cadenas trasladando la maqueta.
NOTA IMPORTANTE (4/6/2022): Gracias a una meritoria y acertada iniciativa de la cofradía de la Virgen de Legarda de Mendavia, hoy las cadenas lucen como nunca. No solo se ha trasladado la maqueta. Las cadenas de Mendavia se han puesto en valor y se han colocado en un gran marco de madera rodeando al escudo de Navarra. Y junto a las cadenas se ha colocado también una reproducción de la famosa escena del tapiz del Palacio de Navarra donde aparece Sancho el Fuerte desbaratando a la defensa de esclavos negros que defendían el palenque del Miramamolín Al-Nasir, momento clave de la batalla de Las Navas de Tolosa. De esta manera Mendavia ha recuperado y ha puesto en valor un tesoro histórico de valor incalculable. ¡Bravo por Mendavia! 
Exposición actual de las cadenas de Las Navas de Mendavia

Por último, con respecto a los que puedan pensar que no hay pruebas concluyentes de la veracidad de Las cadenas de Las Navas, hay que decir que estamos hablando del siglo XIII, tiempos pasados donde las fuentes son sumamente escasas, y más con respecto a la batalla de Las Navas donde la historiografía castellana es predominante. Cuando tratamos de estos siglos los historiadores muchas veces tenemos que guiarnos por indicios que en conjunto lleven a conclusiones que tengan un alto grado de veracidad. Y eso es lo que pasa con las cadenas de Las Navas. De hecho no hay ninguna prueba en contra de la veracidad de esta centenaria tradición.
Y acabo este largo artículo con una propuesta que no creo sea nada descabellada. Curiosamente el escudo de Mendavia no lleva las cadenas. Hay que recordar que no sólo las cadenas de Las Navas aparecen en el escudo de Navarra. Muchos municipios de Navarra las representan en sus escudos recordando su condición de pueblo navarro y también tradiciones que dicen que guerreros de sus localidades lucharon con Sancho el Fuerte contra el Miramamolín en Las Navas. Así pasa con más de cuarenta pueblos y ciudades de Navarra entre las que están Pamplona, Tudela, Sangüesa, Los Arcos, Puente la Reina, Viana, Villava, Barañáin, Estella, etc.
Una manera de dar valor e importancia a las cadenas de Las Navas que se guardan en el santuario de la Virgen de Legarda sería la modificación del escudo de la localidad. Creo que sería buena idea que, poseyendo el tramo con más número de eslabores de las cadenas de la batalla, cadenas que pasaron a formar parte del escudo de Navarra, no se hayan reflejado en el escudo de Mendavia. Lo más sencillo sería orlar el actual escudo de Mendavia con cadenas tal como podemos encontrar en otros escudos de pueblos de Navarra. Un ejemplo de la modificación sería el siguiente:
Actual escudo de Mendavia

Propuesta de escudo de Mendavia con las cadenas
(Escudos basados en los diseños de Miguillen)

Esta modificación serviría no sólo para dar publicidad a este tema y la difusión por toda Navarra de que Mendavia tiene uno de los tramos de las cadenas de Las Navas. También crearía un sentimiento de orgullo en el pueblo al sentirse partícipes de una gesta tan importante como fue la batalla de Las Navas de Tolosa. Además serviría para que los pequeños de Mendavia empezaran a conocer su historia. Además sería una manifestación del amor de los mendavieses por su pasado. 
Si tienes cualquier comentario o sugerencia sobre este artículo no dudes en compartirlo en la sección de comentarios. Estaría genial que los mendavieses que lo leyeran opinaran sobre el mismo y, si alguien tiene alguna noticia o información más sobre las cadenas de Mendavia que la compartiera en los comentarios. 
© Julio Asunción

TESOROS DEL ARTE Y DE LA HISTORIA DE NAVARRA


En el libro Tesoros del arte y de la historia de Navarra conoceremos joyas, cuadros, esculturas, reliquias y objetos de gran valor simbólico e histórico. Son piezas excepcionales del patrimonio de Navarra.
La imagen más querida de San Fermín, uno de los mejores retratos de Goya, el mapa más antiguo de Europa occidental, el corazón momificado de un rey o las cadenas del escudo de Navarra son sólo algunos de los tesoros que nos contarán su historia y sus curiosidades. Tesoros que podrían estar expuestos en cualquiera de los mejores museos de Europa.

