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LA VIRGEN DEL PUERTO - Santoña

Virgen del Puerto - Santoña Si visitamos Santoña, una hermosa localidad de la costa cántabra que se encuentra en una de las más bellas bahías del norte, no debemos perdernos la visita a su iglesia. Se encuentra cerca del paseo marítimo.  En ella, encontramos a Santa María del Puerto, la patrona de la localidad.

Localización Iglesia de la Virgen del Puerto -Santoña

La imagen de Santa María del Puerto tiene una interesante historia. La tradición dice que Juan de la Cosa, ilustre marino santoñés, la llevó con él en el viaje de descubrimiento de América. La tradición podría ser cierta. Juan de la Cosa era el propietario de la carabela Santa María y viajó con Colón en la epopeya del descubrimiento del nuevo continente. No sería de extrañar que los marinos cántabros que viajaron con Colón llevaran a su Virgen en una aventura tan arriesgada para sentirse más protegidos, máxime en tiempos donde la fe impregnaba todavía todos los actos humanos, y más aquellos en los que uno se jugaba la vida. Se dice que el nombre de la carabela Santa María podría venir precisamente de Santa María del Puerto, la virgen marinera.

Esta tradición da un encanto especial a la pequeña Virgen. Sería la primera imagen de María que llegara a América.

La Virgen del Puerto es una talla gótica sedente con Niño. Aunque su cronología no está determinada con precisión hay que pensar en una obra de los siblos XIV o XV. Otra curiosidad de la patrona de Santoña es que parte de las joyas que componen su tesoro fueron regaladas por Eva Perón, la que fue carismática líder argentina.

A la Virgen del Puerto se la quiere no sólo en Santoña, sino en toda la comarca. La mejor manera de comprobarlo es todos los 8 de septiembre, día en que se celebra su fiesta. Ese día la Virgen del Puerto protagoniza la tradicional procesión marinera de la localidad. Ese día recorre las calles de Santoña en Carroza para luego navegar  por la bahía con el acompañamiento de los barcos de la localidad. 

Virgen del Puerto  - Santoña También podemos comprobar el cariño de los santoñeses a su patrona en la gran escultura a ella erigida al final del paseo marítimo, en la misma entrada de la bahía. La gran imagen de la Virgen del Puerto se inauguró en diciembre de 1.996. Llegamos a ella tras superar un centenar de escalones desde el final del paseo marítimo. El lugar donde se encuentra la virgen moderna se convierte así en un excelente mirador sobre la bahía que flanquean Santoña y Laredo.

Desde la entrada a la bahía, la gran Virgen de cinco metros de altura observa el salir y entrar de los barcos. Seguro que muchos pescadores que bajo ella pasan tienen un recuerdo y una oración para ella cuando salen a ganarse la vida en ese mar, siempre peligroso, que es el cantábrico.

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

VIII CENTENARIO DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Batalla de las Navas - Vidriera de Roncesvalles

16 de julio de 1.212. Hace 800 años sucedió un acontecimiento que fue uno de esos golpes de timón que cambian el rumbo de la Historia. La batalla de las Navas de Tolosa, donde los almohades sufrieron su más dura derrota, decidió la Reconquista a favor de la cristiandad. La ocupación islámica de la península Ibérica tenía los días contados a partir de entonces. Ese día Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII el Fuerte de Navarra, escribieron en oro sus nombres en el gran libro de la Historia.

Hoy muchos recordamos lo que sucedió ese 16 de julio de 1.212 en los campos de Jaén. Otros, alienados por lo “políticamente correcto”, la “alianza de civilizaciones” y otros cuentos de caperucita, prefieren olvidarlo. Allá ellos. Hay hechos en la Historia que son de tal envergadura que intentar ocultarlos es como querer oscurecer el brillo del sol con una mano. Siempre seguirá habiendo luz.

En Jaén, cerca del pueblo de Santa Elena, donde hoy hay olivos y encinas, entonces hubo lanzas, espadas y armaduras de guerreros que se dejaron la piel por lo que creían. Su memoria es indeleble, porque siempre habrá alguien que los recuerde.

