El otro día estaba recorriendo con el coche un tramo del Camino del Cid, ruta turística que recuerda el viaje de destierro que hizo el Cid desde Burgos a Valencia tras caer en desgracia ante el rey Alfonso VI de Castilla. Tras pasar el pueblo burgalés de Mecerreyes me encontré un gigante junto a la carretera. Se alzaba en un altozano como si fuera un estoico guardián de estas tierras de la meseta. Tuve necesariamente que aparcar el coche a su lado ya que el magnífico aporte de la escultura era imposible que me pasará desapercibido. Y enseguida me di cuenta de quién era el gigante. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
Me acerque al gran guerrero que estaba protegido por un gran escudo donde estaban grabadas varias frases del famoso Cantar del Mío Cid, cantar que esparcieron a los cuatro vientos aquellos juglares de la Edad Media por todas las tierras hispanas. Al final del texto una arenga: “A grandes voces llama el que en buen hora nació: Feridlos caballeros, por amor de caridad! ¡Yo so Ruy Diaz, el Cid campeador de Vivar!”. Me atreví a subir al pedestal donde se encontraba el Cid. Allí me di cuenta de lo pequeño que yo era ante el que fue el caballero más famoso de Castilla, el guerrero que nunca perdió una batalla.
Tras sacar las fotos que acompañan a esta entrada del blog me despedí del Cid, que, marcial, erguido, siempre vigilante, ignoró mi saludo. Él estaba en otras cosas. Seguro que pensaba en las tierras que conquistó, en las batallas que ganó, en los sarracenos a los que sometió. Y allí le dejé, con su mirada en dirección a Mecerreyes, cuyo ayuntamiento tuvo el gran acierto de levantar esta escultura en el año 2008.
Pero el Cid no sólo mira hacia Mecerreyes. Mira a ese horizonte de colinas, de tierras cultivadas, de escasos bosques. Es la dura Castilla. El guarda estas tierras. Y con sus dos manos ase fuertemente esa gran lanza que apunta al cielo, al lugar de los héroes.
La escultura es obra del artista Ángel Gil Cuevas. Tiene la curiosidad que es la escultura del Cid más alta, ya que alcanza los siete metros de altura (desde el suelo hasta la punta de la lanza). El Cid mide 4,5 metros.
La escultura es obra del artista Ángel Gil Cuevas. Tiene la curiosidad que es la escultura del Cid más alta, ya que alcanza los siete metros de altura (desde el suelo hasta la punta de la lanza). El Cid mide 4,5 metros.
La estatua del Cid de Mecerreyes se encuentra a la altura del kilómetro 5,5 de la carretera BU-901, en el tramo que lleva desde Mecerreyes a Covarrubias. Al poco de dejar atrás Mecerreyes encontraremos la escultura a la derecha de la carretera.
© Julio Asunción
© Julio Asunción
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