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Un posible ritual sagrado en el dolmen de Cubillejo de Lara

Toda la información sobre el dolmen de Cubillejo de Lara la tienes en este enlace:
- Dolmen de Cubillejo. Burgos

Hace 5000 años en el dolmen de Cubillejo de Lara se inhumó a gentes que debieron ser importantes para su comunidad, quizás sus mismos líderes o reyes. Es muy probable que aquí se realizaran enterramientos secundarios, es decir, los huesos descarnados tras haber sido enterrados o expuestos al descarnado en otro lugar, pudieron ser trasladados a este mágico panteón. Seguro que esto se hacía en una ceremonia muy especial de la que nunca sabremos su contenido pero que quizás podamos imaginar. Me permito en este corto texto novelado hacer una hipótesis que nunca se podrá comprobar.
El sacerdote de la tribu mira fijamente hacia el este esperando a que el sol salga sobre el horizonte. Un escalofrío recorre su espalda. Quizás sea debido al frío de ese duro invierno que ahora comienza o también puede que sea el nerviosismo ante la ceremonia sagrada que le pondrá en contacto con los muertos. 
De repente, la bola de fuego del astro rey se asoma sobre la tierra lentamente. Los primeros rayos iluminan el gran túmulo del dolmen. En ese momento el sacerdote eleva su letanía hacia el naciente sol. Varios hombres mueven la piedra que cierra el corredor del dolmen. La luz entra por el pasillo formado por los pesados megalitos.
En una mortaja de lino le acercan los huesos descarnados del gran rey-guerrero. Otro de los asistentes aproxima al sacerdote un cuenco con agua recién cogida de la confluencia de los arroyos que rodean al dolmen. El sacerdote hunde sus dedos en el agua y rocía levemente los huesos como si quisiera volver a darles vida con la “vida” del agua. 
Seguidamente, ante la mirada de los hombres y mujeres de la tribu, el sacerdote se introduce en el pasillo del dolmen. Entra en la cámara funeraria que se ilumina fantasmalmente con la luz del amanecer. Desde la cámara ve el disco solar enmarcado por los megalitos del corredor. Deposita lentamente los huesos junto a otros de los enterrados en anteriores ceremonias. Coloca también junto a los huesos ese brazalete de concha que siempre llevaba el difunto como símbolo de distinción. El sacerdote recita sus cantos funerarios que suenan extraños en el interior de la cámara funeraria repleta de huesos. 


Los megalitos del dolmen de Cubillejo de Lara

Tras despedirse de los ancestros vuelve a salir al corredor. El sol ha ascendido pero ahora deposita su última luz sobre los grabados que adornan uno de los megalitos del corredor. El sacerdote se para ante el grabado circular que representa al sol. Se establece un contacto sagrado entre el dolmen a través de la pequeña representación solar y la luz del sol real que ilumina la gran roca. El sacerdote toca el sol grabado y reza. Seguidamente toca los grabados de los cuadrúpedos pidiendo riqueza para la comunidad y salud para el ganado de la tribu. No sólo se lo pide a los dioses. También lo pide al espíritu de los insignes antepasados cuyos huesos reposan en el dolmen. El rayo de luz desaparece del panteón prehistórico al elevarse el sol en el cielo. El sacerdote sale al exterior donde le esperan los otros miembros del clan. Guardan un respetuoso silencio. Ya de vuelta al mundo real, el sacerdote piensa que en el futuro sus huesos también estarán allí, en el dolmen, junto con los de los antepasados. Y también piensa que, igual que acaba de salir de la oscuridad del panteón prehistórico a la luz de ese sol naciente, su espíritu, como el espíritu de los que quedaron en la cámara funeraria, también verá una luz aún más pura, la de un nuevo amanecer, cuando le toque viajar al más allá.