La batalla de Las Navas de Tolosa es doblemente importante para Navarra. Además del valor acreditado por los navarros en la lucha, ese 16 de julio de 2.012, el rey Sancho el Fuerte ganó las cadenas que posteriormente se incorporaron al escudo de Navarra, el mayor símbolo de la Comunidad Foral.

Cadenas de Navarra -  Tudela Escudo de Navarra

Recordando el centenario y como modesto homenaje a aquellos cruzados que lucharon en su día para ser lo que hoy somos, he publicado en este blog varios artículos sobre la batalla y sobre dos de sus protagonistas, el rey navarro Sancho VII el Fuerte y el también navarro Arzobispo Jiménez de Rada.

Batalla de Las Navas - Monasterio de Santa María de Huerta

También se explica cómo se consiguieron las cadenas que están en el escudo de Navarra, su simbolismo y dónde se encuentran los trozos de cadenas que han llegado hasta nosotros.

- Batalla de Las Navas de Tolosa: Mapas de la batalla
- Batalla de Las Navas de Tolosa: Museo-centro de interpretación

- La ruta de Sancho el Fuerte

- Sepulcro de Rodrigo Jiménez de Rada

- Las cadenas de Navarra: Un trofeo medieval
- Las cadenas de Navarra: El escudo de Navarra
- Las cadenas de Navarra: ¿Dónde están?
 

© Julio Asunción
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LAS CADENAS DE NAVARRA: ¿Dónde están?

Se conservan cinco tramos de las cadenas que el rey Sancho VII el Fuerte trajo como trofeo de la batalla de Las Navas de Tolosa (16 de julio de 1.212) y que posteriormente pasaron a formar el escudo de Navarra.
Cadenas de Navarra - Roncesvalles Dos de los tramos están en la Real Colegiata de Roncesvalles, en la Sala Capitular, hoy panteón del rey Sancho el Fuerte. Los dos tramos están juntos en una pequeña capilla a los pies de la tumba del monarca. Se han dispuesto haciendo la forma del escudo de Navarra, sobre un cojín rojo. Roncesvalles es el lugar que más eslabones de la cadena conserva.

Cadenas de Navarra - Tudela Otro tramo de las cadenas de Las Navas de Tolosa se encuentra en Tudela, al lado del altar de la catedral de la capital de la Ribera. Están acompañadas de una cartela donde se explica que este tramo de cadenas son un regalo que Sancho el Fuerte hizo a la catedral.

El cuarto tramo esta en el Palacio de Navarra (Palacio de la Diputación). Este tramo se encuentra en el salón del trono, en el dosel que se encuentra sobre los sillones reales y junto a una reproducción del pendón de las Navas de Tolosa, trofeo adquirido por Alfonso VIII en la batalla y cuyo original está en el Monasterio de las Huelgas de Burgos. Las cadenas del Palacio de Navarra no estaban originariamente aquí. Se trajeron desde el monasterio de Irache, donde hoy podemos ver una reproducción en el presbiterio de la iglesia. Fueron trasladadas tras la desamortización del monasterio en el siglo XIX. 

Cadenas de Navarra en el Palacio de la Diputación

Hay otro tramo de cadenas de Las Navas que ha pasado desapercibido en la bibliografía y que he rescatado en mi libro Tesoros del arte y de la historia de Navarra y en un artículo de este blog. Este es el enlace: Cadenas de Las Navas de Tolosa en Mendavia

Las cadenas eran las que rodeaban la tienda de Al-Nasir, el rey moro vencido en la batalla. El rey Sancho no trajo sólo estos cuatro tramos de las cadenas. Trajo todo el perímetro defensivo que rodeaba la jaima del rey sarraceno. ¿Dónde están el resto de las cadenas?

Si buscamos la respuesta tendremos que visitar el claustro de la catedral de Pamplona. Allí, hay una capilla conocida como capilla de las Navas. Se llama así porque está rodeada de una verja, del siglo XV, que la tradición dice fundida con la mayor parte del hierro de las cadenas que el rey Sancho ganó como trofeo en el campo de batalla de Jaén.


Otros tramos de las cadenas debió regalarlas Sancho a los caballeros y milicias que le acompañaron en la batalla. Aunque estos tramos de cadena se han perdido, dejaron su huella en la heráldica. Hay escudos, tanto de linajes como de localidades, que llevan como uno de sus elementos las cadenas. En muchos de estos casos las cadenas tienen relación con la participación en la contienda de Las Navas de Tolosa.

