La Iglesia de San Emeterio y San Celedonio de Dicastillo es visita obligada para quien visite Tierra Estella debido a las joyas artísticas que custodia en su interior. Lo primero que destaca en ella es su aspecto robusto, ya que fue utilizada en ocasiones como fortaleza, incluso en tiempos tan recientes como las guerras carlistas (S.XIX). En esta guerra fue incendiada, por lo que las riquezas de su interior se deben en gran parte a lo traído del Monasterio de Irache tras su desamortización en la primera mitad del siglo XIX.
Sobre el volumen compacto de la iglesia destaca la torre, del siglo XVIII, con influencias de otras torres de La Rioja. Da elegancia al exterior del templo su galería porticada, también añadida en el siglo XVIII.
En el interior, sobre todo en las bóvedas, ya nos damos cuenta del origen más tardío de la iglesia. Las bóvedas estrelladas nos remiten al siglo XVI, al gótico avanzado.
Pero lo que más destaca del templo son los retablos y obras de arte traídas desde el monasterio de Irache. Sobre todo la extraordinaria talla de la Virgen de Irache, una de las mejores vírgenes romanicas de Europa y la mejor de Navarra.
Más información:
- La Virgen de Irache.
La belleza e importancia de la Virgen está dignamente acompañada por un excelente retablo romanista obra del escultor de Estella Bernabé Imberto (1.562-1.632). En el retablo podemos ver escenas de la vida de la Virgen con un tallado que nos recuerdan las obras del maestro Anchieta.
A la Virgen de Irache la flanquean los santos titulares de la iglesia, San Emeterio y San Celedonio. Eran dos legionarios romanos que fueron martirizados por no renunciar a su fe enfrentándose a los edictos anticristianos de Diocleciano. En el año 298 fueron decapitados en la ciudad riojana de Calahorra (la Calagurris romana) donde hoy son patrones.
Las tallas de los santos Emeterio y Celedonio son de finales del siglo XIX, de estilo historicista, y fueron regaladas por la Condesa de la Vega, que también participó generosamente en la restauración general de la iglesia. La elegancia y la perfección anatómica de las esculturas de los dos santos-soldados hacen que no desentonen en el conjunto escultórico del retablo. Su atuendo militar le da la calidad de dignos escoltas de la hermosa Virgen de Irache.
En la nave de la derecha vemos una interesante pintura que representa a Santa Elena, madre de Constantino el Grande y a la que se atribuye el descubrimiento de la Santa Cruz. La flanquean personajes del Antiguo Testamento, como Moises o David, iconografía rara de ver en Navarra.
En la nave de la izquierda tenemos otra de las joyas artísticas de la iglesia: la arqueta que contiene las reliquias de San Veremundo. San Veremundo era abad del monasterio de Irache. Por su dedicación a los peregrinos es el patrón del Camino de Santiago en Navarra. La arqueta es de gran belleza. Fue realizada a finales del siglo XVI y en sus laterales se representan escenas de la vida del santo. En lo alto del retablo, coronándolo, una imagen del santo abad.
La iglesia se abre media hora antes de las celebraciones litúrgicas. Yo la visité el domingo por la mañana (misa a las 12:00 horas). El párroco, Don Enrique me hizo de amable cicerone, cosa que le agradezco de corazón. Antes de ir a Dicastillo conviene consultar el horario de las misas para no perderse las obras de arte que guarda el templo.
La visita a la iglesia merece completarse con un recorrido por el pueblo, donde veremos blasones antiguos, casonas centenarias, ermitas y grandes panorámicas sobre las tierras del entorno.
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- La Virgen de Irache
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© Julio Asunción. e-mail: julioasuncion@hotmail.com
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