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LERÍN el pueblo mirador


Lerín es un pueblo de la merindad de Estella. Es un lugar muy vinculado a la historia de Navarra. Era señorío de los Condes de Lerín, los que encabezaron la facción beaumontesa, uno de los bandos que protagonizó las guerras civiles que asolaron el antiguo reino de Navarra en los siglos XV y XVI. Los beaumonteses del conde de Lerín apoyaron primero al príncipe Carlos de Viana en su lucha contra su padre Juan II y posteriormente a las tropas castellanas de Fernando el católico en la guerra que acabó con la conquista de Navarra por Castilla. Hoy Lerín es un pueblo alejado de las rutas turísticas pero que bien merece un paseo por sus calles donde disfrutaremos de sus monumentos y también de las múltiples panorámicas que ofrece. Precisamente las panorámicas y los miradores es lo que más me gustó del pueblo y de ahí el llamar a Lerín "pueblo mirador" en el encabezamiento de este artículo.



Lo primero que hay que señalar de Lerín es su ubicación, ya que se encuentra en una posición estratégica en lo alto de un cerro yesífero cerca de la ribera del río Ega, Precisamente esta ubicación de Lerín es lo que va a permitir disfrutar de grandes panorámicas sobre su entorno. Y ese control visual es lo que hizo que el cerro donde se encuentra Lerín fuera aprovechado con fines militares a lo largo de la historia. En la Edad Media hubo aquí un castillo hoy desaparecido. Más recientemente fue un importante enclave militar durante las guerras carlistas. Prueba de ello es el fuerte carlista que todavía podemos contemplar.
La iglesia de Lerín desde el fuerte carlista

El recorrido que aquí propongo se puede realizar aproximadamente en una hora. Tiene una longitud de 1,5 km. Nos va a permitir visitar los monumentos principales del pueblo y solazarnos con los paseos perimetrales que, desde los bordes del cerro, va a permitir contemplar vistas que abarcan decenas de kilómetros a la redonda.
Ayuntamiento de Lerín
Dejaremos el coche el coche junto al ayuntamiento, en la parte norte de Lerín. El Ayuntamiento de Lerín es un edificio moderno y bastante sencillo, pero realizado por uno de los arquitectos más importantes de Navarra: Víctor Eusa, autor de edificios tan emblemáticos como el seminario de Pamplona, la basílica de la Virgen de Puy en Estella y el ahora cuestionado Monumento a los Caidos de Pamplona edificio en que colaboró con José Yárnoz. El edificio del ayuntamiento de Lerín fue construido en 1927.



Desde el ayuntamiento seguiremos por la calle Mayor hasta llegar a la plaza de la Constitución que es donde se encuentra la monumental iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Es una iglesia de origen medieval muy reformada en siglos posteriores. Es el edificio que más destaca en el skyline del pueblo cuando nos acercamos a Lerín. Para visitar su interior tendremos que esperar a la celebración de las misas.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Lerín

La iglesia fue utilizada como iglesia fortificada durante las guerras carlistas. Destaca la rotundidad de sus formas coronada por el campanario. Junto a la iglesia está la casa parroquial, palacio blasonado donde podemos ver el escudo de Lerín que representa un cerro coronado por un castillo. Iglesia y palacio hacen de esta plaza la mejor escenografía monumental que podemos disfrutar en Lerín.

Antiguo escudo de Lerín
En la trasera de la Iglesia hay un pequeño jardín con la imagen de la virgen sobre una columna.
Desde la plaza de la iglesia continuaremos por la calle Mayor hasta su final donde llegaremos a un agradable paseo con árboles (calle Mirador del Ega) que se asoma al precipicio y que ya nos permite extender nuestra mirada hacia los horizontes que se abren al sur de Lerín.