Las cadenas no sólo tienen un gran valor simbólico para Navarra . Al estar el escudo de Navarra integrado en el cuarto cuartel del escudo de España, las cadenas de Navarra también son un elemento del mismo, compartiendo lugar con las barras de Aragón, y los escudos de Castilla y León.

Escudo de Navarra  Escudo de Navarra en el escudo de España

Debido a la significación histórica y simbólica de las cadenas de Navarra, los lugares que las guardan adquieren un valor añadido al valor monumental. Roncesvalles, Tudela y Pamplona, se convierten así en garantes de la memoria del antiguo Reino de Navarra.



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LAS CADENAS DE NAVARRA: El escudo de Navarra

Escudo de Navarra

¿Cuándo pasaron las cadenas de la batalla de Las Navas de Tolosa a formar parte del escudo de Navarra?

Las cadenas son el símbolo más importante de Navarra. La incorporación de las cadenas al escudo es fruto de la Historia y del sentimiento. Su razón histórica está en proceder las cadenas de uno de los episodios más épicos de la Historia de Navarra, la intervención del rey Sancho VII el Fuerte en la batalla de las Navas de Tolosa (ver Las cadenas de Navarra: Un trofeo medieval). Este hecho heroico creó un sentimiento de orgullo entre los navarros, al convertirse en protagonistas en el devenir histórico de la península Ibérica. Este orgullo ha calado en lo más hondo del espíritu de los navarros, convirtiendo a las cadenas en símbolo de navarridad. Las cadenas son símbolo del ser y del espíritu de Navarra y de los navarros. Las cadenas son uno de esos símbolos de valor incalculable para un pueblo.
Durante un tiempo, y aun hoy lo creen muchos navarros, se pensaba que el rey Sancho el Fuerte creó el actual escudo de Navarra tras traer desde Andalucía las cadenas que rodeaban la tienda de Al-Nasir, el rey moro vencido en la batalla. Esto no es cierto, ya que el rey Sancho siguió usando toda su vida el Arrano Beltza, o águila negra como emblema.
Las primeras pruebas fehacientes de la incorporación de las cadenas al escudo de Navarra las tenemos en el siglo XV, doscientos años después de la batalla. Ya en el Privilegio de la Unión (1.423) el rey navarro Carlos III el Noble menciona las cadenas como armas de Navarra, es decir, ya estaban incorporadas al escudo. El Príncipe de Viana, que aparte de miembro de la realeza es también unos de los primeros historiadores de Navarra, a mediados del siglo XV, también habla de la batalla de las Navas y de cómo las cadenas pasaron a formar parte del escudo del blasón de  Navarra. 


Se ha dicho que esta interpretación, que como vemos está totalmente documentada, es falsa porque las cadenas de Navarra están ya representadas con anterioridad a la batalla de Las Navas de Tolosa en el escudo de Navarra. Quien defiende esta tesis alude a los escudos de la catedral de Tudela, al escudo que San Miguel porta en la fachada de la iglesia de San Miguel de Estella, o los escudos representados en la Biblia de 
Capitel de la catedral de Tudela Pamplona. Es un error interpretativo. El escudo de Navarra antes del siglo XV lo formaba lo que se llama el blocado (ver foto de uno de los capiteles de Tudela). El blocado era un escudo con refuerzos de metal (que no eran cadenas) que  convergían en el centro. Parece que este escudo fue utilizado por primera vez por Sancho VI el Sabio. Tras la muerte de Sancho VII el fuerte (que por cierto no uso este escudo, sino un águila negra), el blocado fue utilizado por los reyes de dinastías francesas que le siguieron. En el siglo XV, sino antes, con la perspectiva histórica suficiente para apreciar la transcendental importancia histórica de la batalla, las cadenas pasaron a formar parte del escudo. Escudo que es de los más antiguos de Europa, ya que tiene casi 600 años. 
 