Localización del dolmen de Cubillejo de Lara

En este enlace tienes toda la información sobre este monumento megalítico:
Se puede llegar hasta el dolmen en coche siguiendo una pista de concentración parcelaria en buen estado que sale desde Cubillejo y pasa junto al dolmen. También podemos optar por dar un agradable paseo desde el despoblado de Mazariegos que se encuentra algo más cerca, a 1,7 km. Sólo tendremos que dejar el coche en el despoblado, cruzar la carretera nacional y tomar la pista de tierra (apta para todo terrenos pero no para turismos) que pasa cerca de una cantera. Siguiendo la pista llegaremos junto al dolmen de Mazariegos, como también se denomina al dolmen de Cubillejo. El paseo es agradable y cómodo, pues no hay apenas desnivel.

Coordenadas UTM del dolmen de Cubillejo: 30T  x=457436  y=4663669

EL PARQUE DE LOS DESVELADOS O DE LAS CALAVERAS Estella


Seguramente todos hemos pensado alguna vez en la muerte. Pero si hay alguien que pensó de manera recurrente en la muerte fue Luis García Vidal. Este artista, nacido en Melilla en el año 1927, es el autor de una de las manifestaciones artísticas más extrañas y, por qué no decirlo, tétricas de Navarra. El Parque de los Desvelados, también conocido como el Parque de las calaveras, se encuentra a tan sólo 1,8 kilómetros de Estella. Está en unos terrenos que pertenecieron al artista y que actualmente, tras su muerte en 2008, pertenecen a sus herederos. Aunque es propiedad privada, la finca se encuentra abierta por deseo del autor, por lo que no hay ningún problema para visitarlo.



El visitante no va a encontrar en este parque bonitos árboles o parterres cuidados. Lo que encontrará en el Parque de los Desvelados será un museo al aire libre dedicado a la muerte.
Coches y gran calavera
El Parque de los Desvelados es la obra principal de Luis García Vidal. Durante años creó aquí grandes esculturas que representan calaveras. También encontraremos coches accidentados, otra aproximación a la muerte trágica.
Junto a una de las calaveras más grandes podemos leer una inscripción que dedica la escultura a su hermano Alberto que murió bastante joven, a los 59 años, debido a un cáncer.
Gran calavera con inscripción dedicada a su hermano Alberto

Cerca otra calavera se yergue ante nosotros. Parece mirarnos desde sus oscuras cuencas orbitales.
Una de las curiosidades de este extraño lugar son los materiales que uso el artista para hacer estas esculturas. Utilizó ramas de zumaque, arbusto que no es originario estos montes y que fue introducido en los montes de Estella por su antigua utilización en la industria del curtido por su riqueza en taninos. Este arbusto de naturaleza invasiva, todavía se puede ver en los alrededores del Parque de los Desvelados. El entramado vegetal de zumaque fue fijado con malla metálica. Además uso pintura y yeso en los acabados.


Es una lástima que el Parque de los Desvelados también esté muriendo. Tras la muerte del artista la naturaleza va haciendo poco a poco estragos en el lugar. La lluvia y la intemperie va arruinando las esculturas. La vegetación poco a poco las va cubriendo. Por otra parte parece haber problemas administrativos para que el ayuntamiento de Estella intervenga en su conservación debido a que es un terreno de propiedad privada. Es una pena. Independientemente de que nos gusten o no las esculturas, lo cierto es que el Parque de los Desvelados es en un lugar que te hace pensar.
Luis García Vidal consiguió convertir un terreno que no tenía nada de especial en arte, en algo único, pues no encontramos nada parecido en toda Navarra.

Coches accidentados en el Parque de los Desvelados

La muerte es algo que, al fin al cabo, todos compartiremos. García Vidal  nació en Melilla, se desarrolló artísticamente en París y  acabó su vida en Estella. Aquí, en su lugar de adopción, dejó su mejor obra, su huella más auténtica. Un arte que trata de la muerte. La muerte, aquella calavera que vendrá a por nosotros, de la que no queremos hablar, con la que no queremos enfrentarlos, pero que en el fondo, sabemos que siempre está ahí. Dejo el Parque de los Desvelados pensando en todo esto. No puedo decir que el Parque de los Desvelados me haya gustado, pero sí que me ha impactado. Seguramente a la parca, a la de la guadaña, si le habrá encantado.
Si quieres profundizar más en la vida y obra de Luis García Vidal te recomiendo este estupendo artículo de Estella.info:
- Luis García Vidal, escultor.