Paseo en Lerín

Seguiremos este paseo hacia la derecha, hacia el oeste, y enseguida toparemos con otro de los vestigios históricos de Lerín: El Fuerte Cazorla. El Fuerte Cazorla era un punto estratégico avanzado de los liberales frente a los carlistas que en 1873 habían conquistado Estella. En este momento, la iglesia parroquial se fortificó, usando la torre como atalaya y el interior del templo como almacén de víveres. El general Moriones mando construir este fortín carlista para convertir a Lerín en una buena posición desde donde abordar las ofensivas contra los carlistas acantonados en Estella.

Fuerte Cazorla

El nombre de Fuerte de Cazorla es un homenaje al capitán de Ingenieros llamado así que murió en 1974 en la batalla de Santa Bárbara de Mañeru. En este enlace hablo de esa batalla y de una ruta que lleva a la ermita:
- Ermita de Santa Bárbara desde Mañeru
El fuerte se utilizó durante dos años, quedando en desuso tras la derrota de los carlistas. Pasó de nuevo al ayuntamiento en 1877. El fuerte no fue demolido ya que se destinó posteriormente a vivienda de familias necesitadas. Gracias a que no fue demolido hoy podemos pasearnos por sus murallas y baluartes. Es uno de los monumentos de las guerras carlistas más interesantes de Navarra y uno de los escasos ejemplos de arquitectura militar de esta contienda que se conservan.
En 1985 el Ayuntamiento de Lerín recupera el monumento. Hoy además es un mirador que permite apreciar una bella panorámica que va desde Montejurra a la sierra de Urbaa y desde Ezcaray hasta el Moncayo.

Mirador en el Fuerte Cazorla

Continuaremos por el paseo del río Ega que desde lo alto del cerro va recorriendo su perímetro oeste. En todo momento seguiremos disfrutando de vistas de campos y montañas. En una parte de este paseo tendremos una bonita panorámica de Lerín con la iglesia coronando el caserío que se desparrama en varios niveles por la ladera del cerro.
Lerín desde uno de los miradores

Por último, podemos coger el coche y acercarnos a la ermita la Virgen blanca, que se encuentra en la base del cerro, muy cerca del río Ega. La ermita es bastante rústica en su exterior. Desde aquí podemos ver los cortados yesíferos sobre los que se levanta Lerín.

 
Ermita de la Virgen Blanca. Lerín.



Aquí tienes un mapa con la ruta y también puedes bajarte el recorrido para gps en el siguiente enlace o

- Track y waypoints de la ruta monumental en Lerín en Wikiloc.






IGLESIA DE GUERGUITIÁIN 4/4 Las patas de oca, el canecillo sexual y la luz divina


En las entradas anteriores de este blog ya hemos tratado sobre la escultura de la iglesia románica de Guerguitiáín. Vimos como el maestro Petrus, a partir de la observación de la naturaleza, crea en la piedra un mensaje que cristianiza símbolos paganos. Un mensaje que era accesible a los sencillos agricultores que habitaban estas tierras del Valle de Izagaondoa en la Edad Media.
Pero todavía quedan tres detalles sorprendentes de la iglesia de Guerguitiáin por descubrir. Ya hemos comentado que Guerguitiáin se encuentra en un ramal secundario del Camino de Santiago aragonés. Petrus también dejó huella de esta circunstancia en la portada de la iglesia.