San Miguel de Estella - escudo blocado Tampoco tiene ningún fundamento la interpretación de que el escudo de las cadenas fue un invento posterior a la conquista de Navarra por Castilla (1.512). Las cadenas como armas de Navarra estaban incorporadas al escudo al menos 80 años antes de la conquista (reinado de Carlos III).
Hoy el escudo con las cadenas de las Navas de Tolosa es el escudo de los navarros. Recuerda su intervención en una batalla que cambió la Historia y, al mismo tiempo, es galardón de nobleza y valor demostrado.
Sancho VII el Fuerte se trajo las cadenas del campo de batalla. Las cadenas, como trofeo de uno de los acontecimientos más importantes de la Historia de España, se convierten en una joya donde el hierro de sus eslabones vale más que el oro. De hecho, en la representación del Escudo de Navarra - detalle de las cadenas doradasescudo de Navarra las cadenas son de oro en vez de hierro, una bonita metáfora sobre su valor incalculable. Y es que las cadenas son una joya no sólo apreciada por los navarros, sino por quien gusta de la Historia y valora el pasado como parte importante de lo que hoy somos. 


Pero, ¿dónde están las cadenas de Navarra?

 


 
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LAS CADENAS DE NAVARRA: Un trofeo medieval

Vidriera de Las Navas de Toloso - Roncesvalles

Las cadenas de Navarra las ganó como trofeo el rey Sancho VII el Fuerte en la transcendental batalla de las Navas de Tolosa. Esta batalla es la más decisiva de la Reconquista. El triunfo de los ejércitos de Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho el Fuerte de Navarra el 16 de julio de 1.212, fue el punto de inflexión definitivo en la Reconquista. A partir de la batalla de Las Navas de Tolosa el destino de la península Ibérica estaba decidido. A los musulmanes sólo les quedaba retroceder y aguantar en Granada hasta su definitiva derrota por los Reyes Católicos.

Esa batalla se decidió in extremis debido al arrojo de los monarcas cristianos. Cuando la situación estaba muy complicada para los cristianos, los tres reyes hacen una carga a la desesperada que consigue por fin romper la línea de frente musulmana.

Ver: Batalla de las Navas de Tolosa – Mapas de la batalla

Sancho el Fuerte entrando en el palenque del Miramamolín - Palacio de Navarra En esa carga las tropas del navarras, encabezadas por el rey Sancho, fueron las primeras en llegar a la última línea enemiga, la guardia que protegía la jaima del Miramamolín Al-Nasir, el rey sarraceno. La tienda de Al-Nasir estaba rodeada de un perímetro de cadenas. A ellas estaban amarrados los imesebelem, una guardia de esclavos negros, atados a las cadenas para que no pudieran huir ni retroceder y tuvieran que defender con su vida, hasta el último aliento, la vida de su amo. A las cadenas también había atados camellos y estacas, que a modo de parapeto reforzaban el perímetro defensivo de la tienda del rey moro. Otras versiones hablan de un perímetro que marcaba el espacio real que estaba protegido por la guardia, si bien los soldados no estaban atados a las cadenas. Lo más probable es que la tienda del rey moro estaría protegida tanto por esclavos amarrados al perímetro defensivo como por otras tropas que no sólo serían de la guardia real, sino otras tropas sarracenas de la vanguardia que retrocedían ante el empuje de la carga de caballería cristiana.

El rey Sancho el Fuerte, tras la victoria manda a sus hombres reunir las cadenas como trofeo. Era la manera de decir que fue el primero que afrontó la última línea de defensa enemiga y que fue el primero que llegó a la tienda del rey musulmán haciéndole huir.

El asalto al palenque del Miramamolín por Sancho el Fuerte  está perfectamente documentado por una carta que la hija de Alfonso VIII, Blanca de Castilla, manda a Blanca de Navarra, hermana de Sancho el Fuerte. En esta carta Blanca de Castilla informa a su amiga del comportamiento heroico de Sancho el Fuerte en la batalla y de la toma de la jaima o tienda del Miramamolín por las tropas navarras y de la huida del rey sarraceno.

El poeta Guillermo Anelier de Tolosa escribió en 1.276 su poema “La guerra de la Navarrería”  también conocido como “La guerra civil de Pamplona”. Allí trata sobre la batalla de Las Navas de Tolosa en el comienzo del poema y menciona las cadenas que protegían al Miramamolín:

El rei Amomelin quels vi descadenar,
pers cors de son caval el sanec asalvar

En tiempos del rey Carlos II de Navarra (1332-1387), el obispo de Bayona y confesor del rey, García de Eugui en una crónica sobre los reyes e Navarra dice claramente que el rey Sancho el Fuerte ganó en la batalla de Las Navas las cadenas que se encuentran en Navarra. 