Localización del Parque de los Desvelados:
Desde el parking gratuito de la calle de los Cordeleros podemos acercarnos andando hasta el Parque de los Desvelados. Tardaremos unos 20 minutos en llegar. También podemos hacer la mayor parte de este camino en coche ya que la pista, aunque estrecha está asfaltada. Dejaremos el coche en las cercanías de las ruinas de la ermita y desde aquí en un par de minutos llegaremos al parque de las calaveras.
En este enlace tienes el track de la ruta desde Estella al Parque de los Desvelados.
- Parque de los Desvelados en Wikiloc



© Julio Asunción

PANTEÓN DE LOS GENERALES CARLISTAS Estella


Estella es la capital del carlismo. Fue la ciudad principal de este movimiento político que fue protagonista en el siglo XIX de las guerras que asolaron buena parte de Navarra y del País Vasco. En el cementerio de Estella, encontramos una huella histórica que ha dejado el carlismo: el panteón de los generales carlistas. Carlos VII, el rey reconocido por los carlistas y aspirante al trono de España que nunca tuvo, hizo construir en 1897 un monumental panteón que honrara a varios de sus generales que murieron luchando en diferentes batallas. Son héroes caídos de este movimiento político tradicionalista. Dieron su vida en nombre de Carlos VII. Visto así que menos que Carlos agradeciera, aunque fuera de esta manera, el sacrificio realizado.



Su muerte de poco sirvió, ya que los carlistas fueron derrotados en las tres guerras carlistas. Pero no hay que dejar de reconocer a los aquí enterrados su valor y el mérito de haber dado la vida por sus ideales.
Placa de Carlos VII, pretendiente a la corona del carlismo

El panteón a los generales carlistas es el monumento funerario más importante del cementerio de Estella. Se encuentra muy cerca de la entrada del camposanto. Cuatro leones de piedra protegen el descanso de los militares. Sostienen entre sus patas los escudos de Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya y Vitoria. Los leones además de ser desde antiguo y en muchas culturas animal apotropaico también es símbolo de la fortaleza y el valor.

León en el panteón de los generales carlistas de Estella



Unen las estatuas de los leones una cadena que acota este lugar sagrado para el carlismo. Los eslabones imitan a los eslabones de las cadenas de las Navas de Tolosa que forman el escudo de Navarra y que hoy se pueden contemplar en Roncesvalles, Pamplona, Mendavia y Tudela. De alguna manera demuestran la dedicación a Navarra que tuvieron los carlistas que aquí están enterrados.
Una cruz corona el conjunto recordando el alto sentido religioso cristiano que que tenía este movimiento tradicionalista.


El pedestal del panteón está rodeado por cañones. En cada uno de ellos aparece el nombre de algunas de las victorias que los carlistas consiguieron contra los liberales.
Al frente una inscripción recuerda el lema de los carlistas: Un Dios, una Fe, un rey, una Ley.
Otra placa más moderna fue puesta en 1997, en el centenario de la construcción del mausoleo por el actual Partido Carlista.

Cañones que representan batallas de las Guerras Carlistas

En la parte trasera del monumento están escritos los nombres tres generales enterrados aquí: García, Ollo y Ulibarri. Francisco de Ulibarri participó en las tres guerras carlistas. Fue herido de bala en una valiente acción cerca de Oñate el 14 de mayo de 1972. Tras dura agonía murió el día 30 de ese mismo mes. Carlos VII conservaba la espada que llevaba el general cuando fue herido de muerte.Nicolás Ollo obtuvo varias sonadas victorias contra los liberales. La explosión de una granada acabó con su vida. Los restos del general Ollo fueron trasladados al panteón en 1912. Miles de carlistas le acompañaron cuando sus restos fueron depositados en el cementerio de Estella.
En la parte superior cuatro granadas de artillería rodean la cruz y el sepulcro identificando a los enterrados como militares.

