CASCADAS DE TOBERÍA–Andoin-Álava

Cascadas de Andoin - Álava

Localicazión Cascadas de Tobería - AndoinLa lamias son seres de la mitología vasca. Son hermosas mujeres con torso y cabeza de mujer pero con pies palmípedos que habitan en cuevas, lagos, ríos y cascadas. Seguro que si tuvieran que elegir un sitio para vivir, uno de sus preferidos sería las cascadas de Tobería.

Las cascadas de Tobería se encuentran cerca de la localidad alavesa de Andoin. Por eso también son conocidas como cascadas de Andoin. Las cascadas de Andoin son un paraje propio de la mitología y la leyenda. Desde lo alto de la sierra de Entzia se descuelgan una serie de saltos de agua de diferentes formas y tamaños entre un umbroso bosque de hayas que va desvelando poco a poco la belleza de los saltos de agua.

Cascadas de Tobería - AndoinLo ideal es visitar las cascadas en primavera, después de un par de días de lluvia. En esos días las cascadas de Andoin bajan repletas de agua.

El camino desde Andoin es cómodo, si bien en la parte final se vuelve empinado mientras ascendemos el curso del agua entre las cascadas.

En este vídeo se puede apreciar mínimamente la belleza del paraje. Lo recomendable es visitarlo. Las cascadas de Tobería son uno de los lugares del País Vasco que no se pueden perder los amantes de la naturaleza.

 

Hay que ir allí para sentir todo lo que transmite este rincón a Álava donde el agua es la dueña. La humedad del ambiente se vuelve caricia. La niebla, que es bastante habitual, nos envuelve en un clima de misterio. El persistente sonido del agua cayendo es como un canto que poco a poco cala en nuestro cerebro. ¿Será el canto de las lamias?

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

MONUMENTO A LA BATALLA DE NOÁIN

Monumento a la Batalla de Noáin - Salinas de Pamplona

Localicazión Monumento a la Batalla de NoáinEn las afueras del pueblo de Salinas de Pamplona se encuentra el monumento a la Batalla de Noáin. Es la obra más emblemática del escultor de Peralta Joxe Ulibarrena.

El monumento a al Batalla de Noáin está situado en la ladera del monte que se levanta sobre el pueblo de Salinas. El monte se conoce como monte Mendi, lo cual es una redundancia ya que mendi significa monte en euskera. El monumento es un mirador excepcional sobre los terrenos que fueron el 30 de junio de 1521 campo de lucha de una de las batallas campales más cruentas de las que se hayan dado en el territorio de Navarra. La batalla se desarrolló en los campos que se extienden a los pies del cerro donde se levanta el monumento, entre Pamplona y Noáin, en los terrenos donde hoy se levanta una central de mercancías de tren y el aeropuerto.

Monumento a la Batalla de Noáin - al fondo el campo de batalla

Monumento a la Batalla de Noáin. Al fondo el campo de batalla.

La ambición de Carlos V, la ineptitud de unos reyes que miraban más por sus condados franceses que por su reino navarro, la deslealtad y egoísmo de los nobles navarros y el oportunismo del reino de Francia llevaron a la tumba a más de 5000 hombres en una jornada que marco el destino de Navarra.

Un ejército compuesto por franceses y navarros de la facción agramontesa capitaneado por el noble francés Andre de Foix,  se enfrentó a tropas castellanas, vascas y navarras de la facción beaumontesa. La victoria de las tropas del Condestable de Castilla fue total, y hasta Andre de Foix, señor de Asparrós, salió mal parado, quedando ciego de un mazazo en la cabeza además de quedar prisionero de las tropas de Carlos V.

 

Con esta batalla llegó el fin de la Guerra de Navarra (1512-1521). De haber sido otro el desenlace de la batalla puede que todavía existiera el reino de Navarra o puede que Navarra fuera hoy otra región más de Francia. Dado lo crucial de la batalla en lo que fue el destino de Navarra, el monumento de Ulibarrena es hoy un símbolo para los que quieren una Navarra independiente de España.