Tal como ya se dio cuenta el principal estudioso de esta iglesia y del trabajo del maestro Petrus, Simeón Hidalgo, en la basa de las columnas de la portada se han representado patas de oca.
Representación de las patas de oca en las columnas de Guerguitiáin
La oca fue un animal considerado sagrado en muchas culturas. Lo fue para los druídas celtas, para los egipcios y para la civilización india entre otras. Este relación de la oca con lo mistérico también se da en el Camino de Santiago. La oca ha formado parte de la mitología desde el origen de las civilizaciones. Se cree que el famoso y antiguo juego de la Oca es una traslación del Camino de Santiago a un tablero. Como en el Camino, en el juego se emprende un viaje donde el jugador, a imagen de un peregrino, tiene que superar dificultades para llegar a la meta. Hay que recordar que en la famosa guía medieval del Camino de Santiago escrita por Ayeric Picaud, este peregrino francés divide el camino en trece etapas, el mismo número de veces que aparece la oca en el tablero de juego.
La huella de la oca aparece en muchas iglesias del Camino. Y también la encontramos en la iglesia de San Martín de Guerguitiaín. Se encuentra en la base de las columnas de la portada que flanquean la entrada al templo. La iglesia de Guerguitiáin es una iglesia del Camino y las enseñanzas y mensajes que ya hemos comentado en las entradas anteriores también iban dirigidos a los peregrinos que por aquí pasaban.
Sobre las columnas se encuentran las caras que ya comentamos que podían simbolizar a la comunidad que vivía en Guerguitiáin en la Edad Media. Estas caras podrían tener un doble significado ya que, al estar sobre las columnas con las patas de oca, uno de los símbolos del Camino de Santiago, también serían la representación de los peregrinos que se acercaran al templo. Así las caras tendrían diferente lectura según quien las leyera.
Me viene también a la memoria una antigua leyenda romana. Las ocas salvaron de expolio el recinto sagrado del Capitolio de Roma ante el ataque de los galos en el año 390 a.C. Las ruidosas aves alertaron con sus graznidos de la proximidad de los atecantes, lo que posibilitó la defensa del Capitolio. Quizás, como en esta leyenda, las patas de oca en las columnas junto a la entrada de Guerguitiáin también sean símbolos protectores de lo sagrado.
Personaje sexual del canecillo de Guerguitiáin
Quedan otros dos detalles curiosos por comentar. Encima del tímpano queda un canecillo. Aunque no se conserva muy bien podemos apreciar perfectamente el motivo representado: un hombre con el pene erecto. Simeón Hidalgo hace una interpretación muy sugerente del canecillo: “Este personaje no hace otra cosa que derramar simbólicamente desde lo alto, como lluvia, su semilla y fecunda a la Madre Tierra para que reviva año tras año y nos dé sus frutos”. La representación sexual tendría que ver con ese halo de paganismo que subyace en la escultura de la portada y que ya hemos analizado en las anteriores entradas del blog.
También en este caso podemos ir a la posible interpretación cristianizada del personaje. Sería una crítica al pecado de la lujuria, uno de los siete pecados capitales que marca la Iglesia. En el arte románico es habitual colocar en los canecillos figuras de pecadores y de monstruos y demonios. Tiene un sentido. Es como si eternamente sufrieran el castigo de aguantar el peso del techo del templo, ya que los canecillos están colocados justo debajo de la techumbre de las iglesias.
Y por último mencionaremos otra curiosidad de esta iglesia que también descubrió Simeón Hidalgo. Hidalgo ha pasado más de una noche en este solitario paraje. Petrus construyó la iglesia de tal manera que en el amanecer de los solsticios de verano la primera luz del día entrara por la ventana del ábside creando un efecto luminoso singular y simbólico. En el solsticio de verano el día es el más largo del año. La luz (Dios) se hace notar como nunca. Y esa luz que inunda la iglesia en esos amaneceres tan especiales hacen simbólicamente presente a la divinidad en la iglesia. En este enlace tienes la entrada al blog de Hidalgo donde comenta su descubrimiento y donde podemos ver una foto sacada por él en ese amanecer del solsticio de verano.

- Blog de Simeón Hidalgo
La iglesia de Guerguitiáin está cerrada habitualmente. No estaría de más que permaneciera abierta con algún cartel que indicara la obligación de respetarla y conservarla. Es una pena que por cuatro descerebrados que no saben comportarse los demás, los que nos acercamos al arte con respeto, tengamos que ver limitadas nuestras ganas de conocer y compartir. No obstante la iglesia de Guerguitiáin y la contemplación de su sencilla pero simbólica escultura hace de este un lugar muy especial. Para no perdérselo.
Bibliografía:
Hidalgo Valencia, Simeón: La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin. 2012
Hidalgo Valencia, Simeón: El mensaje en piedra del maestro Petrus. 2012