Ya quisieran muchos hechos medievales que se dan por verdaderos tener el respaldo de documentos como los aquí señalados. 

Como conclusión: las cadenas de Navarra no son una leyenda. Son una verdad histórica. Un trofeo adquirido el lunes 16 de julio de 1.212. Hace 800 años. Día de enorme transcendencia en el devenir de la Reconquista y en el futuro de la península ibérica.

¿Cómo se incorporaron las cadenas al escudo de Navarra?

- Siguiente: Las cadenas de Navarra – El escudo de Navarra

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- La ruta de Sancho el Fuerte

MUSEO DE PREHISTORIA DE VALENCIA

Museo de Prehistoria de Valencia - Sala ibera

Localización Museo de Prehistoria de Valencia El Museo de Prehistoria de Valencia es visita obligada para cualquier amante de la arqueología y del arte antiguo. Es uno de los mejores museos arqueológicos de España. Además de viajar por la Historia más remota de la Comunidad Valenciana, encontramos en el museo algunas de las piezas más importantes dentro del patrimonio arqueológico español. El museo se encuentra en la calle de la Corona, cerca del antiguo cauce del Turia.

Fragmento de cráneo de neandertal - Museo de Prehistoria de Valencia Entre las piezas destacables están los restos humanos más antiguos de la Comunidad Valenciana: el trozo de cráneo de un neandertal de la Cova del Bolomor, de 130.000 años de antigüedad (incrustado en un bloque de piedra). Un diente encontrado también en esta cueva podría ser aun anterior, de Homo heildelbergensis. También están los restos de otros neandertales de la Cova Negra, un yacimiento clave en el estudio de estos homínidos en la península Ibérica.

Cucharas de la Cova de l´or Saltando desde el Paleolítico al Neolítico, encontramos en el museo los hallazgos más importantes de la Cova de l´or (Alicanante) yacimiento clave para entender el comienzo del Neolítico en Levante. Destaca entre la colección de cucharas de hueso que se encontraron en el yacimiento. Diseño de éxito, ya que  hace 5.000 años ya se usaban cucharas parecidas a las que hoy utilizamos.

Ídolo de la cueva de la Pastora - Alcoi Del Eneolítico (hace 4.500 años) destacaremos los ídolos. Entre ellos los más valiosos son el hallado en la Ereta del Pedregal (Navarrés), ídolo oculado en hueso, y el encontrado en la cueva de al Pastora (Alcoi) de singular tipología que recuerda una gruesas piernas femeninas. Seguramente es un amuleto para propiciar la fecundidad.

No podemos perdernos tampoco la sala de la cerámica ibera. Aquí encontraremos algunas de las mejores piezas de este tipo de todo el arte ibero, como el vaso de la Danza Guerrera, encontrado en el Tossal de Sant Miquel. Por su curiosidad destaca también el vaso del domador de caballos.

Vaso ibérico del domador de caballos - Museo de Prehistoria de Valencia

JOYAS DEL MUSEO DE PREHISTORIA DE VALENCIA

Como todo gran museo, el Museo de Prehistoria de Valencia tiene sus grandes obras maestras. En este caso, piezas únicas dentro del patrimonio arqueológico español. Cada una de ellas, por si solas, justifican la visita. Son las piezas emblemáticas del museo. Las plaquetas calizas del Parpalló son el conjunto de arte mueble más importante de la prehistoria peninsular. El Guerrero de Mogente en una pieza emblemática del arte y de la espiritualidad ibera. El Apolo de Pinedo es una de las mejores esculturas del arte romano en la península Ibérica.

Para obtener más información sobre esta joyas arqueológicas:

- Arte de la Cueva de Parpalló.

- El Guerrero de Mogente.

- El Apolo de Pinedo.

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EL APOLO DE PINEDO – Museo de Prehistoria de Valencia

El Apolo de Pinedo - Museo de Prehistoria de Valencia

El Apolo de Pinedo es una de las principales joyas del Museo de Prehistoria de Valencia. Es la obra de arte romano más valiosa del museo y además es una de las más importantes esculturas romanas de bronce de España. Son pocas las esculturas de este tipo que se han conservado (apenas una decena), y esta es una de las más grandes en tamaño, pues el efebo representado tiene casi el tamaño natural.

