El puente de Miluce es uno de los puentes medievales que atraviesan el río Arga en Pamplona. Tras el paso de este puente, el río más navarro (es el más largo que nace y muere en la Comunidad Foral) se despide de la ciudad de Pompeyo.
En este lugar ocurrió uno de los acontecimientos más luctuosos que se recuerdan en Pamplona. El rey Carlos II el Malo, haciendo honor a su nombre, colgó en el puente a cuatro caballeros navarros que se habían opuesto a sus arbitrarias decisiones y a pagar los abusivos impuestos que sufragaban la política demencial de este rey.
Carlos II era uno de los reyes de las dinastías francesas que vinieron tras la muerte del rey Sancho el Fuerte. Una desgracia para Navarra. Estos reyes de origen francés miraron más hacia el otro lado de los Pirineos que hacia los intereses del antiguo Reino de Navarra. Les preocupaban más sus condados franceses y, a Carlos II en particular, la posibilidad de llegar a ser rey de Francia.
Carlos II no consiguió su propósito. Es más, el apelativo “el malo” parece que se lo pusieron los mismos franceses dada la “lata” que dio allí para conseguir su inalcanzado propósito. Mantener esas aspiraciones al trono frances y a los ejércitos que las apoyaban costaban dinero. Mucho dinero. Y aquí el bueno (perdón quise decir el malo) de Carlos II, no dudaba en desangrar Navarra.
Si a esto le añadimos la querencia de estos reyes por rodearse en la corte de franceses, pasándose los fueros navarros por salva sea la parte, tenemos un cóctel explosivo que llevó a episodios tan trágicos como la guerra de la Navarrería, que destruyó Pamplona o, en tiempos de Carlos II, el ahorcamiento de varios caballeros a los que hay que suponer que estaban hasta la misma coronilla, por no decir otra cosa, del monarca.
Y es que el hacer oposición en esos tiempos de hierro no era nada fácil. La lengua protestona de los caballeros navarros acabó colgando exánime de sus bocas. De esta trágica estampa viene la leyenda de que el puente se llama de “miluze” de mihi luze, que significa “lenguas largas” en euskera. Parece que el puente se llamaba así con anterioridad a los ahorcamientos de los caballeros por Carlos II el malo. Por esto se piensa que el nombre no tiene relación con los ahorcamientos. Aquí me gustaría exponer otra hipótesis. Podría ser que el nombre del puente venga efectivamente de mihi luze, “lenguas largas”, y que se debiera a unos ahorcamientos anteriores a los del Carlos II del malo. No sería extraño que el lugar se hubiera utilizado con anterioridad para otros ajusticiamientos. Quizás las víctimas de esos ahorcamientos anteriores no fueran tan renombrados como los caballeros ejecutados por Carlos el malo. Pudieron ser meros ladrones, asesinos y otros delincuentes. Estos ajusticiamientos no habrían dejado huella en la historia, al contrario que el de los caballeros de 1351.
Hoy el puente de Miluce, casi en las afueras de la capital, es el puente más desconocido de Pamplona. El entorno donde se encuentra es un lugar apacible, con el río Arga creando una bella estampa. Pero el lugar guarda esta historia trágica, donde la soga acabó silenciando a varios navarros que no estaban conformes con un rey que pensaba más en sus intereses en Francia que en los de Navarra.
© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com
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