Placa con los nombre de los generales y la fecha de fallecimiento


Es una pena que no se cuide adecuadamente este monumento funerario. Las estatuas de los leones están afectadas por la humedad y la intemperie. Y es que casi nadie se acuerda ya de las guerras carlistas, guerras que marcaron todo el siglo XIX y que tantas vidas costaron. Pero allí, en el cementerio de Estella, este monumento nos recuerda viejas historias de boinas rojas y alpargatas, de trincheras y emboscadas, de bayonetas y olor a pólvora. Y es que las piedras y las esculturas del panteón de los generales carlistas del cementerio de Estella hablan de la historia de navarra.

Localización del panteón de los generales carlistas de Estella:



© Julio Asunción

SANTUARIO DE LA VIRGEN DE ESTÍBALIZ Álava


Uno de los lugares de espiritualidad más importantes de Álava es el santuario de su patrona: el Santuario de la Virgen de Estíbaliz. Se encuentra cerca de Vitoria, a unos 8 kilómetros, pero al mismo tiempo parece que está muy lejos de la capital de Álava. Digo esto porque el entorno donde se encuentra el Santuario es un paraíso verde que se aleja mucho del paisaje edificado de toda ciudad. Alrededor del santuario se extiende el verde del bosque salpicado de varias áreas recreativas donde el visitante puede disfrutar de la naturaleza antes o después de visitar el santuario.



El templo de la Virgen de Estíbaliz se encuentra en lo más alto de un cerro. El santuario está rodeado de edificios modernos, que, aunque demuestran la vida actual que tiene el lugar ya que es un monasterio benedictino, afean un entorno que debía de estar presidido en solitario por el templo románico. Aún así no nos despistaremos y nos dirigiremos directamente al santuario. Podemos dejar el coche en el aparcamiento inferior. Recomiendo esto porque creo que la mejor aproximación al templo es subiendo la escalera que desde el parking se dirige directamente hacia la portada sur, la más monumental del templo, la puerta Speciosa. Ese pequeño esfuerzo, subir esas escaleras, nos va a permitir acercarnos al santuario desde una manera más auténtica. Apreciaremos como el mismo monte hace de pedestal de la joya del románico que es el santuario. Además, asumiendo  esta pequeña penitencia del esfuerzo de ascender esos escalones para acercarnos a la Virgen de Estíbaliz, haremos lo mismo que aquellos feligreses de la Edad Media que llegaban hasta el lugar sagrado a pie.  
Puerta Speciosa
Y tras el pequeño esfuerzo del ascenso, el premio. Esa portada magnífica, con esas columnas con un cesteado increible. Aquí el cantero mostró sus mejores cualidades convirtiéndose en gran artista. Hemos de fijarnos en los detalles de la portada. Podremos ver figuras enredadas entre motivos vegetales en las jambas. Se cree que esto simboliza a las almas atrapadas por el pecado. Pero sobre estos estos pecadores atrapados encontramos la esperanza. La esperanza de la venida de Cristo. Y es que la preciosa Anunciación representada a la derecha de la portada nos recuerda la llegada del Salvador. Y completa el mensaje de la Anunciación el Cristo que aparece triunfante en una pequeña Maiestas Domini en la jamba de la izquierda.

Anunciación de la Puerta Speciosa
Canecillo demoniaco
Y para aquellos que no crean en el mensaje de la portada allí están esos demonios de los canecillos para recordar el castigo de los pecadores. Uno me llama especialmente la atención. Exhibe unos grandes y afilados dientes sobre una cabeza humana, seguro que de un condenado.
La puerta Speciosa fue construida hacia el año 1200. Se acercaba el gótico lo que podemos ver en el leve apuntamiento de la portada.
La puerta Speciosa está habitualmente cerrada. Por lo que tendremos que rodear hacia la izquierda el templo para llegar a la otra portada. Esta portada, muy sencilla, es mucho más moderna, neorrománica.
Accedemos a la iglesia y nos encontraremos de repente en la penumbra. Ante nosotros la sencillez y al mismo tiempo la  grandiosidad de la arquitectura románica.

Nave del Santuario de Estíbaliz

Curiosamente el templo sólo tiene una nave pero tres ábsides. Seguramente el proyecto inicial tuvo que ser de tres naves coronadas cada una por su ábside. Tras recorrer la nave nos presentamos ante los ábsides. En el de la Epístola, el de la derecha, encontramos otra de las joyas del santuario. Una pila bautismal románica esculpida con cabezas humanas y animales.