Monumento a la Batalla de Noáin - 1521

El monumento de Ulibarrena quiere recordar a los navarros muertos en esa batalla. Un gran guerrero, altivo y desafiante, mira hacia el campo de batalla, como si fuera el guardián de aquellas almas que dejaron allí sus cuerpos. Según Ulibarrena el guerrero “simboliza la etnología que tienen los navarros de cualquier época.” Relacionado con este aspecto étnico la escultura está adornada con unas bolas o pelotas que, según el escultor, “recuerdan a los pelotaris y su forma de jugar, muy de nuestra tierra”.

Alrededor del guerrero completan el monumento la representación de unas ruinas. Simbolizan la destrucción de las fortalezas de Navarra que con más tesón resistieron a las tropas de Carlos V. Por extensión, las ruinas simbolizan también la destrucción que trae la guerra a cualquier pueblo.

Monumento a la Batalla de Noáin - Ruinas de fortalezas

Soldado navarro - Monumento a la Batalla de NoáinEl guerrero navarro de Noáin está hecho en hormigón armado. Pesa 13 toneladas. y tiene una altura de 11 metros. Ulibarrena lo hizo en su casa de Arteta y fue trasladado al lugar de la instalación en dos piezas.

La escultura desprende energía y determinación, y muestra una actitud inamovible, simbolizando la resistencia ante cualquier invasor.

La escultura fue instalada en 1.996. El Gobierno de Navarra la financió con 3,5 millones de pesetas (21.000 euros) para comprar los materiales y gratificar a los que colaboraron con Ulibarrena. El concejo de Salinas de Pamplona cedió gratuitamente los terrenos.

En principio estaba pensado crear un parque con una fuente alrededor de la escultura, proyecto que ha caído en el olvido. De todas formas probablemente haya sido mejor. El conjunto escultórico, con las ruinas y el soldado, no pide a su alrededor el verdor de los árboles que evoca la vida. El Monumento a la Batalla de Noáin es un memorial que recuerda a los miles de muertos de la batalla.  Recuerda una sangrienta batalla y el paisaje desolado y un tanto abandonado de alrededor colabora en el mensaje que el artista quiere trasmitir.

Respecto al monumento hay un detalle que no me gusta. Si se observa desde el lateral al soldado navarro parece que sonríe. Creo que un semblante más serio iría más acorde con el sentido épico y simbólico de la escultura. De todas formas este detalle pasa inadvertido por la distancia que separa al observador de la cabeza del guerrero. En cambio, desde debajo de la escultura la cara aparece con mayor dramatismo.

Detalle de la cara del GuerreroDSCF5397b

El Monumento a la Batalla de Noáin es una escultura con gran fuerza plástica que además tiene el acierto de acercarnos a la Historia desde el propio terreno donde ocurrió el sangriento hecho, ya que desde el monumento se tiene una inmejorable vista de lo que fue el campo de batalla.

Monumento a la Batalla de Noáin - Vista desde el monte Mendi

Seguro que los usuarios del cercano aeropuerto no pueden imaginar los lamentos y maldiciones de los soldados mientras morían en los mismos terrenos donde hoy está la pista de aterrizaje. Muchas veces recorremos los lugares que han marcado nuestro pasado y ni nos damos cuenta.

Otra curiosidad al respecto. En la cima amesetada del monte Mendi, donde se levanta el monumento, existió un poblado fortificado de la Edad del Bronce. Además en este monte se han encontrado útiles líticos del Paleolítico Inferior y Medio, lo que convierte a este lugar en uno de los lugares con restos de ocupación humana más antiguos de Navarra. Y es que la Historia no deja de darnos sorpresas.

