Sangüesa es una de las localidades más interesantes de Navarra debido a su gran riqueza monumental. Sangüesa se encuentra junto al río Aragón, río que la antigüedad más de un susto ha dado a la ciudad con sus inundaciones.
Recomiendo aparcar antes de cruzar el río. Además de no tener problemas de aparcamiento podremos atravesar el puente de hierro a pie, mucho más interesante que hacerlo en coche. Además, así podremos contemplar el contraste entre la modernidad y lo medieval, representados por el moderno puente de hierro, muestra de la arquitectura industrial de finales del siglo XIX y el campanario medieval de la iglesia de Santa María.
Recomiendo aparcar antes de cruzar el río. Además de no tener problemas de aparcamiento podremos atravesar el puente de hierro a pie, mucho más interesante que hacerlo en coche. Además, así podremos contemplar el contraste entre la modernidad y lo medieval, representados por el moderno puente de hierro, muestra de la arquitectura industrial de finales del siglo XIX y el campanario medieval de la iglesia de Santa María.
Nada más cruzar el puente de hierro que cruza el río Aragón nos encontramos con la principal joya artística de Sangüesa. La fachada de la iglesia de Santa María. Es una joya del románico de la que se podría decir que es la portada románica más importante de Navarra, comunidad por otra parte abundante en templos románicos. En la fachada veremos la intervención de varios artistas que nos llevarán desde una representación del juicio final a un curioso Judas ahorcado pasando por la representación de oficios y Apóstoles. Una muestra de escultura románica que hará las delicias a cualquier amante del arte medieval.
Seguiremos la visita por el Ayuntamiento, situado en la calle principal de la localidad, la misma en la que se encuentra la iglesia de Santa María.
El edificio del Ayuntamiento se eleva sobre arcadas que permiten pasar a la plaza en cuyos extremo opuesto se encuentra otro de los principales monumentos de Sangüesa, el Palacio del Príncipe de Viana que fue construido entre los siglos XIII y XIV y hoy es la biblioteca de Sangüesa, un lugar histórico para leer y aprender historia.
Tras ver el Palacio del Príncipe de Viana conviene volver a la calle Mayor, para luego desviarnos a la derecha y acercarnos al Palacio de Vallesantoro, un importante edificio civil del siglo XVII donde destaca el espectacular alero y su puerta de entrada flanqueada por columnas salomónicas y coronada por un vistoso escudo heráldico.
Tras ver el Palacio del Príncipe de Viana conviene volver a la calle Mayor, para luego desviarnos a la derecha y acercarnos al Palacio de Vallesantoro, un importante edificio civil del siglo XVII donde destaca el espectacular alero y su puerta de entrada flanqueada por columnas salomónicas y coronada por un vistoso escudo heráldico.
El siguiente punto de interés es la iglesia de Santiago, que se encuentra enfrente del antiguo albergue de peregrinos. La iglesia de Santiago nos recuerda que Sangüesa está el Camino de Santiago aragonés tttrrel que entra en la Península Ibérica desde Francia por el puerto de Somport. La iglesia de Santiago es una de las primeras iglesias góticas de Navarra. En ella encontramos una curiosa e importante imagen de Santiago en piedra, además de un crucificado qué destaca por su realismo.
Seguimos el recorrido visitando la Iglesia de San Salvador con su fachada enmarcada por un interesante atrio y su portada gótica con la representación del juicio final.
El siguiente punto de visita es el convento del Carmen. Lo ideal es encontrarlo abierto para que podamos disfrutar de su claustro, en su fachada gótica también podemos ver esculpidas varias representaciones entre las que destaca la representación de un escudo de Navarra que puede ser una de las representaciones más antiguas del famoso escudo de las cadenas que representa a la Comunidad Foral.
Todavía Sangüesa tiene más que ofrecer. Otros palacios se distribuyen por sus calles, o también podemos acercarnos al convento de San Francisco, o al portal de Carajeas hoy en ruinas.
En las afueras de la ciudad merece acercarse a la ermita de San Adrián de Vadoluengo, una pequeña y encantadora ermita románica que se encuentra en medio de unos jardines donde se respira tranquilidad y paz.
En definitiva, Sangüesa es visita obligada en Navarra. Sangüesa, la que nunca faltó, tal es el lema que reza en su escudo, tampoco faltará en ofrecernos atractivos, regalándonos una mezcla de arte románico, gótico y barroco que seguro dejará en la memoria del visitante un hermoso recuerdo.
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