Apolo de Pinedo - Valencia

Localización Museo de Prehistoria de Valencia

El nombre de la escultura, Apolo de Pinedo, le viene de su lugar de descubrimiento. Fue encontrado en aguas de la playa de Pinedo. La playa de Pinedo está situada a 6 kilómetros al sur del Grao de Valencia. A 300 metros de la costa un submarinista vio un pie que salía de las arenas del fondo. Subió rápido a la superficie para avisar a sus compañeros creyendo que era un cadáver. Los cuatro submarinistas volvieron al lugar y se dieron cuenta de que era una escultura de bronce. A la escultura le faltaba la pierna derecha, que meses más tarde fue recuperada en la misma zona.

¿Cómo llegó allí? Seguramente por el naufragio de alguna embarcación que llevaba la pieza a su lugar de destino. El rico hacendado que seguramente la encargó para los jardines de su villa se quedó sin su estatua de Apolo. En el Museo de Prehistoria de Valencia se ha recreado un jardín alrededor del Apolo de Pinedo, para que podamos hacernos la idea de cómo quedaría en el lugar para el que estaba pensada.

Apolo de Pinedo - Museo de Prehistoria de Valencia La escultura es una copia romana del Apolo Delphinios, obra original realizada en el siglo II a.C. por Demetrio de Mileto. Según Antonio García y Bellido, que estudió la estatua, seguramente su brazo izquierdo se apoyaba sobre una lira, atributo representativo del dios Apolo.

En la estatua se le muestra desnudo, como es habitual en Apolo. Muestra una actitud relajada, mirando hacia arriba al tiempo que apoya una mano en su cabeza.

Quizás Apolo, hijo de Zeus y dios oracular, no quería acabar en un decadente jardín de un patricio romano y prefería el mar y el sol valencianos. De hecho su postura parece la de un nudista que disfrutara secándose bajo los rayos del astro rey en una cálida playa. Y es que Apolo, también fue identificado por los griegos como el dios sol, que tanto turismo (y riqueza) ha traído a la Comunidad Valenciana. Los submarinistas lo rescataron del baño de siglos que tomaba en el mar Mediterráneo. Ahora descansa en el museo como una de las joyas patrimoniales de Valencia. Luciendo moreno broncíneo. Nunca mejor dicho.

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EL GUERRERO DE MOGENTE – Museo de Prehistoria de Valencia

Guerrero de Mogente - Museo de Prehistoria de Valencia El Guerrero de Mogente es un exvoto ibero de tan sólo 7,3 cm. de alto. Sorprende su tamaño que no parece acorde con su fama. Es más pequeño que una pinza de tender la ropa. Pero en tan pequeño contenido tenemos el espíritu de una sociedad guerrera que nos precedió en el tiempo.

Localización Museo de Prehistoria de Valencia

Los exvotos iberos eran ofrendas a los dioses. Se convertían en un modo de comunicación y agradecimiento con la divinidad. Se han encontrado por miles en santuarios repartidos en todo el levante y sur peninsular. Estos santuarios eran habitualmente cuevas que se convertían en puerta mística hacia el mundo espiritual. La función de los exvotos no está totalmente aclarada. Podrían representar al mismo oferente. Con su permanencia en figura en el santuario el oferente se aseguraba el favor de los dioses. De ahí la variedad de tipos de exvotos: hombres, mujeres, guerreros, sacerdotes, sacerdotisas, etc. También podrían representar antepasados o incluso divinidades. El misterio envuelve a estas pequeñas figuras que nos hablan de una espiritualidad muy ligada a la naturaleza.

Entre los muchos exvotos que podemos ver repartidos en muchos museos arqueológicos de España, el Guerrero de Mogente es el más famoso y uno de los más valiosos desde el punto de vista artístico. Se considera una de las obras cumbres del arte ibérico.

Cartel Museo de Prehistoria de Valencia El Guerrero de Mogente es una de las joyas principales del Museo de Prehistoria de Valencia. Es más, se ha convertido en su logo. Y no sólo es el símbolo del museo, sino que también se ha convertido en el identificativo turístico del Mogente, el municipio valenciano donde apareció.