Pila bautismal románica del santuario de la Virgen de Estíbaliz


Delante del ábside de la izquierda un feo órgano queda como un armatoste fuera de lugar.
Pero en el ábside central y en el crucero de la iglesia, encontramos varios capiteles esculpidos de gran valor. En uno de ellos se representa el pecado original, con Adán y Eva siento expulsados del Paraíso y también con la serpiente ofreciéndoles el fruto prohibido.
Pecado de Avariria
En otro de los ábsides vemos representados los pecados de la lujuria y la avaricia. El pecado de la lujuria está representado por una mujer desnuda que es mordida por una serpiente al tiempo que es torturada por un demonio. Otro demonio tira de la bolsa que lleva colgada del cuello otro pecador. Es un avaricioso cuya bolsa de monedas le ahoga. Esta manera de representar la avaricia mediante una bolsa que cuelga del cuello del pecador es típica del románico. Pero he de decir que esta representación es una de las mejores que he visto nunca. Además hay algo que hace más curiosa la escena. En la mano derecha el avaricioso lleva un cedazo. Muy probablemente sea alusión al cedazo de los molineros, que muchas veces se ganaban la fama de usureros al cobrar más de la cuenta por la molienda del grano y por engañar en las medidas.
En otro capitel aparece una nueva Anunciación. Al fin y al cabo estamos en un templo dedicado a María y la Anunciación es el momento en que María pasa a ser la elegida por Dios como madre de Cristo. Esa elección hace a María única entre las mujeres y no es de extrañar por tanto que la Anunciación haya sido representada tanto en el exterior como en el interior del templo.
Greenman en uno de los capiteles del santuario de Estibaliz
Los otros capiteles tienen motivos vegetales, aunque si miramos también con atención podremos ver una cara humana entre la hojarasca. Es un Greenman, el hombre-vegetal que representa la capacidad regeneradora de la naturaleza y por tanto la resurrección. El trabajo del trepanado para realizar los motivos vegetales es tan primoroso como el de los fustes de las columnas de la puerta Speciosa.
Virgen de Estíbaliz
Por último, en medio del ábside central, la protagonista, la Señora del templo, la Virgen de Estíbaliz. Estíbaliz es un nombre que llevan muchos mujeres alavesas. La talla originalmente era románica, siglos XII o XIII. En las guerras carlistas de XIX el santuario fue saqueado y la talla de la Virgen destrozada. La cabeza, el Niño y las manos fueron añadidas en el siglo XX reparando los daños. A pesar de las restauraciones la imagen de María sigue teniendo un gran encanto.
Nos despedimos de la Virgen de Estíbaliz y dejamos el templo. Allí queda María, en lo alto del monte, en medio del bosque. Los monjes benedictinos cuidan de ella. Son ya muchos siglos los que ha visto pasar el templo románico de la Virgen de Estíbaliz. Los canecillos y los capiteles nos han recordado el destino de los pecadores. Pero la Virgen de Estíbaliz seguirá dando consuelo a quien se acerque a ella con fe. Una paz que también encontrará cualquiera que llegue a este lugar tan tranquilo, a esta joya del románico y abra sus sentidos para escuchar lo que estás piedras antiguas cuentan.
© Julio Asunción

