Poco a poco estas figuras van desvelando significados y dogmas de fe.
Seguramente lo primero que llamará nuestra atención son los leones que flanquean la puerta. El de la izquierda devora a un hombre mientras mantiene a otro apresado con sus enormes zarpas. En cambio el de la derecha parece proteger a otro ser humano sonriente entre sus patas. Son los guardianes del templo, que castigan al pecador y defienden al piadoso siguiendo el mandato de Dios. En el Antiguo Testamento ya se compara el poder de Dios con la fuerza y fiereza del león: “Él devora a las naciones enemigas, les tritura los huesos y las hiere con sus flechas. Se agazapa, se recuesta, como un león, como una leona.”
El mal y el que lo comete deben quedar fuera del templo-paraiso. A modo de advertencia para aquel hombre del Medievo, monstruos de todo tipo y seres infernales pululan en capiteles y canecillos.
Enigmático es el personaje del segundo capitel de la izquierda, sentado entre dos cabezas y rodeado de entrelazos vegetales. Con tres caras, dos de sus bocas soplan hacia los lados. Se ha interpretado como alusión a la Trinidad. En cambió, es muy habitual que estos entrelazos que apresan e inmovilizan a los personajes se consideren suplicio de pecadores. ¿Quizás el personaje sopla las llamas del infierno que le van a consumir?
Exterior de la iglesia de San Martín de Artáiz
El tímpano de San Martín de Artáiz
El interior de San Martín de Artáiz
EL alero de San Martín – Metopas románicas
EL alero de San Martín de Artaíz – Canecillos románicos
Canecillos de San Martín de Artáiz
¿Quién construyó la iglesia de San Martín de Artáiz?
Si te gusta el senderismo, el arte y la arqueología, prueba a visitar mis otros blogs:
No hay comentarios:
Publicar un comentario