La vida está hecha de recuerdos. Cuando echamos la mirada atrás y repasamos los buenos recuerdos sentimos en nuestro interior una mezcla agridulce de nostalgia y alegría que de alguna manera nos hace revivir esosfelices momentos. Eso fue lo que me pasó cuando visité en Madrid, en el Museo Nacional de Antropología de Madrid, la exposición de los Madelman.
Los más jóvenes seguramente no conozcan lo que era un Madelman. Pero los que ya tenemos unas cuantas décadas a nuestras espaldas decir Madelman es nombrar los que fueron nuestros juguetes preferidos, nuestros compañeros de aventuras. Los Madelman hacían volar nuestra imaginación. Son esos muñecos de acción que nos hicieron pasar tantos momentos buenos y entretenidos. Toda una generación de chicos de los años 70 y 80 del siglo XX jugamos con los madelman.
Los Madelman han cumplido 50 años ya que el primer Madelman fue sacado a la venta en el año1968. En este medio siglo de historia se ha convertido en uno de esos símbolos icónicos de un tiempo.
Museo Nacional de Antropología |
Hasta el 14 de octubre de 2018, y a modo de celebración de estos 50 años, todos aquellos que jugamos con los Madelman, podemos volver a recordar esos tiempos en que viajamos al oeste con el muñeco sheriff, al espacio exterior con el astronauta, hicimos nuestras primeras visitas a las cuevas con el espeleólogo, surcamos los mares con el capitán pirata o luchamos en los diversos campos de batalla con el Madelman soldado. Y es que en el Museo Nacional de Antropología expone la mejor colección privada de Madelman conservada, la colección de José Manuel Cortés. La exposición es es el Museo Nacional de Antropología y la entrada es gratuita.
Presentación más económica de los Madelman |
Era curioso ver cómo los padres visitaban la exposición con sus hijos pequeños que ahora juegan principalmente con los videojuegos. Les explicaban con un cierto toque de emoción en su voz cómo jugaban ellos hace 30 o 40 años con los Madelman. Los niños miran los muñecos con desconocimiento pero con admiración. Tal es la calidad de los Madelman que seguro que también a ellos les darían hoy horas de juegos.
El muñeco Madelman tuvo su origen cuando dos empresarios, Francisco Andrés Pascual y Josep María Arnau compran Industrias Plásticas Madel, una fábrica que se dedicaba a la producción de objetos de plástico para usos varios. Arnau era el propietario de la fábrica de juguetes Exin (¿os acordáis del Exin castillos?). En un viaje a Estados Unidos Arnau conoció el éxito de los muñecos GI Joe. Tomando como inspiración estos muñecos de acción fue como crearon los Madelman.
El diseño del primer modelo fue realizado por Alberto Plaza Garcés y el prototipo lo hizo el escultor Alfonso Díaz. Una curiosidad: Alfonso Díaz utilizó cuentas de rosario para crear el sistema de articulación de los Madelman. También se inspiró en la estructura del Atomium de Bruselas. De hecho el sistema de articulación de los Madelman sería bautizado como Proyecto Atomium. Así se logro una gran capacidad de movimiento. Era uno de sus principales atractivos de los Madelman.
Otra de las causas del gran éxito de los Madelman eran su ropa y complementos. Los complementos (armas, vehículos etc) imitaban perfectamente a los originales y estaban perfectamente escalados. La ropa era de tela auténtica y estaba realizada artesanalmente por costureras profesionales. Tal era la calidad de los Madelman que hay quien considera que son los muñecos articulados de mayor calidad que se hayan creado nunca.
Los Madelman se empezaron a vender en mayo de 1968 y siguieron haciendo las delicias de los niños y jóvenes de la época hasta el año 1983. En la actualidad se ha llegado a pagar en subasta varios miles de euros por ejemplares antiguos.
Madelman trampero |
Los Madelman como muñecos de su tiempo tomaron como referencia las películas de éxito de su época. Las películas del Oeste vivían en esa época un gran momento (el spaguetti western). Igual pasaba con las películas de piratas. También el éxito de la película 2001, una odisea en el espacio fue la inspiración para los Madelman astronauta. En la exposición se puede ver un casco original de la película.
En la exposición podemos ver todos los tipos de presentaciones con que se presentaban los Madelman a la venta. Desde los más básicos que tenían sólo 1 o 2 accesorios, hasta las grandes cajas, que sólo se las podían permitir las familias de los niños más pudientes de la época dónde además de dos muñecos se incluían una gran cantidad de accesorios. Lógicamente los Madelman también reflejan hoy lo que ha cambiado la sociedad. Un ejemplo es el muñeco porteador, el primer muñeco de raza negra que tomaba aquí el papel subordinado a su jefe, el explorador blanco, igual que pasaba en las películas de Tarzán. En cambio por otra parte también se ve el avance de la sociedad con los años. Así aparece la Madelwoman exploradora que también lleva un fusil y es similar a su pareja masculina.
Madelman Safari |
Por último al visitar esta gran colección podemos también sacarnos una foto como si nosotros fuéramos un Madelman. En el vestíbulo de la exposición hay una gran caja que imita a las cajas donde se vendían los Madelman. Nos podemos introducir en la caja para sacarnos una foto y convertirnos por un momento en uno de esos muñecos de acción qué marcaron una época.
He de decir que he visitado cientos de exposiciones en mi vida, muchas con obras de arte maravillosas que recordaré siempre. Pero esta exposición de los Madelman tocó algo dentro de mí. Me volvió por un momento a esa feliz niñez sin problemas ni preocupaciones. Una época donde casi todos fuimos felices. Por cierto, mi primer Madelman fue el submarinista. Debía de tener 5 o 6 años. La bañera de la casa de mis padres se convirtió mágicamente en un extenso y profundo mar lleno de peligros que sólo mi Madelman y yo podíamos sortear.
Seguro que sí visitas la exposición de los Madelman del Museo Antropológico Nacional de Madrid encontrarás ese primer Madelman qué tuviste y recordarás las aventuras que pasaste junto a él, ese pequeño amigo de 17 cm de altura.
Madelman submarinista |
© Julio Asunción
No hay comentarios:
Publicar un comentario