CERRO DE LOS SANTOS Santuario íbero


Entre los cientos de yacimientos arqueológicos que he visitado los que más me atraen son los lugares sagrados, los santuarios, centros de poder y espiritualidad donde nuestros ancestros hicieron sus ritos propiciatorios y se intentaron comunicar con los dioses para que estos les protegían contra la enfermedad y los enemigos, favorecieran a su familia, les ayudaran en las acciones de guerra y velaran por ellos cuando llegara el momento de atravesar el umbral del más allá con la llegada de la muerte.
Por eso fue muy especial la visita al Cerro de los Santos. Es, sin duda alguna, uno de los santuarios más importantes del mundo íbero, y, por tanto, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Península Ibérica.
No se engañe quien se acerque aquí. No va a ver estructuras del antiguo templo que hubo en el lugar hace más de 2000 años. El visitante sólo encontrará un obelisco que fue levantado en 1929 con gran acierto. El obelisco deja constancia de la importancia del lugar como hito del mundo antiguo y de la arqueología española. Cuando visites el lugar estarás pisando uno de los lugares clave del mundo de los íberos.
Ahora es difícil encontrar a alguien que no haya oído hablar de la cultura íbera. ¿Quién no conoce a la famosa Dama de Elche? Pues bien, cuando se descubrió el Cerro de los Santos no se sabía nada de la cultura íbera. En este cerro de Montealegre del castillo, está el verdadero origen de la rica historiografía que trata del mundo de los íberos.
Fue en el siglo XIX cuándo se empezó a excavar el yacimiento debido a la aparición de bustos y trozos de esculturas de difícil filiación cultural. Se encontraron los primeros hallazgos en la década de 1830 cuando se deforestó el terreno. Posteriores excavaciones sacaron a la luz más de 400 restos escultóricos, siendo por tanto el Cerro de los Santos el yacimiento arqueológico que más esculturas íberas ha proporcionado.


Dos bustos del Cerro de los Santos expuestos en el Museo de Albacete

Las esculturas son de diferentes tamaños. Seguramente eran exvotos ofrecidos al santuario para procurarse el favor de los dioses. La novedad del estilo, la importancia de lo hallado, hizo que los arqueólogos y coleccioniestas de entonces de diferentes procedencias se fijaran en el yacimiento arqueológico. Muchas de las esculturas se vendieron y se pueden ver en museos extranjeros, como en el Museo del Louvre. Pero muchas se quedaron en España y las podemos ver principalmente en el Museo Arqueológico Nacional y en el cercano Museo de Albacete.
Sin duda, la pieza más importante es la dama oferente del Cerro de los Santos que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. Apareció muy cerca del obelisco, lugar donde estuvo el templo íbero. La escultura de la Dama oferente está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional. Junto con la Dama de Elche y la Dama de Baza es una de las más importantes esculturas de la cultura íbera.

Tal fue la importancia que tuvo el Cerro de los Santos, que incluso hubo algún listo que se dedicó a hacer falsificaciones para venderlas a los arqueólogos y coleccionistas que querían también su escultura del Cerro de los santos.
El nombre del cerro parece venir precisamente de la aparición de estas esculturas que recordaban un poco a la gente de los lugares cercanos a las estatuas de santos que veían en las iglesias católicas.
A partir de de este lugar, de este rincón de Albacete, comenzamos a conocer esta gran cultura, la cultura íbera, la más emblemática de levante peninsular y una de las más importantes de la Edad del Hierro en toda la Península Ibérica.

Panorámica desde la cima del Cerro de los Santos

El Cerro de los Santos no era un santuario dentro de un poblado íbero. En las excavaciones no se han encontrado viviendas o habitaciones aparte de las que estaban vinculadas al santuario en sí. Aquí se acercarían, desde los poblados íberos cercanos, desde kilómetros de distancia, aquellas gentes para propiciar el favor de sus dioses. Como sitio sagrado, como hogar de los dioses, no sería de extrañar que aquí se firmaran pactos, se acordarán paces, se homenajeará a grandes guerreros e incluso se coronaran reyes o líderes tribales. Además el santuario se encontraba cerca de la vía Heraclea, una de las vías principales que en la antigüedad recorría las tierras del levante peninsular. Seguro que los soldados, los comerciantes y cualquiera que se trasladara por esta importante calzada se acercaría al santuario del Cerro de los Santos para solicitar también fortuna, salud y el buen término de su viaje.
En el siguiente enlace relato mi experiencia cuando visité el yacimiento arqueológico y comento una curiosidad que me encontré y que quizás tuvo que ver con la elección del Cerro de los Santos como lugar sagrado.