Tiene más de 2.300 años de antigüedad (s.IV a.C.), cuando todavía los romanos no habían pisado la tierra ibérica. Fue encontrado en el año 1.931 en las excavaciones del poblado ibero de la Bastida de les Alcusses (yacimiento visitable). Este poblado tuvo corta vida y fue incendiado y destruido hacia el año 330 a.C. seguramente fruto del ataque de una tribu ibera enemiga.

Guerrero de Mogente - Valencia La figura de bronce representa a un guerrero a caballo, que porta en una mano la temida espada ibera, la falcata, y en la otra mano el pequeño escudo circular, la caetra. El guerrero se identifica como un personaje de alto status en la sociedad ibera al poseer un caballo, animal de gran valor en esta sociedad antigua. La fuerza del guerrero queda reflejada en la manera férrea y segura en que el guerrero domina las riendas provocando la apertura de la boca del caballo. Pero lo más impresionante del pequeño guerrero de bronce es la gran cimera que corona el casco. No es un simple detalle decorativo. Aquí la cimera representa el poder. La gran cimera le da la calidad de jefe o guerrero heroico. Le eleva a la más alta categoría dentro de su tribu.

Es curioso que se encontrara en una de las habitaciones del poblado ibero y no en un santuario o cueva sagrada como es habitual. Dejemos volar la imaginación. Quizás el ataque que acabó con el poblado de la Bastida de les Alcusses sucedió antes de que el oferente, posiblemente uno de los principales guerreros o incluso el jefe del poblado, pudiera acercarse al santuario o cueva cercana a depositar su ofrenda. Pudo ser que muriera a la puerta de su casa o sobre las murallas combatiendo fieramente contra los que atacaban su poblado. Si la ofrenda se hubiera realizado su pueblo podría haberse salvado, ya que los dioses, agradecidos ante tan bella ofrenda, hubieran hecho su brazo más fuerte y su valor sobrehumano.

Me gusta pensar que el alma de ese jefe ibero está en esa pequeña figura del Museo de Prehistoria de Valencia. Si visitas el museo y ves al Guerrero de Mogente no digas: “me lo esperaba más grande”, ya que su grandeza está en su belleza, en la simbología que encierra y en la apasionante historia que esconde.

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ARTE DE LA CUEVA DE PARPALLÓ – Museo de Prehistoria de Valencia

Placas de la cueva del Parpalló - Museo de Prehistoria de Valencia

Localización Museo de Prehistoria de Valencia Las placas grabadas y pintadas de la cueva de Parpalló son uno de los más importantes tesoros arqueológicos de España. En el museo de Prehistoria de Valencia están expuestas algunas de las mejores placas de la cueva.

El arte nos hace humanos. Si algo nos diferencia de los animales es la capacidad de realizar y apreciar el arte. Por eso el arte paleolítico tiene el encanto del origen.  El arte nos hace seres racionales con una capacidad espiritual y simbólica única.

En España tenemos importantes santuarios prehistóricos con pinturas rupestres de gran belleza. El más importante es Altamira. Pero no podemos olvidarnos del arco mediterráneo, territorio muy rico en yacimientos arqueológicos. Cerca de Gandía, en la ladera sur del monte Mondúver, esta la cueva de Parpalló. Es un santuario único, de los más importantes de Europa, ya que esta cueva, durante miles de años, fue lugar de peregrinación y templo de ritos sagrados para los primeros habitantes de Levante.

Cabeza de caballo - placa de la cueva del Parpalló En la cueva de Parpalló se encontró el mayor conjunto de arte mueble prehistórico de Europa. Su cronología abarca todo el Paleolítico Superior. Lo componen más de 6.000 placas de piedra caliza con representaciones animalísticas y simbólicas. Este hallazgo convierte a Parpalló en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del continente.

Cierva - Cueva del Parpalló En ellas podemos ver los animales que en ese entonces eran tan importantes para una sociedad de cazadores. La subsistencia del grupo dependía de la abundancia de caza con la que poder alimentarse. Por eso es muy posible que la representación animal en el arte prehistórico tenga relación con ceremonias sagradas que propiciaran una buena caza al tiempo que favorecieran la reproducción y abundancia de las presas.