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Formato: 14,8 x 21
Nº de páginas: 288
Ilustraciones en blanco y negro
Fecha de publicación: 4/12/2018

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RUTA DEL DÍA DE NAVARRA

El 3 de diciembre es el día de Navarra. En este día se celebra la fiesta de la Comunidad Foral de Navarra y por tanto es muy importante para todos los navarros. Para celebrar este día se me ocurrió realizar una ruta en Pamplona que tiene como hilo conductor la visita a los monumentos que mejor simbolizan la singularidad de Navarra y el sentir los navarros. Al fin al cabo en el alma de un pueblo están los símbolos que lo identifican. Símbolos que unen y que representan a todos los que sienten Navarra. Son símbolos que también recuerdan la historia de este viejo reino. La historia de Navarra es milenaria y digna de recordarse en días tan especiales como este. La ruta tiene poco más de cuatro kilómetros de longitud y es un agradable paseo que puede completarse en unas dos horas. En el siguiente enlace tienes el track para gps de la ruta y al final del artículo el mapa:
Track y waypoints de la ruta del Día de Navarra
- Track y waypoints de la ruta en Wikiloc
Comenzaremos la visita en la iglesia de San Lorenzo. Allí se encuentra uno de los dos patrones de Navarra: San Fermín. La imagen del santo se encuentra en una bonita capilla que se acabó de construir en 1717, y que fue restaurada muy acertadamente en año 2017, en las conmemoraciones del tercer centenario. Esta es la imagen más famosa de San Fermín. Sale en procesión todos los 7 de julio, el día en que se celebra su fiesta como nos recuerda la famosa canción sanferminera. Ese día recibe por las calles de Pamplona el cariño de miles de navarros.
Imagen de San Fermín en San Lorenzo
Desde la iglesia de San Lorenzo subiremos por el paseo del Dr. Arazuri hasta el paseo Sarasate. Lo primero que encontraremos será el Parlamento de Navarra, segundo hito en esta ruta tan navarra. Este edificio representa la expresión de la voluntad de los navarros a través de sus representantes elegidos democráticamente. 

Seguidamente recorremos el Paseo Sarasate hasta su final. Aquí encontramos el Monumento a los Fueros. Los Fueros, derecho histórico conservado durante siglos, son en origen un compromiso entre los reyes de la monarquía Navarra y su pueblo, un compromiso que suponía el respeto de las tradiciones y de los derechos históricos de los navarros ante el poder real. Esos fueros medievales actualizados hacen que Navarra sea la única comunidad Foral de España. En el Monumento a los Fueros se representa a Navarra en forma de mujer alzando el documento que simboliza la plasmación de los Fueros. Es el monumento conmemorativo más emblemático de Navarra. Tienes más información sobre el Monumento a los Fueros en este enlace.

