Simeón Hidalgo ha estudiado en profundidad la iglesia de Guerguitiáin e
interpretado sus figuraciones (ver bibliografía al final de este al final de este artículo). A su magnífico trabajo le debo buena parte de lo que
aquí se va a comentar.
Lo más interesante de la iglesia de Guerguitiáin es su portada. Sus
capiteles están adornados con figuraciones muy sencillas que casi
parecen realizadas por un niño. En realidad, hay que imaginar a
Petrus como un maestro cantero rural, que cubría los encargos de
pequeñas poblaciones que no se podían permitir a artistas de mayor
capacidad y calidad. Pero, por contra, el maestro Petrus nos lleva
directamente con su escultura a la Navarra más rural y apartada de
finales del siglo XII, que es cuando se piensa que trabajo Petrus.
Simeón Hidalgo cree que Petrus también intervino en las iglesias de
Vesolla, Sangáriz, Garayoa y Eusa entre otras, pero la iglesia de Guerguitiáin es su obra más emblemática.
Profundicemos ahora en el simbolismo de la portada que tiene mucho
más que decir de lo que en principio pudiera parecer debido a su
sencillez.
La portada de la iglesia de Guerguitiáin se abre en la fachada sur
de la iglesia. También arquitectónicamente es muy sencilla. Carece
de tímpano, las columnas son demasiado cortas y los capiteles son
rústicos y de escaso volumen. Pero lo interesante es lo que podemos
ver en esos capiteles, la escultura que labró Petrus.
Hay un motivo recurrente, que recuerda a un báculo de obispo.
Puede ser una manera de manifestar la posesión de la iglesia
por su jerarquía terrenal y su preeminencia espiritual sobre los
fieles. Simeón Hidalgo aporta una hipótesis muy sugerente. Podrían
ser los zarcillos que nacen en las vides y por tanto símbolo del
vino y de la Eucaristía, uno de los sacramentos fundamentales del
cristianismo. Eso quedaría corroborado por el racimo de uvas y la
espiga de trigo que vemos en uno de los capiteles de la izquierda. El
pan y el vino, la sangre y el cuerpo de Cristo. La espiga se
encuentra invertida, tal como sucede en los campos de cereal ya
granados y listos para la cosecha donde el peso del grano hace que la
espiga se incline hacia el suelo. El báculo-zarcillo de vid es un
motivo recurrente en el estilo de Petrus.
La iglesia de Guerguitiáin es un ejemplo de cristianización de
costumbre paganas. Se da un doble mensaje en su escultura, pagano y cristiano. Al fin
y al cabo hay que pensar que la población que vivía en lo que hoy es el despoblado de Guerguitiaín estaba alejada de las ciudades y
de las influencias culturales y religiosas nuevas y conservaría
todavía supersticiones y creencias ancladas en lo ancestral.
Báculos-zarcillos, racimo de uvas y espiga en uno de los capiteles de Guerguitiáín |
Por eso el maestro Pedro refleja la naturaleza que veía a su
alrededor. Utiliza elementos de la naturaleza para que su escultura fuera fácilmente comprendida por aquellos agricultores y ganaderos que vivieron a la sombra de la Peña de Izaga.
Esa visión de la naturaleza y su interpretación cristiana la
tenemos reflejada perfectamente en uno de los capiteles más
interesantes que se encuentra a la izquierda de la portada.
Vemos un pájaro rodeado del sol, la luna y las estrellas y lo que
parecen ser tres hojas de árbol. El ave y el cielo bajo el que
trabajaban y vivían los aldeanos de Guerguitiáin y las hojas que
representan los árboles que salpicaban sus campos. Pero por otra
parte el ave representa el alma, como desde tiempos paganos, como
podemos ver por ejemplo en la estela funeraria romana de la iglesia
de San Pedro de Lizarra en Estella. El sol, colocado en posición
preeminente ya que está en posición centrada y elevada en la
composición del capitel es símbolo de Dios, no sólo del Dios
cristiano. El sol ha sido considerado dios en muchas culturas y
civilizaciones aparte de la cristiana. Pero por otra parte el sol
también representa a Cristo, que domina sobre el orbe y toda la
naturaleza representada en las estrellas , la luna, y en la
naturaleza representada en el ave y en las hojas del árbol.
Capitel del ave y el cielo de la portada de Guerguitiáin |
Por otra parte las tres hojas pueden representar, tal como comenta
Hidalgo, a la Trinidad. Las hojas se encuentra al lado de dos
representaciones de báculos-zarcillos, como si se aludiera a la
preeminencia de la iglesia para comentar e interpretar el mundo a los
fieles. Ese mundo está reflejado en los otros motivos del capitel:
el sol, el ave, la luna, las estrellas y las hojas de árbol.
