La antigua ciudad de Graccurris fue fundada en el año 179 a.C. Toma el nombre de su fundador, Tiberio Sempronio Graco, político romano perteneciente a una de las familias más ricas de Roma. La fundación de Graccurris fue fundamental en la estrategia de ocupación del valle medio del Ebro por las tropas romanas en el contexto de las guerras celtíberas y, también, en el proceso de romanización de buena parte de los territorios de La Rioja y Navarra.
Actualmente, la ciudad de Graccurris se encuentra bajo los edificios de Alfaro, una de las localidades más importantes de La Rioja, por lo que la mayor parte de los edificios que tuvo o están destruidos bajo los cimientos de las nuevas construcciónes o sepultados a la espera que sean sacados a la luz por los arqueólogos. Pero, afortunadamente, en el paraje de las Eras de San Martín, todavía podemos ver una pequeña parte de la antigua ciudad romana, especialmente una zona de culto que da fe de la relevancia que tuvo esta antigua ciudad hace 2.000 años.
El yacimiento arqueológico de Graccurris se encuentra al norte de Alfaro, junto al río Alhama. Antes de la ciudad romana existió en el lugar un castro celtíbero llamado Ilurcis. Del castro prerromano no hay ninguna estructura visible. Quizás en el futuro, ya que queda mucho por estudiar y excavar, podamos tener alguna muestra tangible de la primera ocupación del lugar.
Pero, sin duda, el momento de esplendor y mayor influencia del enclave llegó con los romanos. Graccurris controlaba una zona estratégica, ya que se encuentra en el cruce de varios corredores de comunicación (confluencia de los valles de Ebro, del Aragón, del Arga y del Alhama). Estos valles que unían los Pirineos con la meseta y esta con el mar Mediterráneo.
Vista general del yacimiento de Graccurris |
Y, aunque las Eras de San Martín estuvieron pobladas hasta el siglo IX, actualmente los restos más interesantes que podemos ver son los de una importante zona pública dedicada principalmente al culto.
El edificio en cuestión se encuentra en una vaguada entre dos cerros que son parte del yacimiento pero que todavía están sin excavar. Parte de la vaguada se niveló artificialmente para construir espacios de culto alrededor de una gran piscina. Entre la piscina y los habitáculos que se han identificado como templos se dispuso de un pórtico que daba más monumentalidad al conjunto.
Espacio de culto de Graccurris |
Los restos excavados del edificio se han consolidado y son fácilmente identificables, a lo que ayuda los paneles informativos que posibilitan una visita autoguíada del yacimiento arqueológico. De la piscina solo queda una de las paredes, la norte. El muro tiene 25 metros de largo y una altura máxima de 2,5 m. Esta piscina tenía un carácter ritual, lo cual queda acreditado por el gran número de ofrendas, en su mayoría monedas, aparecidas cuando se excavó. Aún queda parte de la piscina ritual por excavar.
Muro norte de la piscina ritual de Graccurris |
Los templos, de pequeñas dimensiones y planta cuadragular, se abrían al pórtico. Se cree que el edificio estuvo en uso en los siglos II y III d.C. En el siglo IV el edificio se convirtió en cantera de las viviendas que ocuparon la zona.
Uno de los templos de Graccurris |
Además también podemos ver una de las calles que pasaban junto a la piscina y al pórtico de los templos. Dada la inclinación de la ladera, esta calle se encontraba a un nivel superior, por lo que se accedía al pórtico por unas escaleras.
Calle, piscina y pórtico del edificio monumental de Graccurris |
Sobre las ruinas de este complejo sagrado se construyeron en la Edad Media viviendas, usándose la piedra del edificio romano como cantera de las nuevas construcciones.
Afortunadamente los arqueólogos han sacado a la luz el antiguo edificio y hoy podemos andar por los mismos lugares donde, hace dos milenios, los antiguos habitantes de Graccurris se encomendaban a los dioses y les pedían un deseo al tiempo que arrojaban una moneda a la piscina ritual. Lo cual nos recuerda que no hemos cambiado tanto. ¿Quién no ha echado una moneda a una fuente para ver si le trae suerte o si se cumple lo que anhela?
El yacimiento está vallado, pero está abierto las 24 horas. Recomiendo también subir a lo más alto del cerro donde están las ruinas arqueológicas. Así, además de tener una buena vista de Alfaro, nos daremos cuenta de lo estratégico del lugar dado el gran control visual de las tierras de alrededor. También veremos como el río Alhama da una buena defensa natural al enclave por su parte norte y oeste.
Vista de Alfaro y el río Alhama desde las Eras de San Martín |
Ojalá en el futuro prosigan las excavaciones y se actúe igual que se ha hecho con las estructuras halladas hasta la actualidad. Así, Graccurris, poco a poco, se convertirá en un yacimiento arqueológico de importancia, emulando ese tiempo en que fue un foco para la romanización de estas tierras celtíberas.
Localización de Graccurris:
Localización de Graccurris:
© Julio Asunción
No hay comentarios:
Publicar un comentario