CASTILLO DE VILLENA

El castillo de Villena, también conocido como castillo de la Atalaya,  es junto con el Tesoro de Villena el monumento más importante de esta localidad alicantina. Cualquiera que pasa junto a Villena por la autovía que une Madrid y Alicante no puede dejar de admirar la airosa e imponente construcción de la fortaleza villenense.



El origen del castillo está en tiempo de los almohades, en el siglo XII. El castillo de Villena se construyó por los musulmanes para proteger la zona de frontera en que se había convertido esta región con el avance de la Reconquista. Con anterioridad ya existía un anterior castillo en lo alto de la sierra de la Villa, el castillo de Salvatierra, que siguió en uso junto con el nuevo castillo para mejor defensa de la zona, hasta que fue abandonado en el siglo XIV. 
Dos castillos que dan fe de la importancia estratégica de este corredor histórico que es el Valle del Vinalopó, Valle que domina desde la altura el que fue llamado castillo de la Atalaya, que es el otro nombre con el que se conoce al castillo de Villena de hecho, 
El castillo de Villena fue defendido por los moros con uñas y dientes. Las tropas de Jaime I el Conquistador fueron rechazadas tres veces antes de que pudieran tomar la fortaleza a los sarracenos. Era en el año 1240, cuando todavía sonaban los ecos de la gran victoria cristiana de las Navas de Tolosa, victoria que permitió el avance de los cristianos hacia el sur de la Península Ibérica desde sus posiciones en Toledo. 
Poco después de la conquista del castillo de Villena en 1244, la fortaleza pasa a la Corona de Castilla tras la firma del tratado de Almizra. Alfonso X el Sabio creó el Señorío de Villena y cedió el castillo de Villena a su hermano Don Manuel qué tras su muerte dejó la posesión de un extenso territorio dominado por el Castillo de la Atalaya a su hijo don Juan Manuel. Era el año 1283. Con posterioridad el marquesado de Villena pasó a manos de otros nobles. Todos ellos pusieron su granito de arena en la actual imagen del castillo, haciendo reformas que mejoraban su habitabilidad y su defensa. 
Desde 1480 el castillo se incorpora a la Corona y pasa a formar parte de las posesiones de los Reyes Católicos.
Otro episodio donde el castillo tuvo que hacer valer sus imponentes defensas fue la Guerra de Sucesión. El castillo de Villena estaba defendido por 150 soldados franceses y algunos españoles ya que Villena se encontraba en el bando de los Borbones. Las tropas austracistas asediaron la fortaleza duramente entre el 17 y el 24 de abril de 1707. El Castillo fue cañoneado día y noche. Muchos impactos de artillería pueden apreciarse en la gran torre del homenaje que corona el castillo.

El momento más crítico para la conservación del Castillo de Villena fue la Guerra de la Independencia. Los franceses volaron buena parte de la torre del homenaje en abril de 1813 cuando se retiraban hacia Francia al tener ya perdida la guerra contra los españoles.

Hoy el castillo luce imponente sobre la ciudad de Villena. Es su monumento emblematico estando incluso representado en su escudo. En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y también está declarado Bien de Interés Cultural. El interior del castillo de Villena puede visitarse. Hay visitas guiadas donde nos enseñaran el interior del castillo y de las que podemos obtener información en la Oficina de Turismo de Villena.

El castillo se encuentra a 550 metros de altura y controlaba el Valle del Vinalopó, el paso desde la costa hacia las tierras castellanas y murcianas. Aunque el periodo de construcción del castillo y sus diferentes reformas es muy amplio, todavía conserva en los dos cuerpos inferiores de la torre del homenaje la obra de los musulmanes en el siglo XII. El interior de la torre todavía conserva dos espléndidas bóvedas almohades de arcos entrecruzados,  dos joyas de la arquitectura andalusí. Hoy la mayor parte de lo que podemos ver se construyó en las reformas de los siglos XIV y XV
Una curiosidad son los graffitis que se conservan en el interior de la torre del homenaje. Durante las guerras de sucesión y de independencia el castillo también fue usado como prisión. Los graffitis son grabados realizados por los presos que penaron en estas dependencias. Destaca entre ellos un símbolo islámico: la mano de Fátima, que muy probablemente es de tiempos anteriores, cuando el castillo estaba ocupado por los musulmanes.

El castillo parece recobrar la vida de antaño durante las fiestas de Villena, donde es escenario, por ejemplo, de combates de caballeros durante las Fiestas del Medievo. En este enlace tienes más información de estas fiestas.



Otro de los atractivos que ofrece al visitante el castillo de Villena son las extensas panorámicas que se disfrutan desde el mismo y que abarcan decenas de kilómetros. En este vídeo tienes una muestra de los amplios horizontes que domina la fortaleza:




El castillo de Villena además de ser un gran monumento está en el centro de la historia de Villena y también en el corazón de los villenenses. No cabe duda que la fortaleza de Villena merece una parada en esta localidad la cual además guarda otros atractivos turísticos de gran valor, entre ellos el impresionante Tesoro de Villena o la iglesia gótico-renacentista de Santiago. En este enlace tienes más información  de estos y otros monumentos.
- VILLENA  Recorido monumental

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

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