La ermita de la Virgen de Legarda se encuentra a 1 kilómetro al sur de Mendavia, localidad Navarra de Tierra Estella. Aunque se puede llegar en coche a ella un agradable paseo peatonal nos acerca hasta la ermita desde el pueblo. Las primeras referencias documentales de la ermita de la Virgen de Legarda son del siglo XI. La edificación actual es del siglo XIII si bien ha sido modificada en los siglos posteriores. El ábside es una reconstrucción moderna hecha en ladrillo. A pesar del diferente material con respecto a los recios muros de piedra del templo, esta última restauración ha respetado el conjunto al adoptar el nuevo ábside una tipología que imita a los ábsides medievales.
La apariencia solitaria de la ermita, alejada del pueblo, en medio de los campos cultivados, le da cierto encanto. No siempre se respira está soledad ya que en primavera se celebra una de las romerías más populosas de la zona, la de las Almendreras. Esta romería reúne junto a la ermita a miles de personas procedentes no sólo de Mendavia, sino también de los pueblos vecinos de Lodosa y Mues.
La apariencia solitaria de la ermita, alejada del pueblo, en medio de los campos cultivados, le da cierto encanto. No siempre se respira está soledad ya que en primavera se celebra una de las romerías más populosas de la zona, la de las Almendreras. Esta romería reúne junto a la ermita a miles de personas procedentes no sólo de Mendavia, sino también de los pueblos vecinos de Lodosa y Mues.
Es recomendable aprovechar esta fiesta para visitar la ermita, o sino en una de las misas que aquí se celebran a lo largo del año. Digo esto porque la ermita está habitualmente cerrada y, además, para ver la interesante portada medieval, que es lo más valioso dentro de la arquitectura del monumento, necesariamente tenemos que elegir los momentos en que la ermita esté abierta, ya que el jardín que precede a la portada se encuentra vallado. Esto se debe a que se produjeron algunos actos de vandalismo, como pintadas en la puertas de la ermita. Lástima que por unos pocos descerebrados los demás tengamos que recurrir a horarios más restrictivos para disfrutar del arte. Afortunadamente cuando visite la ermita me acompañó D. Domingo Urtasun, párroco de Mendavia. Con suma amabilidad me permitió acceder a la ermita. Desde aquí mi agradecimiento. Gracias a él pude disfrutar de la interesantísima fachada de la primera mitad del siglo XIII.
En el tímpano de la portada protogótica se representa a Cristo rodeado de ángeles que llevan los instrumentos de la Pasión, esto es, la columna, la lanza con la que le atravesaron el pecho, la esponja con vinagre con la que se el dio de beber y la cruz en que fue crucificado. La corona de espinas la sostiene el ángel que se encuentra en la clave del tímpano. Los instrumentos de la pasión también son llamados las Arma Christi, armas de Cristo, ya que a fin de cuentas estos instrumentos de tortura hicieron que al final Cristo venciera a la muerte y que con su sacrificio salvara a la humanidad del pecado original.
Portada de la ermita de la Virgen de Legarda |
Tímpano de la ermita de la Virgen de Legarda |
Sobre el ángel que lleva la corona de espinas podemos ver el Cordero Místico que es símbolo del sacrificio de Cristo. En los Evangelios San Juan Bautista al ver a Jesús le denomina “Cordero de Dios”. El cordero es un animal de sacrificio en muchas culturas. Era sacrificado en la fiestas judías. Este sacrificio congraciaba a los fieles con Dios. El sacrificio de Cristo es comparado con el sacrificio del cordero. Pero el Cordero Místico es además un símbolo triunfante. Sobre su lomo aparece la bandera de la victoria y la resurrección. En el Cordero Místico de la ermita de la Virgen de Legarda la bandera y la cabeza del cordero están muy estropeadas. Pero podemos todavía admirarnos con el delicado trabajo de las guedejas de lana del animal sagrado.
En el tímpano también aparecen la Virgen María y San Juan que rodean a Cristo. El Salvador se encuentra dentro de la mandorla o almendra mística. Sobre la cabeza de Cristo podemos ver un nimbo crucífero, similar al que rodea la cabeza del Cordero Místico. Se establece una relación directa entre Cristo y el Cordero.