VISITA AL CERRO DE LOS SANTOS Montealegre del Castillo


El Cerro de los Santos se encuentra entre Montealegre del Castillo y Yecla, casi en el límite entre las provincias de Albacete y Murcia. Es un cerro de escasa altura. Se eleva tan solo 30 metros sobre el terreno llano circundante. Para acceder al yacimiento arqueológico tendremos que desviarnos por una pista de tierra que sale a la derecha en la carretera que va de Montealegre a Yecla (CM-3209) a la altura del kilómetro 54,400. Solo tendremos que recorrer un centenar de metros esta pista para llegar a la misma base del Cerro de los Santos. Desde la misma carretera se ve el obelisco que recuerda la importancia de este yacimiento arqueológico.

- Mapa, localización y soporte gps ruta Cerro de los Santos
Lugar donde se encontraba el templo íbero
El obelisco no se encuentra en la cima del cerro. Se encuentra en el lugar donde se excavó el antiguo templo íbero que tuvo que ser el lugar lugar sagrado principal de la población que vivía en las poblaciones de alrededor. Junto al monolito se pueden apreciar restos de las catas arqueológicas que se han realizado recientemente. Ya no queda ninguna de las estructuras que salieron a la luz con las primeras excavaciones. Excavaciones que se realizaron hace mucho tiempo. De las primeras de las que se tiene constancia en España.
Visité el Cerro de los Santos al atardecer, lo cual recomiendo. La luz del sol poniente se deslizaba hacia la punta del Obelisco marcando que pronto iba a llegar la noche. En la soledad del lugar me encontré con lo sagrado. Imaginaba sacerdotes y sacerdotisas haciendo sus ritos al ponerse el sol en lo más alto del cerro mientras los feligreses les miraban respetuosos mientras entonaban sus oraciones desde los alrededores del templo. Templo que estaba adornado con todas las figuras de exvotos que recordaban la sacralidad del lugar. Esculturas que también se levantaban en los alrededores del templo y en la ladera que ascendían hacia lo más alto del cerro.
Estatuas del Cerro de los Santos en el Museo de Albacete


Subí a lo más alto del cerro para acabar de ver cómo se ponía el sol. Entonces, algo me llamó la atención. Hacia el sur otra montaña sagrada, el monte Arabí, con varios abrigos de arte rupestre y con grabados que se hicieron hace miles de años. Dirijo ahora la brújula hacia el norte, en dirección contraria al Monte Arabí. En esa dirección destaca el cerro Media Barba. De tal manera que prácticamente entre el monte Arabi, el Cerro de los Santos y el Cerro Media Barba se formaba una recta Norte-sur. Además el perfil del Monte Arabí y el Cerro Media Barba desde la cima del Cerro de los Santos es muy parecido, lo que no tuvo que pasar desapercibido para los que eligieron el Cerro de los Santos como lugar Sagrado.
El Monte Arabí desde la cima del Cerro de los Santos
 
El Cerro Media Barba desde el Cerro de los Santos
También me di cuenta que la cima del cerro, que cae en precipicio hacia el sur, forma un balcón desde donde se puede seguir la puesta de sol a lo largo de todo el año. El cordal del Cerro de los Santos sigue una dirección Este-Oeste, perpendicular a la línea imaginaria que marcan el Cerro Media Barba, el Cerro de los Santos y el Monte Arabí, ¿Otra extraña casualidad? ¿Pensar que tienen que ver con la elección del santuario son acaso estas hipótesis fantasiosas? Quizás, pero te aconsejo que acudas al lugar al atardecer y que subas a lo alto del Cerro de los Santos a ver la puesta de sol. No sería de extrañar que sintieras que realmente estás en un lugar especial, como sentí yo aquella tarde de invierno.
Poco a poco la luz fue cayendo. Volví hacia el coche. Me daba la impresión que también volvía el presente después de haber hecho un rápido viaje al mundo más sagrado de los íberos. Miro por última vez atrás y veo el obelisco a la falda del modesto cerro que, por alguna razón fue considerado sagrado en la antigüedad. Es cierto que no he visto estructuras arquitectónicas. Tampoco es un lugar espectacular desde el punto natural. Pero el Cerro de los santos es historia viva, historia de los íberos, historia de la arqueología.
Y tambíen es parte de la historia del arte contemporáneo. Picasso, que se vio envuelto en un turbio asunto del robo de una de las esculturas del Cerro de los Santos del Museo del Louvre, fue influido en su obra por la estética de las esculturas de este yacimiento arqueológico.
Dama sedente del Cerro de los Santos
Días después, visité el Museo de Albacete con su espectacular sección dedicada al mundo íbero. Y allí estaban esas esculturas que se encontraron allí. Son sólo una pequeña parte, lo que nos hace una idea de la enorme riqueza del yacimiento arqueológico del Cerro de los santos. Representaciones de guerreros, de diosas, de sacerdotisas quizás. Quizás alguna de esas esculturas guarde en su interior el espíritu de alguna de esas mujeres que oficiaron sus ritos sagrados en el santuario del Cerro de los santos. Seguro que esas sacerdotisas pidieron a los dioses por la perduración de su pueblo. Y los dioses del santuario concedieron el deseo. El mundo de los íberos sigue vivo y empezó a vivir para nosotros, los hombres y mujeres del siglo XXI en Montealegre del castillo, en el Cerro de los Santos.

