A veces sin planearlo te encuentras con agradables sorpresas. Es lo que fue para mí el castillo de Chinchilla. No tenía previsto visitarlo pero se dio la circunstancia de que viajaba desde Madrid a Alicante por la autovía poco antes del atardecer. Desde el coche vi como se alzaba en el horizonte un promontorio que dominaba la llanada de Albacete. El altozano estaba coronado por los torreones del castillo de chinchilla. Ante la posibilidad de ver un buen atardecer desde allí arriba me decidí a subir hasta el castillo. Así, me encontré con que se podía subir hasta la fortaleza por una carretera bastante empinada pero en buen estado que solo en su tramo final, en los últimos 100 metros, es de tierra pero perfectamente transitable para turismos.
Subir al castillo de Chinchilla fue un gran acierto. Las panorámicas desde el mismo son impresionantes. Al ser una de las pocas elevaciones que destacan sobre el llano en muchos kilómetros a la redonda se abarca desde el castillo un extensísimo territorio. Desde allí la ciudad Albacete parecía pequeña sin serlo. No hace falta decir que la puesta de sol fue excepcional.
Puesta de sol desde el castillo de Chinchilla |
¿Y qué decir del castillo? . Las recias piedras de sus muros adquirían una tonalidad sonrosada al atardecer. Murallas que se embellecieron aún más cuando se encendieron las luces que iluminan el castillo por la noche creando una estampa que es imposible que pase desapercibida para los miles de vehículos que cada día circulan por la autovía.
Foso del castillo de Chinchilla |
Pero la hermosa puesta de sol y el fuerte Castillo protegido por rotundos torreones no iban a ser los únicos premios que me regaló Chinchilla. Al acercarme a los muros del castillo apareció bajo mis pies un foso impresionante tallado en la roca viva, algo que no había visto hasta el momento. Rodeé el castillo maravillado de la belleza que tienen estas fortalezas. En absoluto se pensaron para agradar al ojo o a la estética. Pero en su fuerza y simetría acaban siendo hitos del paisaje. Adquieren una belleza antigua, un belleza que hace imaginar historias de caballeros y batallas.
Junto a una de las dos puertas de entrada encontré un panel informativo. Así supe de que este cerro ya había sido elegido desde la antigüedad por los iberos y los romanos establecerse. Fue fortaleza de gran valor estratégico y más tarde cuartel de las tropas invasoras francesas durante la Guerra de Independencia. Me llamó la atención el uso reciente, hasta 1950. como cárcel. El más ilustre de sus preseos fue el controvertido aventurero César Borgia. El castillo es Bien Cultural y está declarado Monumento histórico artístico desde el año 1931.
Entrada del castillo de Chinchilla |
Así pues si no puedo más que recomendarte que si pasas por Albacete no dejes de acercarte al castillo de Chinchilla. Y si lo haces cuando al aterdecer tendrás además un momento mágico.
La noche se me echa encima pero la luz artificial que ilumina el castillo lo destaca de manera espectacular sobre la bóveda celeste. Me da pena irme. Seguro que volveré ya que no me dio tiempo a ver el pueblo de Chinchilla que se encuentra a poca distancia del castillo. El pueblo esta un poco escondido entre el monte como si no quisiera quitar protagonismo a la fortaleza. Me esperara para la próxima vez que suba al castillo de Chinchilla.
© Julio Asunción
© Julio Asunción