César Borgia murió en un campo de Navarra entre Viana y Mendavia, cerca del río Ebro. Los hechos que le llevaron a ser abatido por las tropas del conde de Lerín en la mañana del 12 de marzo de 1507 los tienes detallados en este enlace:
A la altura del kilómetro 90 de la carretera NA-134 que comunica Logroño con Mendavia se encuentra el Centro de Investigaciones Agrarias. Al otro lado de la carretera sale una pista asfaltada 30T x=558168 y=4702133. Tomamos este desvío.
250 metros más adelante llegamos a un cruce 30T x=558263 y=4702356. Seguimos por la derecha.
Poste de la ruta César Borgia |
Junto al poste indicativo desciende una pista de tierra a la Barranca Salada. En el descampado que aquí encontramos vemos la estela que indica el lugar donde fue muerto César Borgia 30T x=558600 y=4702116.
Estela en el lugar de la muerte de César Borgia |
Es una sencilla estela en medio de un campo feo, abandonado, lleno de hierbajos. Triste lugar para alguien al que no le faltaron los lujos y las riquezas, aquel que habitó en castillos, palacios y catedrales.
La Barranca Salada, lugar de la muerte de César Borgia |
Pero entre tanta desolación muy cerca del lugar de la muerte del condotiero, crece un árbol que, modestamente, tinta de verde y de vida el paisaje. Un árbol que me hizo recordar que, de alguna manera, César Borgia sigue vivo. Y es que quien es recordado sigue vivo.
El joven árbol que crece junto a la estela de César Borgia |
Y sin duda, este extraño lugar donde murió, es un sitio para recordarlo. Cerca de la estela podemos ver también un panel informativo. Allí aparece el retrato de ese caballero que fue a morir a unos para unos pasos del Padre Ebro, donde seguro nunca había pensado en dejar este mundo.
Cartel informativo en la Barranca Salada |
César Borgia fue enterrado en la Iglesia de Santa María de Viana. Pero el obispo de Calahorra mandó sacar los restos de César de la iglesia de Santa María y enterrarlos en medio de la calle, enfrente de la iglesia para que hombres y bestias pisotearan al que consideraba un vil personaje.
Hoy una lápida señala el lugar de enterramiento de César. En 1953 se le trasladó desde la calle a este lugar un poco más digno. Esa lápida, al igual que la estela de la Barranca Salada, son recordatorios de un episodio que quedó marcado en la historia de Navarra.
Lápida en el lugar de enterramiento de César Borgia, en Viana |
© Julio Asunción
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