La historia de Roncesvalles está muy unida a su Virgen, la Virgen de Roncesvalles. Miles de feligreses, peregrinos y visitantes se acercan a ver a la Virgen que les espera en su bonita iglesia gótica.
Sobre la Virgen hay una hermosa leyenda. A pocos metros del antiguo albergue de Itzandegia está la Fuente de la Virgen. Dice la tradición que ante un ataque a la Colegiata (unas versiones de la leyenda lo atribuyen a los moros, otras a los franceses) un canónigo de la Colegiata entierra a la Virgen para evitar su destrucción o saqueo. El canónigo se llevó a la tumba el secreto del lugar de enterramiento, por lo que se creyó que la Virgen había sido destruida.
Tiempo más tarde, unos pastores observan como un ciervo se acercaba todas las noches a beber de una fuente, y, al hacerlo, su cornamenta se iluminaba con dos luminosos luceros. Ante el prodigio los pastores ponen el extraño suceso en conocimiento del obispo de Pamplona, que, en un primer momento, no cree la historia del ciervo.
A la noche el obispo despierta. Su habitación está iluminada con un mágico resplandor. La luz rodea a un ángel. Con afable voz el ángel reconviene al obispo: “Debes hacer caso a los pastores y dirigirte a la fuente de la que te han hablado. Allí te espera Nuestra Señora.”
El obispo, sorprendido ante la aparición del ángel, reúne a su séquito y se dirige a Roncesvalles. Busca a los pastores y les levanta de sus camas para que le guíen. Todavía de noche, la comitiva, bajo la luz de las antorchas, se dirige a la fuente. El obispo manda excavar a su alrededor. Al poco, las azadas dan con una urna de mármol. Al abrirla, descubren, a la Virgen de Roncesvalles y su vestido de plata refulge maravillosamente a la luz de las antorchas.
Hermosa leyenda que nos lleva a tiempos de prodigios y apariciones, donde lo espiritual y lo mágico daban sentido a sitios y lugares.
La Fuente de la Virgen es un lugar de gran encanto que pasa desapercibido para muchos de los visitantes de Roncesvalles, a pesar de encontrarse junto al conjunto monumental. Detrás del antiguo albergue de Itzandegia sale una pista de tierra (el Camino de los Canónigos). Nada más dejar a la derecha la casa que hay junto al albergue, hay que bajar al prado de la izquierda por una rampa habilitada con travesaños de madera. En el prado está la fuente.
Sobre la fuente está representado el momento en que el ángel despierta al obispo para sacarle de su error. La leyenda y la escena nos da una buena lección: no hay que cerrarse a lo espiritual y maravilloso. Lo racional no lo es todo… ¿Qué sería de esta vida sin un poco de fantasía e imaginación?
Para saber más de la Virgen puedes consultar:
La Virgen de Roncesvalles
© Julio Asunción
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