IGLESIA DE GUERGUITIÁIN 2/4 Portada


Simeón Hidalgo ha estudiado en profundidad la iglesia de Guerguitiáin e interpretado sus figuraciones (ver bibliografía al final de este al final de este artículo). A su magnífico trabajo le debo buena parte de lo que aquí se va a comentar.
Lo más interesante de la iglesia de Guerguitiáin es su portada. Sus capiteles están adornados con figuraciones muy sencillas que casi parecen realizadas por un niño. En realidad, hay que imaginar a Petrus como un maestro cantero rural, que cubría los encargos de pequeñas poblaciones que no se podían permitir a artistas de mayor capacidad y calidad. Pero, por contra, el maestro Petrus nos lleva directamente con su escultura a la Navarra más rural y apartada de finales del siglo XII, que es cuando se piensa que trabajo Petrus. Simeón Hidalgo cree que Petrus también intervino en las iglesias de Vesolla, Sangáriz, Garayoa y Eusa entre otras, pero la iglesia de Guerguitiáin es su obra más emblemática.
Profundicemos ahora en el simbolismo de la portada que tiene mucho más que decir de lo que en principio pudiera parecer debido a su sencillez.
La portada de la iglesia de Guerguitiáin se abre en la fachada sur de la iglesia. También arquitectónicamente es muy sencilla. Carece de tímpano, las columnas son demasiado cortas y los capiteles son rústicos y de escaso volumen. Pero lo interesante es lo que podemos ver en esos capiteles, la escultura que labró Petrus.  
Hay un motivo recurrente, que recuerda a un báculo de obispo. Puede ser una manera de manifestar la posesión de la iglesia por su jerarquía terrenal y su preeminencia espiritual sobre los fieles. Simeón Hidalgo aporta una hipótesis muy sugerente. Podrían ser los zarcillos que nacen en las vides y por tanto símbolo del vino y de la Eucaristía, uno de los sacramentos fundamentales del cristianismo. Eso quedaría corroborado por el racimo de uvas y la espiga de trigo que vemos en uno de los capiteles de la izquierda. El pan y el vino, la sangre y el cuerpo de Cristo. La espiga se encuentra invertida, tal como sucede en los campos de cereal ya granados y listos para la cosecha donde el peso del grano hace que la espiga se incline hacia el suelo. El báculo-zarcillo de vid es un motivo recurrente en el estilo de Petrus.

Báculos-zarcillos, racimo de uvas y espiga en uno de los capiteles de Guerguitiáín
La iglesia de Guerguitiáin es un ejemplo de cristianización de costumbre paganas. Se da un doble mensaje en su escultura, pagano y cristiano. Al fin y al cabo hay que pensar que la población que vivía en lo que hoy es el despoblado de Guerguitiaín estaba alejada de las ciudades y de las influencias culturales y religiosas nuevas y conservaría todavía supersticiones y creencias ancladas en lo ancestral.
Por eso el maestro Pedro refleja la naturaleza que veía a su alrededor. Utiliza elementos de la naturaleza para que su escultura fuera fácilmente comprendida por aquellos agricultores y ganaderos que vivieron a la sombra de la Peña de Izaga.
Esa visión de la naturaleza y su interpretación cristiana la tenemos reflejada perfectamente en uno de los capiteles más interesantes que se encuentra a la izquierda de la portada.

Capitel del ave y el cielo de la portada de Guerguitiáin
Vemos un pájaro rodeado del sol, la luna y las estrellas y lo que parecen ser tres hojas de árbol. El ave y el cielo bajo el que trabajaban y vivían los aldeanos de Guerguitiáin y las hojas que representan los árboles que salpicaban sus campos. Pero por otra parte el ave representa el alma, como desde tiempos paganos, como podemos ver por ejemplo en la estela funeraria romana de la iglesia de San Pedro de Lizarra en Estella. El sol, colocado en posición preeminente ya que está en posición centrada y elevada en la composición del capitel es símbolo de Dios, no sólo del Dios cristiano. El sol ha sido considerado dios en muchas culturas y civilizaciones aparte de la cristiana. Pero por otra parte el sol también representa a Cristo, que domina sobre el orbe y toda la naturaleza representada en las estrellas , la luna, y en la naturaleza representada en el ave y en las hojas del árbol.
Por otra parte las tres hojas pueden representar, tal como comenta Hidalgo, a la Trinidad. Las hojas se encuentra al lado de dos representaciones de báculos-zarcillos, como si se aludiera a la preeminencia de la iglesia para comentar e interpretar el mundo a los fieles. Ese mundo está reflejado en los otros motivos del capitel: el sol, el ave, la luna, las estrellas y las hojas de árbol.

