El monasterio de San Miguel se encuentra en lo más alto del monte que se alza junto a la localidad de Llíria. Es uno de los santuarios más importantes de la Comunidad Valenciana. Muchos valencianos se acercan a menudo a visitar este lugar tan especial, que seguramente estuvo ligado a la más profunda espiritualidad desde tiempos muy antiguos.
El santuario se levanta en el Tossal de San Miguel, el monte que se alza junto a Llíria. En este monte estuvo la antigua Edeta, la capital de los íberos edetanos. Todavía en las laderas del monte podemos ver los restos arqueológicos de las viviendas íberas. Es muy probable que en la posición preeminente en que hoy se encuentra el Monasterio de San Miguel en su día se levantara un templo íbero. Aunque no se han encontrado aquí restos arqueológicos debido a la destrucción de esta parte del yacimiento con la construcción del monasterio, es muy habitual que los templos dedicados a San Miguel se levanten en lo alto de las montañas en lugares donde anteriormente había un culto pagano. San Miguel es el capitán de las tropas celestiales que derrotan a los demonios, a las fuerzas de Satanás. Por eso la advocación a San Miguel suele ser habitual en la cristianización de lugares paganos. El Bien predomina sobre el mal.
El Monasterio es un santuario bastante sencillo. Fue construido en el siglo XVIII si bien tiene reformas de los siglos XIX y XX. Tiene un encantador patio presidido por un pozo por el que se accede al interior del templo.
La imagen de San Miguel es muy hermosa. Es un joven ángel de doradas alas y plateada armadura. Su lanza-cruz alancea al diablo. La imagen es moderna, es una reproducción de la original y fue pagada por suscripción popular por los fieles de Llíria. La imagen antigua fue víctima de la barbarie de la Guerra Civil. Y es que el Monasterio de San Miguel fue uno más de los centenares que fueron profanados en toda España por elementos incontrolados del bando republicano. Afortunadamente la nueva imagen luce hoy con esplendor, con San Miguel mostrando una faz serena y tranquila que hace olvidar esos dramáticos tiempos. Fue realizada por José María Ponsoda en el año 1.940.
El encargado del santuario, sumamente solícito y a quien desde aquí doy las gracias por su amabilidad, me enseñó la capilla que se encuentra detrás de la imagen de San Miguel. En esta capilla se puede apreciar el lujoso manto que adorna a San Miguel. Varias pinturas dedicadas al arcángel adornan la estancia. Como curiosidad decir que San Miguel aparece en estas pinturas coronado cuando es el personaje más importante de la escena representada, como por ejemplo cuando alancea al diablo. En cambio, cuando presenta un alma con forma de niño a la Sagrada Trinidad, aparece sin corona. Un claro simbolismo de subordinación y obediencia del arcángel a Dios y a Jesús.
Desde el santuario se tiene una amplia panorámica de todo el Campo del Turia. La vista alcanza hasta el mar: Sagunto, Valencia, la Albufera de Valencia. Hacia el sur se llega a ver en días claros la sierra de Montgó, parque natural ya en la provincia de Alicante. A los pies del santuario se extiende Llíria protegida desde el monte por el arcángel guerrero.
Junto al santuario de San Miguel podemos visitar los restos arqueológicos de Edeta, la ciudad ibérica. Se encuentran muy cerca del monasterio. Más información sobre Edeta en este link: Edeta, capital de la Edetania íbera.
© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com
gracias por la informacion
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