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Del neorrománico del exterior de templo pasamos al neogótico del interior. Pero antes que nada hemos de fijarnos en una pequeña capilla a la derecha. En el suelo está señalado el lugar donde nació San Francisco Javier.
¿Cómo pudo nacer en este templo moderno? La respuesta está en el suelo de la iglesia. Si nos fijamos bien veremos una línea de piedra sobre el suelo de mármol que marca el límite de lo que eran en su día habitaciones del Palacio Nuevo del castillo. La basílica se construyó sobre esas habitaciones, lugar donde nació el santo y se dejó en el pavimento la línea de los muros antiguos.
Sobre el lugar de nacimiento hay una imagen de la Virgen del Carmen. Patrona de los marineros, seguro que ayudó mucho a San Francisco Javier en sus muchos viajes por mar recorriendo tierras de Oriente.
También destaca en el interior el hermoso púlpito de estilo neobizantino que está a la izquierda de la nave. En el púlpito están representados los evangelistas.
En el presbiterio también están representados los evangelistas, pero aquí en representación simbólica (ángel de San Mateo, águila de San Juan, toro de San Lucas y león de San Marcos).
A San Francisco Javier le rodean otros santos jesuitas y un poco más arriba iluminan la iglesia cuatro vidrieras con escenas de la vida del santo, donde podemos ver momentos de evangelización en tierras de oriente o el milagro del cangrejo que le devuelve el crucifijo.
Sobre el altar está la imagen de San Francisco Javier de Jerónimo Suñol.
- SAN FRANCISCO JAVIER – JERÓNIMO SUÑOL
- Basílica de San Francisco Javier – Exterior
© Julio Asunción. e-mail: julioasuncion@hotmail.com
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