Por último reproduzco la interesante lectura de este capitel por Simeón Hidalgo: "El págajo o ave significa el alma del creyente. L luna creciente bajo us pies vence a las tinieblas, símbolo e la muerte y el pecado. Las estrellas bajo la luna representan la luz, la vida, el bien. Luz y tinieblas, muerte y vida, pecado y bondad. Es la lucha entre opuestos. La estrella superior con más rayos es el sol. Las tres hojas bordeadas del lado derecho de la mandorla representan a la Trinidad. Tres personas distintas y un solo Dios verdadero Las líneas en espiral es la representación de los zarcillos e la vid que simbolizan a Jesús."
Como podemos ver, lo pagano y lo cristiano, la naturaleza y su interpretación por la Iglesia, se entremezclan. De esta manera se establece una conexión con aquellos hombres y mujeres que, integrados en la naturaleza que les rodeaba, tenían, con el cristianismo, una nueva manera de comprenderla que les alejaba de otros dioses , supersticiones o tradiciones anteriores.

Uno de los símbolos solares de Guerguitiáin
Muy relevantes son los símbolos solares que podemos ver en otros capiteles. Estos símbolos eran habituales en los pueblos prerromanos como los celtas y los vascones. Uno de ellos es prácticamente igual al de la lápida funeraria romana de la iglesia de San Pedro de Lizarra de Estella. Este símbolo de raigambre pagana se encuentra entre báculos y espigas, símbolos de la iglesia cristiana y la eucaristía. Hidalgo cree que las seis puntas de este símbolo aluden a los seis días de la creación y que estos símbolos son representación de la rueda de la vida. En esta misma interpretación del símbolo solar por Hidalgo también podemos ver una cristianización de lo pagano y precristiano.
Hay que señalar que las espigas que acompañan a este símbolo solar están creciendo, es decir, la espiga todavía no ha desarrollado el grano y por eso, al contrario de la que vimos con el racimo de uvas que estaba hacia abajo, se encuentran hacia arriba. Es el sol el que dará a las espigas la madurez necesaria. Gracias al sol darán fruto y de su fruto el pan con el que se alimentarían los pobladores de Guerguitiáin. Por tanto, en este capitel también podemos ver la representación de la importancia de las labores agrícolas y lo necesario que era el buen fin de la cosecha para aquellos campesinos de la Edad Media. De alguna manera es un capitel propiciatorio. Su inclusión en en la portada de la iglesia sirve de "amuleto" para que el buen tiempo, el sol, aleje el pedrisco y las tormentas o cualquier mal que pudiera acaecer a los campos y traiga una buena cosecha.

Símbolo solar junto a báculos y espigas
En otros capiteles de la portada aparecen caras. Unas aparecen con orejas bien marcadas y otras sin ellas. Según Hidalgo los orejudos serían hombres, y los rostros sin orejas mujeres aludiendo al tocado que era habitualmente usado por las mujeres en la Edad Media y que tapaba sus orejas. Hidalgo comenta que estos rostros representarían a los hombres y mujeres del pueblo de Guerguitiáin. Yo creo que no sólo a los que por entonces vivían. También podrían ser una representación simbólica de los antepasados, de todos los fallecidos de la pequeña comunidad. Su presencia en la iglesia les haría presentes a sus descendientes y tendrían siempre un recuerdo en los rezos y oraciones que se hicieran luego en el interior de la iglesia. Es decir, de alguna manera estas caras representan a la comunidad de Guerguitiáin, a los vivos y a los muertos.

Personaje representado en uno de los capiteles. Se pueden apreciar perfectamente sus orejas
Pero quizás lo más curioso de la portada, tal como señaló Simeón Hidalgo, son el extraño personaje que se encuentra en uno de los capiteles de la derecha, una extraña decoración en la base de los capiteles que nos hará hablar del Camino de Santiago y un personaje nada pudoroso que exhibe su pene sin pudor.
- Continuación: El greenman de la iglesia de Guerguitiáin

Bibliografía:
Hidalgo Valencia, Simeón: La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin. 2012
Hidalgo Valencia, Simeón: El mensaje en piedra del maestro Petrus. 2012

© Julio Asunción

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