Nájera, uno de los pueblos más importantes y poblados de La Rioja, durante un tiempo fue parte del reino de Navarra. No sólo parte, sino la capital del reino. Entre los años 923 y 1076 el reino de Pamplona, precedente del reino de Navarra, se convirtió en la corte principal del reino. García Sánchez I fue el primer rey de Pamplona-Nájera. Con el traslado de la capitalidad del reino se fijaban los avances de la Reconquista en la zona, que habían empezado con el padre de García Sánchez, Sancho Garcés I. El reino de Pamplona, el reino pirenaico, había cruzado el río Ebro para quedarse, tras haber empujado a los sarracenos hacia el sur. Varios de los reyes que vivieron en Nájera están enterrados en el conocido panteón real del Monasterio de Santa María de Nájera.
Prácticamente todos los que visitan Nájera realizan la imprescindible visita al monasterio que es el principal monumento de la localidad. Pero no son tantos los que se acercan a contemplar el lugar donde vivieron estos reyes. El Alcázar de Nájera fue en origen una fortaleza musulmana. Una vez tomada, también fue corte de los reyes navarros.
El alcázar se encuentra a tan sólo cinco minutos andando del Monasterio de Santa María. Desde el año 2002 se han realizado varias campañas arqueológicas que han sacado a la luz las recias defensas del alcázar además de piezas arqueológicas que podemos contemplar en el museo arqueológico de la localidad, el Museo Najerillense, que se encuentra junto al monasterio.
Detalle de los restos del Alcázar de Nájera |
Hoy del Alcázar quedan parte de los muros que afortunadamente se han consolidado. No sólo el antiguo alcázar ha sufrido el paso del tiempo. Fue reformado por los Duques de Nájera en los siglos XV y XVI para convertirlo en su residencia. Además en 1520 fue cañoneado por los comuneros que arrasaron la ciudad. Pero estos humildes muros en su día fueron fortaleza y palacio de los reyes de Navarra. Por eso este lugar también tiene importancia en la historia del viejo reino.
Además de poder ver estas ruinas, que son un solar histórico, la visita del lugar tiene el atractivo adicional de las panorámicas que ofrece. Desde el alcázar tenemos la mejor vista de Nájera. Como ciudad de frontera parece proteger su espalda apoyando su caserío en los cortados rocosos que rodean la ciudad por su flanco oeste.
Panorámica desde el Alcázar de Nájera |
Estaba absorto en estas panorámicas a pesar del día lluvioso. Mientras me protegía bajo mi paraguas retrocedí imaginariamente al tiempo en que los muros del alcázar eran más inexpugnables y cuando desde las almenas asomaban aquellos reyes que acabaron con sus restos enterrados cerca, en el monasterio. Desde aquí vemos al Monasterio de Santa María destacar orgulloso entre las casas de Nájera. En su interior sus paredes y esculturas lucen muchos escudos de Navarra que parecen querer recordar su pasado. Mucha historia han visto estas tierras. Y es que Nájera es una ciudad histórica. Y, también, parte importante de la historia de Navarra.
Localización del Alcázar de Nájera
© Julio Asunción
Localización del Alcázar de Nájera
© Julio Asunción
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