Entre tanta maldad representada en los exteriores del templo, ¿dónde encontraba la paz el campesino del Medievo? En el paraíso, en el cielo prometido, representado en la tierra por la casa de Dios, aquí la iglesia de San Martín. La puerta del templo, como frontera entre lo terrenal y lo celestial está coronada en su tímpano por el símbolo de Dios. Nos lo recuerda San Juan en sus evangelios (Jn. 10,9): “Yo soy la puerta, el que por mí entrare, se salvará”.
El crismón, en tiempos del emperador romano Constantino era el símbolo de Cristo. Posteriormente pasó a representar las tres formas de la divinidad: La P de Dios Padre en la parte superior; Hijo, Jesucristo, en la misma P y la X, primeras letras del nombre griego de Cristo (XPESTOS); el Espíritu Santo en la “S” de la parte inferior del círculo. El alfa y el omega representan el principio y fin de todo. La misma forma circular del símbolo alude a la totalidad y a la perfección de Dios.
Exterior de la iglesia de San Martín de Artáiz
Portada de San Martín de Artáiz
El interior de San Martín de Artáiz
EL alero de San Martín – Metopas románicas
EL alero de San Martín de Artaíz – Canecillos románicos
Canecillos de San Martín de Artáiz
¿Quién construyó la iglesia de San Martín de Artáiz?
Si te gusta el senderismo, el arte y la arqueología, prueba a visitar mis otros blogs:
No hay comentarios:
Publicar un comentario