IGLESIA DE GUERGUITIÁIN 3/4 El Greenman

- Anterior: portada de la iglesia de Guerguitiáin

Entre los capiteles de la iglesia de San Martín de Guerguitiáin encontramos uno que es especialmente sugerente y misterioso. Es en el que está representado un extraño rostro cuyos ojos y cara estan formados por ese recurrente báculo-zarcillo de vid que hemos visto en los otros capiteles de la iglesia.  
Simeón Hidalgo dice que podría ser la interpretación de Cristo por su parecido con otras representaciones del Salvador en la pintura románica.
En este artículo voy a aventurar otra hipótesis. Se podría tratar de la representación de un Greenman u hombre verde. El Greenman es una cara más o menos humana de la cual emerge la vegetación. Es un símbolo pagano, muy antiguo. Este símbolo fue cristianizado y utilizado en iglesias de la Edad Media hasta el Concilio de Trento, ya en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se establecieron normas estrictas con respecto a la iconografía en los templos cristianos. Encontramos varios greenman en Navara como el de la iglesia de San Vicente de Larumbe , en el ábdise de la iglesia de San Juan Bautista de Aberín o los de la capilla Barbazana de la catedral de Pamplona.
El greenman es otra muestra de la cristianización de elementos paganos y de la interpretación de la naturaleza desde el prisma del cristianismo. En su origen el greenman era una personificación de la fecundidad de la naturaleza. En los templos cristianos hay que leerlos como un símbolo de la resurrección representado en la capacidad de la naturaleza para regenerarse cada primavera y por tanto es.
No sólo los zarcillos de vid forman la cara y los ojos del personaje. Junto al extraño rostro vuelven a aparecer las tres hojas que ya vimos en otro de los capiteles y que parecen brotar de su mejilla. Las tres hojas que serían la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que posibilitan y esperan la resurrección de los muertos, resurrección encarnada por el Greenman.
Pero lo más curioso de este personaje es lo que hizo notar Simeón Hidalgo. Si invertimos al personaje de repente nos encontraremos con un personaje cornudo y con patas de macho cabrío. El Diablo. Los báculos-zarcillos quedan hacia abajo, vencidos y arrumbados. A la derecha del ser maligno, las tres hojas, la Trinidad en la mandorla. El Bien y el Mal enfrentados. Ante el creyente que se acercara a la iglesia el capitel podía expresar el siguiente mensaje: Si todo es conforme a lo establecido por la Iglesia (báculos-zarcillos), obtendremos la bendición de la Resurrección (greenman) cuando llegue el día de Juicio Final y tendremos nuestro lugar junto al Padre, al Hijo y al Espiritu Santo en el cielo (las tres hojas). En cambio, si invertimos el orden correcto de las cosas (inversión del capitel), tendremos que vernos con el Diablo (personaje cornudo).

El capitel del extraño personaje invertido

Además podemos ver una representación solar sobre la mandorla de la Trinidad. El sol, la luz, en lo más alto. En cambio, cuando el capitel queda invertido es el personaje cornudo el que destaca, y el sol parece que se pone, está en su punto más bajo, vendrá la oscuridad.
Que duda cabe que si nos tomamos nuestro tiempo observando los sencillos capiteles de Guerguitiáin nos daremos cuenta de que las piedras hablan. Y nos hablan de tiempos muy lejanos, donde los valores y las mentalidades eran muy diferentes a los del hombre moderno.
Pero todavía quedan sorpresas en la iglesia de Guerguitiáin. En breve publicaré otra entrada del blog donde hablaremos de las patas de oca del Camino de Santiago y de un atrevido personaje fálico.
Bibliografía:
Hidalgo Valencia, Simeón: La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin. 2012
Hidalgo Valencia, Simeón: El mensaje en piedra del maestro Petrus. 2012