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

ANTONIO DE OQUENDO–San Sebastián

Monumento a Oquendo - Donostia
 
Localicazión Estatua del Almirante Oquendo¿Quien puede dudar que el pueblo vasco es un pueblo marinero? El Cantábrico golpea con su oleaje en los acantilados y playas como un canto de sirena que para muchos fue irresistible.
Muchos donostiarras respondieron a esa llamada y dedicaron su vida a los horizontes marinos,  inabarcables y peligrosos. Entre ellos destaca Antonio de Oquendo.
Antonio de Oquendo nació en 1.577. Era hijo de Miguel de Oquendo, también reputado marino, que murió en el desastre de la Armada Invencible.
Con 18 años Antonio de Oquendo ya tenía el mando de navíos ligeros de la armada española.
En 1604, con 27 años, sus buques dieron caza a un corsario inglés que atacaba las costas de Portugal, Galicia y Andalucía. Se batió en cubierta contra los piratas demostrando gran valor y  fiereza. El inglés dejó de ser un problema.
Su labor en la protección de los galeones que venían de las Indias aumentó su fama. En 1626 fue nombrado almirante general de la armada del Océano.
Sus servicios a la armada y al rey le valieron ser nombrado caballero de Santiago y Vizconde. Pero a Oquendo, más que las galas y lujos de la Corte, le gustaba el crujir de la madera de la cubierta de su barco, el ulular del viento en las velas y el olor de la pólvora de los cañonazos.
En 1631 deshizo una escuadra holandesa en la batalla de los Abrojos, apoderándose del estandarte holandés.
En 1639 los holandeses se tomaron la revancha en la batalla de las Dunas. Pero tal fue la fiereza con que defendió su barco Oquendo que el almirante holandés, que no pudo apresar a la nave capitana, llegó a decir que don Antonio de Oquendo era invencible. De hecho el barco de Oquendo, el galeón Santiago, mandó al fondo del mar a varios buques holandeses y cuando volvió a puerto se contaron 1.700 balazos de cañón en el casco del navío.
Al año siguiente, en 1.640, el almirante Oquendo murió en La Coruña. Más de 100 combates navales luchó este marino singular en sus 73 años de vida.
 
Plaza de Oquendo desde el otro lado de la ría - San Sebastián
 
Este lobo de mar guipuzcoano tiene en San Sebastián un gran monumento que lo recuerda. El monumento conmemorativo está en la plaza Oquendo. Es obra de Marcial de Aguirre. Fue levantado en 1.894.
El monumento está orientado a la ría. Pero Oquendo dirige la mirada hacia la izquierda, buscando ese mar Cantábrico que desde chico le hechizó.
 
Antonio de Oquendo - Monumento en San SebastiánCoronando un alto pedestal vemos a Antonio de Oquendo altivo y desafiante. En su mano izquierda sostiene la bandera que va a defender durante toda su vida. En la mano derecha la espada que muchas veces tuvo que usar en la cubierta de los buques abordados. No vemos aquí al almirante tocado con distinguido sombrero o portando el bastón de mando. Oquendo era ante todo un soldado dispuesto a bregar en la lucha como el primero. Un Alatriste de mar adentro.
La estatua de Oquendo mide 3,5 metros sin contar la bandera. Pesa 2,7 toneladas.
 
     
 
Monumento a Oquendo - cabeza de NeptunoEn el pedestal bajo sus pies vemos representado al dios del mar, Neptuno. Oquendo se alza sobre él como dueño del mar, como el Neptuno vasco que fue en muchos combates navales.
Las dos mujeres de su vida le acompañan. La marina y la guerra. Es lo que representan las dos hermosas mujeres que forman parte del monumento. Están realizadas con mármol de Carrara.
 
 
Monumento a Oquendo - La Marina - DonostiaMonumento a Antonio Oquendo - La Guerra - San Sebastián
 
En la parte más baja del pedestal varias placas de bronce recuerdan algunos combates navales en los que intervino el almirante Oquendo. Junto a ellas los escudos de San Sebastián, Guipúzcoa y España, lugares a los que dedicó su lealtad.
 