Por último reproduzco la interesante lectura de este capitel por Simeón Hidalgo: "El págajo o ave significa el alma del creyente. L luna creciente bajo us pies vence a las tinieblas, símbolo e la muerte y el pecado. Las estrellas bajo la luna representan la luz, la vida, el bien. Luz y tinieblas, muerte y vida, pecado y bondad. Es la lucha entre opuestos. La estrella superior con más rayos es el sol. Las tres hojas bordeadas del lado derecho de la mandorla representan a la Trinidad. Tres personas distintas y un solo Dios verdadero Las líneas en espiral es la representación de los zarcillos e la vid que simbolizan a Jesús."
Por último reproduzco la interesante lectura de este capitel por Simeón Hidalgo: "El págajo o ave significa el alma del creyente. L luna creciente bajo us pies vence a las tinieblas, símbolo e la muerte y el pecado. Las estrellas bajo la luna representan la luz, la vida, el bien. Luz y tinieblas, muerte y vida, pecado y bondad. Es la lucha entre opuestos. La estrella superior con más rayos es el sol. Las tres hojas bordeadas del lado derecho de la mandorla representan a la Trinidad. Tres personas distintas y un solo Dios verdadero Las líneas en espiral es la representación de los zarcillos e la vid que simbolizan a Jesús."
Como podemos ver, lo pagano y lo cristiano, la naturaleza y su
interpretación por la Iglesia, se entremezclan. De esta manera se
establece una conexión con aquellos hombres y mujeres que,
integrados en la naturaleza que les rodeaba, tenían, con el
cristianismo, una nueva manera de comprenderla que les alejaba de
otros dioses , supersticiones o tradiciones anteriores.
Muy relevantes son los símbolos solares que podemos ver en otros
capiteles. Estos símbolos eran habituales en los pueblos prerromanos como los celtas y los vascones. Uno de ellos es prácticamente igual al de la lápida funeraria romana de la iglesia de San Pedro de Lizarra de Estella. Este símbolo de raigambre pagana se encuentra entre báculos y espigas, símbolos de la
iglesia cristiana y la eucaristía. Hidalgo cree que las seis puntas
de este símbolo aluden a los seis días de la creación y que estos símbolos son representación de la rueda de la vida. En esta
misma interpretación del símbolo solar por Hidalgo también podemos ver una
cristianización de lo pagano y precristiano.
Uno de los símbolos solares de Guerguitiáin |
Hay que señalar que las espigas que acompañan a este símbolo solar están creciendo, es decir, la espiga todavía no ha desarrollado el grano y por eso, al contrario de la que vimos con el racimo de uvas que estaba hacia abajo, se encuentran hacia arriba. Es el sol el que dará a las espigas la madurez necesaria. Gracias al sol darán fruto y de su fruto el pan con el que se alimentarían los pobladores de Guerguitiáin. Por tanto, en este capitel también podemos ver la representación de la importancia de las labores agrícolas y lo necesario que era el buen fin de la cosecha para aquellos campesinos de la Edad Media. De alguna manera es un capitel propiciatorio. Su inclusión en en la portada de la iglesia sirve de "amuleto" para que el buen tiempo, el sol, aleje el pedrisco y las tormentas o cualquier mal que pudiera acaecer a los campos y traiga una buena cosecha.
En otros capiteles de la portada aparecen caras. Unas aparecen con orejas bien marcadas y
otras sin ellas. Según Hidalgo los orejudos serían hombres, y los
rostros sin orejas mujeres aludiendo al tocado que era habitualmente
usado por las mujeres en la Edad Media y que tapaba sus orejas. Hidalgo comenta que estos
rostros representarían a los hombres y mujeres del pueblo de
Guerguitiáin. Yo creo que no sólo a los que por entonces vivían. También
podrían ser una representación simbólica de los antepasados, de
todos los fallecidos de la pequeña comunidad. Su presencia en la
iglesia les haría presentes a sus descendientes y tendrían siempre
un recuerdo en los rezos y oraciones que se hicieran luego en el
interior de la iglesia. Es decir, de alguna manera estas caras
representan a la comunidad de Guerguitiáin, a los vivos y a los
muertos.
Pero quizás lo más curioso de la portada, tal como señaló Simeón
Hidalgo, son el extraño personaje que se encuentra en uno de los
capiteles de la derecha, una extraña decoración en la base de los capiteles que nos hará hablar del Camino de Santiago y un personaje nada pudoroso que exhibe su pene sin pudor.
Símbolo solar junto a báculos y espigas |
Personaje representado en uno de los capiteles. Se pueden apreciar perfectamente sus orejas |
- Continuación: El greenman de la iglesia de Guerguitiáin
Bibliografía:
Hidalgo Valencia, Simeón: La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin. 2012
Hidalgo Valencia, Simeón: El mensaje en piedra del maestro Petrus. 2012
Bibliografía:
Hidalgo Valencia, Simeón: La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin. 2012
Hidalgo Valencia, Simeón: El mensaje en piedra del maestro Petrus. 2012
© Julio Asunción
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