Cordero Místico |
Me llamó también la atención la manera de representar el Juicio Final. Así, en los extremos inferiores del tímpano vemos a los resucitados salir de las tumbas para dirigirse Cristo. Pero aunque los resucitados están divididos en dos grupos aquí no aparecen, como es habitual, los pecadores, los condenados que se hunden en el infierno. En este caso los dos grupos de resucitados del tímpano son bienaventurados que se dirigen al cielo. Quizás la clave de esta curiosidad está en la escena de lo que parece el único capitel que se ha conservado de la portada y que ahora se encuentra expuesto a la izquierda de la misma. Allí, junto a otras dos figuras, parece que está representado el arcángel San Miguel pesando las almas. El peso de los pecados llevará a muchos al infierno. Es probable que los condenados del Juicio Final de la portada de la ermita de la Virgen de Legarda estuvieran representados en los capiteles hoy desaparecidos. La escena de San Miguel pesando las almas podría ser el preludio de otras escenas donde los condenados fueran pasto del Leviatán, la bestia del Averno.
Como el resto de los capiteles ya no se conservan tendremos que volver a otros personajes representados en la portada. A izquierda y derecha del tímpano, en los arranques de las arquivoltas, aparecen varios santos. El segundo de la izquierda lleva una extraña cruz de gran simbolismo, una Tau. En el Antiguo Testamento, en el Libro de Ezequiel se dice: “Recorre toda la ciudad de Jerusalén y marca con una T la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella” (Ez 9,4). El símbolo de la Tau salvó a los que creían en Dios del exterminio en Jerusalén. La Tau de la portada de la ermita hace referencia a la Salvación. Y cerca vemos a los resucitados del tímpano que han logrado la Salvación. Además la Tau era la última letra del alfabeto hebreo, asimilable a la Omega griega. Tanto la Omega como la Tau simbolizan el Fin del Mundo que es, al mismo tiempo, el momento del Juicio Final y la Resurrección de los muertos.
Restos de un capitel con San Miguel a la derecha |
Personaje portando una Tau y San Pedro |
Fijémonos también en el santo que se encuentra junto al portador de la Tau. Es San Pedro. Mira hacia el tímpano y lleva unas enormes llaves. Son las llaves del Reino de los Cielos.
Por tanto la portada de la ermita de la Virgen de Legarda muestra un programa figurativo que gira en torno a la idea del Juicio Final y la Salvación. San Miguel, Cristo Resucitado, la Tau, los resucitados, el Cordero Místico y San Pedro dan un mensaje claro al creyente medieval que se ponía frente a la portada: si sigues el camino del Bien, si estás entre los elegidos que creen en Dios, si el peso de tus pecados no inclina la balanza de San Miguel hacia el Mal, obtendrás la Salvación y cuando llegue el día del Juicio Final San Pedro te abrirá las puertas del Cielo para que te reúnas con Cristo.
Los otros dos santos de la izquierda están sin identificar. Los santos de la derecha están en un estado pésimo y desgraciadamente es difícil apreciar los personajes ya que debido al tiempo y a la calidad de la piedra están muy estropeados. Entre ellos se ha identificado a San Pablo y a San Bartolomé.
Santa Catalina |
Igualmente en las arquivoltas podemos ver varios santos. Reconoceremos a Santa Catalina de Alejandría con una pequeña rueda dentada que recuerda su martirio. Y es que los santos son ejemplos de vida para aquellos que quieren huir del mal y merecer estar junto a Cristo el día de la Resurrección. Volvemos al mensaje de la portada que antes hemos comentado.
Pero la portada de la ermita de la Virgen de Legarda también guarda un misterio: ¿Quién es el personaje que aparece entre los pies de Cristo y de la Virgen? Si alguien tiene una pista que la comparta en los comentarios de este artículo.
Personaje a los pies de Cristo |
Junto a la ermita, en el paseo peatonal que viene desde Medavia, hay una agradable área recreativa con bancos de piedra. Mientras echamos un vistazo al antiguo templo de la Virgen desde aquí, nos damos cuenta que los campos de alrededor están plantados de vides. La vid, origen del vino de la Eucaristía, es también símbolo de la Resurrección ya que representa la sangre de Cristo que tuvo que ser vertida para que pudiéramos ser salvados el día del Juicio Final y para que desapareciera de nosotros el Pecado Original.¡Qué mejor paisaje para completar lo que hemos visto en la portada de la ermita!
© Julio Asunción
Localización de la ermita de la Virgen de Legarda
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