Monumento al almirante Oquendo - Escudos y relieves de batallas
 
Una placa recuerda al insigne guipuzcoano: “Al Gran Almirante D. Antonio de Oquendo, experto marino, heroico soldado, cristiano piadoso, que al declinar el poderío de España, supo mantener en cien combates el honor de la patria. Dedica este tributo de amor la ciudad de San Sebastián, orgullosa de tan preclaro hijo. 1577-1640.”
 
Estatua de Antonio de Oquendo al atardecer - San SebastiánLa estatua de Oquendo está fundida con el bronce de cañones que cedió el Ministerio de la Guerra. Seguro que Oquendo, que vivió entre los cañones de sus galeones, no hubiera preferido ser esculpido en oro.
 
 

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

VIRGEN DE HUARTE

DSCF2507A veces encontramos joyas de arte desconocidas, alejadas de los lugares turísticos, pero que tienen una importancia y una belleza fuera de lo común. Es el caso de Nuestra Señora la Blanca, también conocida como la Virgen Blanca de Huarte. Una verdadera sorpresa para cualquiera que guste del arte y una visita obligada para los amantes del arte gótico.
Localicazión Virgen de Huarte
Huarte es una localidad cercana a Pamplona. Allí no acuden los turistas a pasar el día. Pero en su iglesia parroquial, la iglesia de San Juan Bautista, sólo accesible cuando se abre al culto, se guarda un tesoro: La Virgen Blanca.
El nombre de esta preciosa talla le viene de la blancura del alabastro en que está realizada. Esto, el estar hecha de mármol blanco policromado, frente a la madera habitual de las vírgenes de bulto redondo de la época, es sólo una de las curiosidades que hace a esta imagen mariana única dentro del patrimonio artístico de Navarra.
 

Otra de las curiosidades es que sabemos perfectamente quién la encargó, el año de realización y el lugar donde se hizo. Una inscripción en la peana nos lo dice. Martín de Huarte, un comerciante de Huarte que comerciaba en Pamplona. La encargó en el año 1349 en París. Seguro que los negocios no le iban mal a Martín de Huarte. Una pieza de tal calidad no debió costarle barato. Junto con la imagen de la Virgen de Roncesvalles, que procede de Toulouse, es la única virgen de Navarra de la que sabemos con absoluta seguridad su procedencia.
  
Tanta información la convierte en excepcional. Desde antiguo los expertos, tanto españoles como franceses, se han fijado en ella. Es una de las escasas imágenes marianas francesas del siglo XIV datadas. Sólo se conocen  siete ejemplares más de vírgenes francesas que estén perfectamente datadas. En Navarra es un caso único.
   
Inscripción de la Virgen de Huarte

La Virgen Blanca de Huarte tiene un encanto especial. Mide 92 centímetros más 13 de la peana. En la mano derecha sostiene un ramo de flores que parecen lirios. El lirio blanco simboliza la pureza. El blanco del mármol blanco con que está realizada la Virgen Blanca incide en este simbolismo de la pureza y la virginidad de María.

En esta obra gótica, la imagen de la Virgen adquiere todo el protagonismo. La escultura está hecha para ser vista preferentemente desde una posición frontal. De esta manera la Virgen fija los ojos en el observador, mientras que el Niño deja vagar su mirada hacia la izquierda. Además la cara y el cabello de María están mejor trabajados que los del Niño.

Virgen Blanca de Huarte - Navarra
Virgen de Huarte - arte gótico en Navarra
También la túnica de María está mucho más elaborada que la del Niño. La vestimenta de la Virgen es de una belleza sorprendente. El mármol blanco está trabajado con una gran delicadeza. Los ropajes se ondulan y se superponen unos pliegues sobre otros. Parecen una cascada de agua que fluyera del pecho de la Virgen hacia sus pies.
   
¿Y la pose? La cintura de la Virgen se inclina muy levemente, de manera naturalista. El cuerpo de María forma una S que va desde la cabeza a los pies. Debajo de los ropajes sobresale el calzado de la Virgen. Los pies no están alineados, como en el barroco. Otra muestra del naturalismo gótico.
   
