El Palacio de Navarra, también conocido como Palacio de la Diputación, es un edificio emblemático. Simboliza el autogobierno de Navarra.
Se encuentra en la Plaza del Castillo, centro neurálgico de Pamplona, si bien sus fachadas principales dan al Paseo Sarasate y a Carlos III.
El Palacio de Navarra es hoy la sede de la Comunidad Foral y de su Presidencia. También es el Km. 0 de Navarra. Es el punto inicial de las carreteras de Navarra.
Es bastante desconocido, incluso entre algunos navarros, que Navarra fue reino hasta 1841. Tras la primera guerra carlista, Navarra pierde su condición de reino y pasa a ser provincia. Aunque Navarra había sido anexionada a la corona de Castilla en 1512 por Fernando el Católico, siguió conservando sus instituciones forales. El rey de Navarra y España era el mismo, pero era denominado con distintas numeraciones. Por ejemplo, Carlos III era también Carlos VI de Navarra o Fernando VII era llamado en Navarra Fernando III. Esta es una de las razones históricas por las que Navarra es la Comunidad con más independencia administrativa dentro de España.
El Palacio de Navarra fue construido curiosamente después de que Navarra dejara de ser reino: entre 1840 y 1851. Es de estilo neoclásico, como queda perfectamente reflejado en sus dos fachadas. La más antigua es la que da al Paseo Sarasate, donde se encuentra la también simbólica estatua de los Fueros. En el frontón de esta fachada está el escudo de Navarra flanqueado por dos paisanos que representan el hombre de la Ribera y el de la Montaña. Hoy, como desde los principios de la Historia de Navarra, la diferencia en el modo de ser de los habitantes del norte montañoso y de los del sur, la ribera del Ebro, es una de las característica de la población de la Comunidad Foral.
Bajo el frontón, las estatuas de los dos reyes más importantes de Navarra, el rey guerrero Sancho VII el Fuerte, el héroe de la batalla de las Navas de Tolosa, y el rey Sancho III el Mayor, que llevó a Navarra a su máxima extensión, cuando llegó a controlar, entre otros territorios los de Aragón y Castilla.
Entre 1932 y 1935 se realizó la fachada que da a Carlos III. También de estilo neoclásico, en su frontón se representa alegóricamente a Navarra con la Industria, la Agricultura, la Ganadería, el Comercio, las Armas y las Bellas Artes. Son obra del artista Fructuoso Orduna lo mismo que las estatuas de la otra fachada.
El Palacio de Navarra conserva en su interior una interesante colección de arte. No es fácil disfrutar de ella, ya que el edificio sigue cumpliendo funciones administrativas y de gobierno y el acceso es restringido. Pero en los días previos al Día de Navarra, el 3 de diciembre, se hacen unas jornadas de puertas abiertas. Las visitas guiadas nos enseñan las principales estancias y obras de arte que guarda este simbólico edificio, alguna de gran importancia, como el retrato de Fernando VII de Francisco de Goya o el emblemático tapiz de la batalla de las Navas de Tolosa.
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