Representación de Navarra en el Monumento a los Fueros
Detrás del monumento a los fueros esta el Palacio de Navarra. Es la sede del Gobierno foral de Navarra y por tanto también tiene un alto valor simbólico ya que representa el autogobierno de Navarra. En la fachada del Palacio de Navarra que da al monumento a los Fueros podemos ver las esculturas de Sancho el Fuerte y Sancho el Mayor dos de los reyes que más huella han dejado en la historia del viejo reino. Esta fachada tiene un interés simbólico especial. En su balcón se izó por primera vez la bandera oficial de Navarra el 16 de julio de 1910. Se eligió esa fecha por ser el aniversario de la famosa batalla de Las Navas de Tolosa, batalla en la que Sancho el Fuerte ganó las cadenas que pasaron a formar parte del escudo de Navarra. Sobre el escudo de Navarra tienes más información en este enlace.
Sancho el Fuerte en el Palacio de Navarra
Rodearemos el palacio de la Diputación para contemplar la fachada que da a la avenida Carlos III. En el frontón de la fachada volvemos a encontrar a Navarra en forma de una hermosa mujer rodeada de otros personajes simbólicos que representan las artes y las industrias de Navarra, comunidad que siempre se ha caracterizado por su laboriosidad. Si nuestra visita coincide en los días previos al día 3 de diciembre podremos visitar el Palacio de Navarra en las jornadas de puertas abiertas que se realizan todos los años. En el salón del trono se guarda un tramo de cadenas de Las Navas de tolosa, cadenas que se tomaron como modelo para elaborar el actual escudo oficial de Navarra. Más información sobre el frontón del Palacio de Navarra en este enlace.
Atravesaremos la popular Plaza del Castillo (el salón de estar de Pamplona), pasaremos junto al ayuntamiento donde ondea la bandera de Navarra y nos dirigiremos hacia el antiguo palacio de los reyes de Navarra que es el actual Archivo de Navarra. Además de haber sido residencia de varios de los reyes de Navarra aquí se guardan los documentos que narran la historia del reino, un tesoro de incalculable valor.
Rodearemos el Palacio Navarra para disfrutar de las hermosas vistas desde lo alto de la muralla y nos dirigiremos hacia el rincón del caballo blanco con sus miradores. Desde allí cruzaremos la plaza San José y llegaremos a la catedral de Pamplona. El simbolismo de la catedral para Navarra también es fundamental. Aquí juraban los reyes de Navarra el trono en la Edad Media. Lo hacían delante de Santa María la real, Virgen que toma su nombre precisamente de esta centenaria tradición. Además aquí está el principal panteón de los reyes de Navarra. No sólo está enterrado Carlos III el Noble, del que podemos admirar su espléndida tumba. Tanbién están enterrados reyes como Sancho VI el Sabio o Carlos II el malo.
Santa María la Real
Desde la catedral volveremos al rincón del caballo blanco y recorreremos la Ronda del Obispo Barbazán disfrutando las vistas de este espléndido mirador. Seguidamente rodearemos la plaza de toros, punto de llegada de los famosos encierros, para atravesar el bonito parque de la Media Luna, desde donde seguiremos gozando de amplias panorámicas. Al final del parque de la Media Luna encontraremos el monumento de Sancho III el Mayor. En su reinado Navarra alcanzó el mayor poder de su historia y su mayor extensión como reino. Lástima que la escultura no esté a la altura. Más información sobre el Monumento de Sancho el Mayor en este enlace.
Giraremos a la derecha siguiendo la Avenida de la Baja Navarra  y poco más adelante encontraremos el último hito de este recorrido navarrista: la iglesia de San Francisco Javier. Precisamente el día 3 de diciembre es el Día de Navarra porque es el aniversario de la muerte de San Francisco Javier, patrón de Navarra junto con San Fermín. En el interior de la iglesia nos espera una estatua del santo de 4,5 metros que se alza sobre un gran fresco que decora la pared del presbiterio. El santo aparece con su iconografía típica, elevando la cruz con la que difundió el cristianismo por el mundo y la vestimenta negra que recuerda que fue cofundador de los jesuitas junto con Ignacio de Loyola. San Francisco Javier es el patrón de las misiones. Muy curiosa es la maqueta del castillo de Javier, lugar donde nació el santo y el mapa donde se representa sus viajes misioneros que le llevaron a atravesar el mundo hasta Japón. Además unos paneles informativos nos ayudan a interpretar la simbología de la Iglesia que gira en torno al santo.



La ruta empezó con San Fermín y acaba aquí, con San Francisco Javier, uniendo a los dos patronos de Navarra. San Fermín, el Parlamento de Navarra, el Monumento a los Fueros, el Palacio de Navarra, el Archivo de Navarra, la catedral de Pamplona y San Francisco Javier. Mucha Navarra en un bonito paseo ideal para hacer el día 3 de diciembre: el Día de Navarra.


© Julio Asunción

LERÍN el pueblo mirador


Lerín es un pueblo de la merindad de Estella. Es un lugar muy vinculado a la historia de Navarra. Era señorío de los Condes de Lerín, los que encabezaron la facción beaumontesa, uno de los bandos que protagonizó las guerras civiles que asolaron el antiguo reino de Navarra en los siglos XV y XVI. Los beaumonteses del conde de Lerín apoyaron primero al príncipe Carlos de Viana en su lucha contra su padre Juan II y posteriormente a las tropas castellanas de Fernando el católico en la guerra que acabó con la conquista de Navarra por Castilla. Hoy Lerín es un pueblo alejado de las rutas turísticas pero que bien merece un paseo por sus calles donde disfrutaremos de sus monumentos y también de las múltiples panorámicas que ofrece. Precisamente las panorámicas y los miradores es lo que más me gustó del pueblo y de ahí el llamar a Lerín "pueblo mirador" en el encabezamiento de este artículo.



Lo primero que hay que señalar de Lerín es su ubicación, ya que se encuentra en una posición estratégica en lo alto de un cerro yesífero cerca de la ribera del río Ega, Precisamente esta ubicación de Lerín es lo que va a permitir disfrutar de grandes panorámicas sobre su entorno. Y ese control visual es lo que hizo que el cerro donde se encuentra Lerín fuera aprovechado con fines militares a lo largo de la historia. En la Edad Media hubo aquí un castillo hoy desaparecido. Más recientemente fue un importante enclave militar durante las guerras carlistas. Prueba de ello es el fuerte carlista que todavía podemos contemplar.
La iglesia de Lerín desde el fuerte carlista