© Julio Asunción

Localización del Cerro de los Santos - Montealegre del Castillo

En el siguiente enlace tienes toda la información para la visita al Cerro de los Santos, uno de los principales yacimientos arqueológicos del mundo íbero y de la arqueología española.

- Cerro de los Santos - Santuario íbero
- Localización gps: ETRS89 30S  x=650427  y=4288618
- Soporte gps de la ruta (track y waypoints)
- Soporte gps en Wikiloc



© Julio Asunción

EL CID DE MECERREYES


El otro día estaba recorriendo con el coche un tramo del Camino del Cid, ruta turística que recuerda el viaje de destierro que hizo el Cid desde Burgos a Valencia tras caer en desgracia ante el rey Alfonso VI de Castilla. Tras pasar el pueblo burgalés de Mecerreyes me encontré un gigante junto a la carretera. Se alzaba en un altozano como si fuera un estoico guardián de estas tierras de la meseta. Tuve necesariamente que aparcar el coche a su lado ya que el magnífico aporte de la escultura era imposible que me pasará desapercibido. Y enseguida me di cuenta de quién era el gigante. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
Me acerque al gran guerrero que estaba protegido por un gran escudo donde estaban grabadas varias frases del famoso Cantar del Mío Cid, cantar que esparcieron a los cuatro vientos aquellos juglares de la Edad Media por todas las tierras hispanas. Al final del texto una arenga: “A grandes voces llama el que en buen hora nació: Feridlos caballeros, por amor de caridad! ¡Yo so Ruy Diaz, el Cid campeador de Vivar!”. Me atreví a subir al pedestal donde se encontraba el Cid. Allí me di cuenta de lo pequeño que yo era ante el que fue el caballero más famoso de Castilla, el guerrero que nunca perdió una batalla.
Tras sacar las fotos que acompañan a esta entrada del blog me despedí del Cid, que, marcial, erguido, siempre vigilante, ignoró mi saludo. Él estaba en otras cosas. Seguro que pensaba en las tierras que conquistó, en las batallas que ganó, en los sarracenos a los que sometió. Y allí le dejé, con su mirada en dirección a Mecerreyes, cuyo ayuntamiento tuvo el gran acierto de levantar esta escultura en el año 2008. 


Pero el Cid no sólo mira hacia Mecerreyes. Mira a ese horizonte de colinas, de tierras cultivadas, de escasos bosques. Es la dura Castilla. El guarda estas tierras. Y con sus dos manos ase fuertemente esa gran lanza que apunta al cielo, al lugar de los héroes.

La escultura es obra del artista Ángel Gil Cuevas. Tiene la curiosidad que es la escultura del Cid más alta, ya que alcanza los siete metros de altura (desde el suelo hasta la punta de la lanza). El Cid mide 4,5 metros.
La estatua del Cid de Mecerreyes se encuentra a la altura del kilómetro 5,5 de la carretera BU-901, en el tramo que lleva desde Mecerreyes a Covarrubias. Al poco de dejar atrás Mecerreyes encontraremos la escultura a la derecha de la carretera.


© Julio Asunción