IGLESIA DE GUERGUITIÁIN 1/4 Introducción


Es sabido que el Camino de Santiago pasa por Navarra. Desde Roncesvalles atraviesa Navarra un tramo del Camino de Santiago francés y desde Sangüesa a Puente la Reina un tramo del ramal aragonés. Menos conocidos son el tramo del Camino de Santiago que atraviesa Baztán o el Camino del Ebro en el sur de la comunidad.Pero mucho más desconocido es la existencia de un tramo secundario del ramal aragonés que, para evitar el puerto de Loiti, desde Sangüesa se dirige a Lumbier y desde allí recorre buena parte del Valle de Izagaondoa e Ibargoiti pasando por el pequeño pueblo de Induráin. Desde Induráin lleva al despoblado de Guergitiáin y al caserío de Celigüeta, para posteriormente volverse a unir en Monreal al camino de Santiago aragonés. En el siguiente enlace puedes ver una ruta que recorre buena parte de este ramal del Camino de Santiago saliendo desde el pueblo de Induráin y que llega hasta el caserío de Celigüeta donde hay una importante torre medieval que está declarada Bien de Interés cultural.
En este ramal del Camino de Santiago tan desconocido encontramos una de las joyas del románico rural en Navarra. Es una de las pocas iglesias medievales cuyo artífice está identificado. El constructor y escultor de la pequeña iglesia románica de Guerguitiáin es el maestro Petrus que firmó con su nombre en uno de los capiteles interiores del templo. Aunque encontramos otras firmas de artistas románicos en Navarra, como en la fachada de Santa María de Sangüesa (Leodegarius) o el capitel de Roldán en Estella (Martinus), son muy pocos los ejemplos en que conocemos al autor de estos monumentos de los siglos XII y XIII.


Para llegar a la iglesia de Guerguitiáin recomiendo la ruta senderista arriba mencionada donde disfrutaremos del paisaje que vivieron los que oraron en esta iglesia, aunque también se puede llegar en 4x4 por la pista de tierra que nace en Induráin. Menos recomendable es usar un turismo ya que la pista tiene bastante piedras.
Guerguitiain es una iglesia sencilla, de un románico rural muy alejado de las grandes obras que podemos visitar en Navarra coma la ya nombrada iglesia de Santa María de Sangüesa, el monasterio de Leyre o el románico de Estella. Pero tiene un encanto especial por su sencillez y sobre todo por su simbolismo. 


La estructura de la iglesia es muy sencilla, la típica del románico rural navarro, con nave única y ábside semicircular. Guerguitiáin en la Edad Media era un pequeño poblado en las estribaciones de la Peña de Izaga. La iglesia, como ha pasado con buena parte de las casas del pueblo, estuvo a punto de hundirse. Pero gracias al interés de los vecinos del valle y al amor de estos por el patrimonio, se consiguió su consolidación y restauración por el Gobierno de Navarra en el año 2012, por lo que en el futuro podremos seguir disfrutando de esta encantadora Iglesia románica.
Pasemos ahora a comentar la escultura de la portada de Guerguitiáin, sin duda lo más interesante de esta iglesia románica. No te lo pierdas. Nos vamos a trasladar en el tiempo a conocer como las mentalidades y las inquietudes de una pequeña comunidad agraria de la Edad Media han quedado plasmadas en la piedra.

- Portada de la iglesia de Guerguitiáin

Otras entradas relacionadas con la iglesia de Guerguitiáín:
- El Greenman de Guerguitiáin
- Las patas de Oca, el canecillo de contenido sexual y la luz divina.