El recorrido que aquí propongo se puede realizar aproximadamente en una hora. Tiene una longitud de 1,5 km. Nos va a permitir visitar los monumentos principales del pueblo y solazarnos con los paseos perimetrales que, desde los bordes del cerro, va a permitir contemplar vistas que abarcan decenas de kilómetros a la redonda.
Ayuntamiento de Lerín
Dejaremos el coche el coche junto al ayuntamiento, en la parte norte de Lerín. El Ayuntamiento de Lerín es un edificio moderno y bastante sencillo, pero realizado por uno de los arquitectos más importantes de Navarra: Víctor Eusa, autor de edificios tan emblemáticos como el seminario de Pamplona, la basílica de la Virgen de Puy en Estella y el ahora cuestionado Monumento a los Caidos de Pamplona edificio en que colaboró con José Yárnoz. El edificio del ayuntamiento de Lerín fue construido en 1927.



Desde el ayuntamiento seguiremos por la calle Mayor hasta llegar a la plaza de la Constitución que es donde se encuentra la monumental iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Es una iglesia de origen medieval muy reformada en siglos posteriores. Es el edificio que más destaca en el skyline del pueblo cuando nos acercamos a Lerín. Para visitar su interior tendremos que esperar a la celebración de las misas.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Lerín

La iglesia fue utilizada como iglesia fortificada durante las guerras carlistas. Destaca la rotundidad de sus formas coronada por el campanario. Junto a la iglesia está la casa parroquial, palacio blasonado donde podemos ver el escudo de Lerín que representa un cerro coronado por un castillo. Iglesia y palacio hacen de esta plaza la mejor escenografía monumental que podemos disfrutar en Lerín.

Antiguo escudo de Lerín
En la trasera de la Iglesia hay un pequeño jardín con la imagen de la virgen sobre una columna.
Desde la plaza de la iglesia continuaremos por la calle Mayor hasta su final donde llegaremos a un agradable paseo con árboles (calle Mirador del Ega) que se asoma al precipicio y que ya nos permite extender nuestra mirada hacia los horizontes que se abren al sur de Lerín.

Paseo en Lerín

Seguiremos este paseo hacia la derecha, hacia el oeste, y enseguida toparemos con otro de los vestigios históricos de Lerín: El Fuerte Cazorla. El Fuerte Cazorla era un punto estratégico avanzado de los liberales frente a los carlistas que en 1873 habían conquistado Estella. En este momento, la iglesia parroquial se fortificó, usando la torre como atalaya y el interior del templo como almacén de víveres. El general Moriones mando construir este fortín carlista para convertir a Lerín en una buena posición desde donde abordar las ofensivas contra los carlistas acantonados en Estella.

Fuerte Cazorla

El nombre de Fuerte de Cazorla es un homenaje al capitán de Ingenieros llamado así que murió en 1974 en la batalla de Santa Bárbara de Mañeru. En este enlace hablo de esa batalla y de una ruta que lleva a la ermita:
- Ermita de Santa Bárbara desde Mañeru
El fuerte se utilizó durante dos años, quedando en desuso tras la derrota de los carlistas. Pasó de nuevo al ayuntamiento en 1877. El fuerte no fue demolido ya que se destinó posteriormente a vivienda de familias necesitadas. Gracias a que no fue demolido hoy podemos pasearnos por sus murallas y baluartes. Es uno de los monumentos de las guerras carlistas más interesantes de Navarra y uno de los escasos ejemplos de arquitectura militar de esta contienda que se conservan.
En 1985 el Ayuntamiento de Lerín recupera el monumento. Hoy además es un mirador que permite apreciar una bella panorámica que va desde Montejurra a la sierra de Urbaa y desde Ezcaray hasta el Moncayo.

Mirador en el Fuerte Cazorla

Continuaremos por el paseo del río Ega que desde lo alto del cerro va recorriendo su perímetro oeste. En todo momento seguiremos disfrutando de vistas de campos y montañas. En una parte de este paseo tendremos una bonita panorámica de Lerín con la iglesia coronando el caserío que se desparrama en varios niveles por la ladera del cerro.
Lerín desde uno de los miradores

Por último, podemos coger el coche y acercarnos a la ermita la Virgen blanca, que se encuentra en la base del cerro, muy cerca del río Ega. La ermita es bastante rústica en su exterior. Desde aquí podemos ver los cortados yesíferos sobre los que se levanta Lerín.

 
Ermita de la Virgen Blanca. Lerín.



Aquí tienes un mapa con la ruta y también puedes bajarte el recorrido para gps en el siguiente enlace o

- Track y waypoints de la ruta monumental en Lerín en Wikiloc.






Libros para conocer Navarra

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