La policromía embellece el conjunto. Los cabellos de la Virgen caen graciosamente como una cascada dorada sobre sus hombros. El Niño Jesús tiene el pelo del mismo color.
   
Los ribetes azules del manto de la Virgen colaboran a la sensación de caída natural de la túnica. Se crea un juego de curvas casi orgánico, que crea cierta sensación de movimiento que nos vuelve a alejar del estatismo románico. La Virgen Blanca de Huarte es puro gótico.
   
La mano izquierda se nos muestra delicada. Sujeta la flor con mimo. Es la delicadeza femenina de la Virgen como mujer.
   
La mano derecha sujeta al Niño con firmeza. Es la fuerza de la mujer como madre dispuesta a luchar y a padecer por su hijo.
   
Lirio y mano de la Virgen Blanca de Huarte        Niño y mano izquierda de la Virgen Blanca de Huarte

En la cara de la Virgen de Huarte encontramos el mayor misterio de la imagen. Es una cara delicada y muy bella. Mira hacia el espectador con mirada serena. Pero cuando revisé las fotos me di cuenta de un detalle curioso. Según la luz que ilumine la escultura y el ángulo en que se mire parece que unas veces nos dedica una ligera sonrisa (foto de la izquierda), mientras que otras veces demuestra tristeza o melancolía (foto de la derecha). Ambos estados de ánimo quedan representados en la Virgen de manera sosegada y tranquila. Seguramente es un efecto óptico en el que no reparó el artífice de la imagen cuando la hizo ¿o sí?. Al fin y al cabo la Virgen muestra la alegría de la Redención al haber dado a luz al Salvador. Pero por otra parte tiene la tristeza de la Madre que va a ver morir a su Hijo.
   
Sonrisa de la Virgen de HuarteMelancolía en la Virgen de Huarte

La Virgen Blanca de Huarte es de esas imágenes singulares que establecen una relación especial con el que observa de manera detenida. Según palabras de la especialista Clara Fernández Ladreda: “Su calidad es innegable y la coloca en un puesto de primera fila dentro de la imaginería medieval mariana, pudiendo ser equiparada a cualquier ejemplar del resto de España o de Europa”.
   
La Virgen de Huarte es una imagen única dentro del arte en Navarra que bien merece ser visitada. Seguro que la Virgen Blanca agradecerá la visita con una bonita sonrisa.
     
Bibliografía:
Clara Fernández Ladreda: “Imaginería medieval mariana” Gobierno de Navarra, 1988.





















CASTILLO DE GUARDAMAR DEL SEGURA–Alicante

Castillo de Guardamar del Segura - Alicante

Localicazión castillo de GuardamarEl castillo de Guardamar se alza sobre al población alicantina de Guardamar del Segura. Antiguamente la población de Guardamar se encontraba en el interior del recinto amurallado. Así fue entre los siglos XIV y XIX.

Muchos siglos antes, en el cerro donde hoy se encuentra el castillo de Guardamar hubo un importante santuario ibérico. Aquí se encontró una colección de exvotos de terracota que los fieles ofrendaban a sus dioses. Una muestra de esta colección de exvotos ibéricos la podemos ver en el MAG – Museo Arqueológico de Guardamar del Segura.

 

El castillo de Guardamar está declarado Bien de Interés Cultural. De las casas de la población ya no queda nada en su interior. Hoy todavía podemos disfrutar del poderoso el recinto amurallado con torreones en saliente para aumentar la inexpugnabilidad de la fortaleza.

Castillo de Guardamar - Alicante

El cerro alargado donde se levanta el castillo ofrece amplias panorámicas sobre el mar, la ciudad de Guardamar y de toda la zona del Bajo Segura. Era un lugar estratégico que dominaba la desembocadura del río Segura.

Castillo de Guardamar - Torreón sur

El castillo de Guardamar fue abandonado por los terremotos de 1829. La población se trasladó al llano, a los pies del cerro del castillo.

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

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