Los libros de Historia siempre retrotraen el origen de la ciudad de Madrid a la fundación de Magerit por los musulmanes. Pero el primer poblamiento estable de lo que hoy es la capital de España viene de muchos siglos más atrás en el tiempo. No nos referimos aquí a los hallazgos del Paleolítico (tanto fauna como instrumentos líticos realizados por el hombre) que se han encontrado en varios yacimientos de las terrazas del río manzanares. La primera ocupación estable del antiguo Madrid se documentó en unas excavaciones realizadas en el castizo cerro de las Vistillas. El lugar es en plena zona vieja, en la calle Angosta de los Mancebos nº 3. Esta calle está a un paso del puente de Segovia y de la Catedral de la Almudena. En los bajos de este solar, sobre el que hoy se ha construido un edificio moderno, se excavó parte de un poblado de hace 3.500 años que estaba formado por cabañas construidas con ramas y revestidas de barro.
En su interior y en los alrededores de las cabañas, estos primeros pobladores excavaron hoyos para guardar cereales. La agricultura, junto con la caza y la ganadería eran los modos de vida de los habitantes de este poblado de la Edad del Bronce. Desde la altura del cerro de las vistillas tendrían un gran dominio visual del entorno, ventaja que seguro que fue una de las razones para elegir la ubicación.
Este poblado se enmarca históricamente en esa primera sedentarización de los grupos humanos que trajo el Neolítico y que se fue consolidando en la Edad del Bronce. Por tanto podemos decir que el poblamiento estable más antiguo de Madrid corresponde a la Edad del Bronce, no a tiempos musulmanes como es creído mayoritariamente.
El curioso que quiera aproximarse al lugar donde estuvo el primer asentamiento estable documentado de Madrid se puede acercar a la pequeña plaza donde está el edificio moderno (Angosta de los Mancebos, nº 3) que se construyó tras las excavaciones. El poblado no sólo debió ocupar esta finca. Seguramente se extendería por la superficie ocupada por los edificios cercanos y también por la plaza.
La visita se debe completar acercándonos al Museo de los Orígenes, que está muy cerca, a 200 metros, junto a la iglesia de San Andrés. Allí, en una vitrina en el primer piso, veremos algunas de las cerámicas de más de 3.000 años de antigüedad que se encontraron en el yacimiento de la calle Angosta de los Mancebos.
No estaría de más que se pusiera una placa en la fachada de la finca de Angosto de los Mancebos 3 que informara del que fue primer poblado de Madrid. Una placa del estilo de esas placas amarillas que desde las fachadas de muchos edificios nos cuentan historias y acontecimientos de Madrid, muchos de ellos de bastante menos importancia para la Historia de la ciudad que el aquí tratado.
Hace años me dirigí por escrito al ayuntamiento de Madrid comentando este tema. Se me contestó con buenas palabras pero la solicitud no dio ningún resultado, y en mi última visita al lugar todo sigue igual. Ni los vecinos saben del pasado que tienen en el subsuelo de su finca. Que por lo menos valga este artículo para difundir esta parte de la Historia de Madrid tan desconocida.
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¡Qué interesante! Mil gracias!
ResponderEliminarMil gracias, muy interesante!
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