El santuario de San Miguel de Aralar es uno de los lugares mágicos de Navarra. Se encuentra en un espacio natural de gran belleza, la sierra de Aralar. Aralar es una montaña de sacralidad milenaria, como demuestran los muchos dólmenes que podemos encontrar en ella.
Para llegar al santuario tienes que tomar la carretera de montaña que sale desde Lekumberri. La carretera atraviesa bonitos hayedos y desde muchos puntos de la misma, parten interesantes rutas senderistas.
En este entorno tan especial se levanta el santuario de San Miguel de Aralar. Es uno de los templos cristianos más antiguos de Navarra. Está documentado desde el siglo XI. Pero su origen es anterior. En el siglo IX existió aquí un templo del que sólo quedan algunos sillares en el ábside. Esta antigua iglesia fue destruida por Abderramán III en una de las incursiones de castigo que realizaban las tropas musulmanas cuando el reino de Pamplona estaba dando sus primeros pasos.
No sería de extrañar que la iglesia sustituyera a un antiguo templo pagano. La advocación de San Miguel suele estar relacionada con cristianización de espacios sagrados precristianos.
El templo actual es una joya del románico. Lo que hoy vemos data principalmente en el siglo XII. Su iglesia es única, ya que en su interior, en la nave central, tiene una capilla a modo de pequeño templo independiente. Hay varias teorías sobre su finalidad. Se la ha relacionado con el origen legendario del templo.
Cadenas de Teodosio de Goñi |
La leyenda de Teodosio de Goñi está representada en un divertido cómic en el nártex o capilla cerrada que precede a la iglesia propiamente dicha.
Esto dice la leyenda. Lo cierto es que la capilla es del siglo XII, construida prácticamente al mismo tiempo que el resto del santuario. ¿Podría ser que la capilla actual sustituyera a la construida por Teodosio de Goñi? ¿La capilla tenía una función ritual que hoy se nos escapa?
Otra interpretación de la funcionalidad de esta capilla es que fuera reservada para la exposición del retablo de Aralar. El retablo de Aralar fue regalado al santuario en 1175. Es uno de los mejores trabajos de esmaltería de Europa y el más importante de Navarra. Hoy se encuentra presidiendo el presbiterio de la iglesia. Una joya que, por si sola, hace que merezca la pena acercarse al santuario de San Miguel de Aralar.
El retablo de esmaltes y el Ángel de Aralar |
Pero no acaban aquí los atractivos del lugar. Aquí también está el Ángel de Aralar, una de las imágenes que más devoción suscitan en Navarra. Dice la leyenda que el relicario, obra del siglo XVIII, guarda en su interior trozos de la cruz con la que San Miguel bajó de los cielos para socorrer a Teodosio. Otra versión cuenta que son pedazos de la cruz donde fue crucificado Cristo y que un caballero cristiano llamado Ramiro los trajo de las cruzadas. Buena parte del año la reliquia no se encuentra aquí. Está recorriendo y bendiciendo los pueblos de Navarra.
Sobre el retablo de esmaltes y el Ángel de Aralar profundizo en mi libro Tesoros del arte y de la historia de Navarra. Son dos obras de arte excepcionales, piezas señeras del patrimonio de Navarra.
Tras admirar la belleza del interior del santuario de San Miguel in Excelsis, que también así es llamado, todavía nos queda disfrutar de las fabulosas panorámicas que se tienen desde el lugar. En días claros es una gozada. Sus más de 1.200 metros de altura lo convierten al santuario en uno de los mejores miradores de Navarra. El valle de la Barranca se abre bajo nuestros pies y se abarca en una sola mirada. Pamplona aparece en su cuenca rodeada de montes. Una gozada.Tómate tu tiempo. Merece la pena.
No lo dudes. Si visitas Navarra apunta la visita al santuario de San Miguel de Aralar como imprescindible.
No lo dudes. Si visitas Navarra apunta la visita al santuario de San Miguel de Aralar como imprescindible.
Panorámica de La Barranca desde el santuario de Aralar |
Y por último puedes realizar alguna de las rutas senderistas que tienen su principio o fin en San Miguel de Aralar. Aquí te dejo el enlace de dos de mis favoritas. Son rutas arqueológicas que te permitirán conocer los mejores dólmenes de la sierra. Son monumentos funerarios de más de 3.000 años de antigüedad.
Un templo rodeado de leyenda, una joya del arte del esmalte europeo, una de las reliquias más queridas de Navarra, unos paisajes y panorámicas espectaculares. Seguro que entiendes por qué es uno de mis lugares imprescindibles de Navarra. Estoy seguro que, si no lo conoces y lo visitas, también lo será para tí.
© Julio Asunción