IGLESIA DE GUERGUITIÁIN 2/4 Portada


Simeón Hidalgo ha estudiado en profundidad la iglesia de Guerguitiáin e interpretado sus figuraciones (ver bibliografía al final de este al final de este artículo). A su magnífico trabajo le debo buena parte de lo que aquí se va a comentar.
Lo más interesante de la iglesia de Guerguitiáin es su portada. Sus capiteles están adornados con figuraciones muy sencillas que casi parecen realizadas por un niño. En realidad, hay que imaginar a Petrus como un maestro cantero rural, que cubría los encargos de pequeñas poblaciones que no se podían permitir a artistas de mayor capacidad y calidad. Pero, por contra, el maestro Petrus nos lleva directamente con su escultura a la Navarra más rural y apartada de finales del siglo XII, que es cuando se piensa que trabajo Petrus. Simeón Hidalgo cree que Petrus también intervino en las iglesias de Vesolla, Sangáriz, Garayoa y Eusa entre otras, pero la iglesia de Guerguitiáin es su obra más emblemática.
Profundicemos ahora en el simbolismo de la portada que tiene mucho más que decir de lo que en principio pudiera parecer debido a su sencillez.
La portada de la iglesia de Guerguitiáin se abre en la fachada sur de la iglesia. También arquitectónicamente es muy sencilla. Carece de tímpano, las columnas son demasiado cortas y los capiteles son rústicos y de escaso volumen. Pero lo interesante es lo que podemos ver en esos capiteles, la escultura que labró Petrus.  
Hay un motivo recurrente, que recuerda a un báculo de obispo. Puede ser una manera de manifestar la posesión de la iglesia por su jerarquía terrenal y su preeminencia espiritual sobre los fieles. Simeón Hidalgo aporta una hipótesis muy sugerente. Podrían ser los zarcillos que nacen en las vides y por tanto símbolo del vino y de la Eucaristía, uno de los sacramentos fundamentales del cristianismo. Eso quedaría corroborado por el racimo de uvas y la espiga de trigo que vemos en uno de los capiteles de la izquierda. El pan y el vino, la sangre y el cuerpo de Cristo. La espiga se encuentra invertida, tal como sucede en los campos de cereal ya granados y listos para la cosecha donde el peso del grano hace que la espiga se incline hacia el suelo. El báculo-zarcillo de vid es un motivo recurrente en el estilo de Petrus.

Báculos-zarcillos, racimo de uvas y espiga en uno de los capiteles de Guerguitiáín
La iglesia de Guerguitiáin es un ejemplo de cristianización de costumbre paganas. Se da un doble mensaje en su escultura, pagano y cristiano. Al fin y al cabo hay que pensar que la población que vivía en lo que hoy es el despoblado de Guerguitiaín estaba alejada de las ciudades y de las influencias culturales y religiosas nuevas y conservaría todavía supersticiones y creencias ancladas en lo ancestral.
Por eso el maestro Pedro refleja la naturaleza que veía a su alrededor. Utiliza elementos de la naturaleza para que su escultura fuera fácilmente comprendida por aquellos agricultores y ganaderos que vivieron a la sombra de la Peña de Izaga.
Esa visión de la naturaleza y su interpretación cristiana la tenemos reflejada perfectamente en uno de los capiteles más interesantes que se encuentra a la izquierda de la portada.

Capitel del ave y el cielo de la portada de Guerguitiáin
Vemos un pájaro rodeado del sol, la luna y las estrellas y lo que parecen ser tres hojas de árbol. El ave y el cielo bajo el que trabajaban y vivían los aldeanos de Guerguitiáin y las hojas que representan los árboles que salpicaban sus campos. Pero por otra parte el ave representa el alma, como desde tiempos paganos, como podemos ver por ejemplo en la estela funeraria romana de la iglesia de San Pedro de Lizarra en Estella. El sol, colocado en posición preeminente ya que está en posición centrada y elevada en la composición del capitel es símbolo de Dios, no sólo del Dios cristiano. El sol ha sido considerado dios en muchas culturas y civilizaciones aparte de la cristiana. Pero por otra parte el sol también representa a Cristo, que domina sobre el orbe y toda la naturaleza representada en las estrellas , la luna, y en la naturaleza representada en el ave y en las hojas del árbol.
Por otra parte las tres hojas pueden representar, tal como comenta Hidalgo, a la Trinidad. Las hojas se encuentra al lado de dos representaciones de báculos-zarcillos, como si se aludiera a la preeminencia de la iglesia para comentar e interpretar el mundo a los fieles. Ese mundo está reflejado en los otros motivos del capitel: el sol, el ave, la luna, las estrellas y las hojas de árbol.

Por último reproduzco la interesante lectura de este capitel por Simeón Hidalgo: "El págajo o ave significa el alma del creyente. L luna creciente bajo us pies vence a las tinieblas, símbolo e la muerte y el pecado. Las estrellas bajo la luna representan la luz, la vida, el bien. Luz y tinieblas, muerte y vida, pecado y bondad. Es la lucha entre opuestos. La estrella superior con más rayos es el sol. Las tres hojas bordeadas del lado derecho de la mandorla representan a la Trinidad. Tres personas distintas y un solo Dios verdadero Las líneas en espiral es la representación de los zarcillos e la vid que simbolizan a Jesús."
Como podemos ver, lo pagano y lo cristiano, la naturaleza y su interpretación por la Iglesia, se entremezclan. De esta manera se establece una conexión con aquellos hombres y mujeres que, integrados en la naturaleza que les rodeaba, tenían, con el cristianismo, una nueva manera de comprenderla que les alejaba de otros dioses , supersticiones o tradiciones anteriores.

Uno de los símbolos solares de Guerguitiáin
Muy relevantes son los símbolos solares que podemos ver en otros capiteles. Estos símbolos eran habituales en los pueblos prerromanos como los celtas y los vascones. Uno de ellos es prácticamente igual al de la lápida funeraria romana de la iglesia de San Pedro de Lizarra de Estella. Este símbolo de raigambre pagana se encuentra entre báculos y espigas, símbolos de la iglesia cristiana y la eucaristía. Hidalgo cree que las seis puntas de este símbolo aluden a los seis días de la creación y que estos símbolos son representación de la rueda de la vida. En esta misma interpretación del símbolo solar por Hidalgo también podemos ver una cristianización de lo pagano y precristiano.
Hay que señalar que las espigas que acompañan a este símbolo solar están creciendo, es decir, la espiga todavía no ha desarrollado el grano y por eso, al contrario de la que vimos con el racimo de uvas que estaba hacia abajo, se encuentran hacia arriba. Es el sol el que dará a las espigas la madurez necesaria. Gracias al sol darán fruto y de su fruto el pan con el que se alimentarían los pobladores de Guerguitiáin. Por tanto, en este capitel también podemos ver la representación de la importancia de las labores agrícolas y lo necesario que era el buen fin de la cosecha para aquellos campesinos de la Edad Media. De alguna manera es un capitel propiciatorio. Su inclusión en en la portada de la iglesia sirve de "amuleto" para que el buen tiempo, el sol, aleje el pedrisco y las tormentas o cualquier mal que pudiera acaecer a los campos y traiga una buena cosecha.

Símbolo solar junto a báculos y espigas
En otros capiteles de la portada aparecen caras. Unas aparecen con orejas bien marcadas y otras sin ellas. Según Hidalgo los orejudos serían hombres, y los rostros sin orejas mujeres aludiendo al tocado que era habitualmente usado por las mujeres en la Edad Media y que tapaba sus orejas. Hidalgo comenta que estos rostros representarían a los hombres y mujeres del pueblo de Guerguitiáin. Yo creo que no sólo a los que por entonces vivían. También podrían ser una representación simbólica de los antepasados, de todos los fallecidos de la pequeña comunidad. Su presencia en la iglesia les haría presentes a sus descendientes y tendrían siempre un recuerdo en los rezos y oraciones que se hicieran luego en el interior de la iglesia. Es decir, de alguna manera estas caras representan a la comunidad de Guerguitiáin, a los vivos y a los muertos.

Personaje representado en uno de los capiteles. Se pueden apreciar perfectamente sus orejas
Pero quizás lo más curioso de la portada, tal como señaló Simeón Hidalgo, son el extraño personaje que se encuentra en uno de los capiteles de la derecha, una extraña decoración en la base de los capiteles que nos hará hablar del Camino de Santiago y un personaje nada pudoroso que exhibe su pene sin pudor.
- Continuación: El greenman de la iglesia de Guerguitiáin

Bibliografía:
Hidalgo Valencia, Simeón: La ruta del maestro Petrus de Guerguitiáin. 2012
Hidalgo Valencia, Simeón: El mensaje en piedra del maestro Petrus. 2012

© Julio Asunción