Uro - Cueva del Parpalló - Museo de Prehistoria de Valencia

líneas simbólicas - placa de la cueva del Parpalló En las placas expuestas en el Museo de Prehistoria de Valencia podemos ver ciervos, uros (toros prehistóricos), caballos, cabras montesas y otros animales. También son frecuentes las líneas cruzadas o serpenteantes, con simbolismo de difícil interpretación.

En el Museo de Prehistoria de Valencia las placas prehistóricas de Parpalló están expuestas en dos espacios. En el primero vemos un conjunto numeroso de placas grabadas. Luego, en una sala con especiales condiciones de luminosidad se exponen las más valiosas, las que están pintadas, que son las más escasas. En una de las más interesantes se representa una cabeza de caballo con trazo rojo.

Caballo pintado - Cueva del Parpalló - Valencia
Merece detenerse en la que podíamos calificar como la placa más importante de las halladas en Parpalló. Es una placa que combina el grabado con la pintura. Además es de gran rareza porque no es la típica representación grabada de un solo animal con el interior coloreado, sino que cada técnica representa a un animal diferente. Así, vemos grabado un caballo, probablemente una yegua preñada por su abultado vientre. En su interior está pintada una cierva en color negro.

Caballo y cierva - Cueva del Parpalló - Valencia

¿Qué llevó a estos hombres y mujeres de hace 20.000 años a realizar estas placas y ofrendarlas en el templo prehistórico que fue la cueva del Parpalló? Quizás nunca lo sabremos a ciencia cierta. Pero en el Museo de Prehistoria de Valencia los amantes del arte y de la arqueología podemos disfrutar de un gran tesoro antiguo. Tan antiguo como nuestra verdadera conciencia de humanidad. Estas placas son ecos de un tiempo en que empezamos a creer en dioses y en ritos que los dispusieran favorablemente a nuestras aspiraciones y proyectos. No hemos cambiado tanto.

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MONUMENTO DE RIBERA – Benlliure - Valencia

Estatua de Ribera en Valencia La estatua del pintor José de Ribera (Játiva 1.591 – Nápoles 1.652) se encuentra en la plaza del Poeta Llorente, junto a la concurrida calle del Pintor López y junto al monasterio del Temple.

Localización Monumento de Ribera - Valencia

José de Ribera fue uno de los mejores pintores del siglo XVII. Su tenebrismo, influenciado por Caravaggio, le hizo famoso en toda Europa. Pasó la mayor parte de su vida en Nápoles, que era entonces uno de los virreinatos del Imperio español. Allí los italianos le llamaban el Spagnoletto, “el españolito”.
 

José de Ribera - Mariano Benlliure - Valencia La estatua de Ribera es una de las mejores obras de Mariano Benlliure (1.862-1.947) y una de las de más preciosismo técnico del gran escultor valenciano. Podemos decir que fue la primera de sus obras importantes, ya que la realizó con tan sólo 25 años y fue la obra que le consagró como el gran artista que era, ya que esta estatua obtuvo el primer premio de escultura de la Exposición Nacional de Madrid del año 1.887. A partir de entonces su nombre fue reconocido como uno de los mejores escultores españoles.

La escultura es un homenaje de los artistas valencianos hacia su paisano José de Ribera. A la iniciativa de Aurelio Querol para la erección del monumento se sumaron muchos artistas. Uno de ellos fue Benlliure que hizo la escultura sólo por el coste de su fundición, sin cobrar su trabajo.

Monumento a José de Ribera - Benlliure - Valencia Viendo la escultura de Ribera no tenemos duda del merecimiento del premio otorgado en la Exposición Nacional de Bellas Artes. La vestimenta del pintor parece totalmente real, con una caída naturalista de los ropajes que se hace perfecta en las calzas y en la capa que cae sobre la espada. Otro detalle que sorprende es la primorosa gorgera de fina puntilla que adorna el cuello y el pecho de Ribera.

El realismo de la obra no se acaba en la manera increíble que tiene Benlliure de crear la textura de las telas en el frio bronce. Podemos fijarnos también en la espada de hermosa empuñadura, en el puñado de pinceles que porta en la mano izquierda o en el detalle de los grumos de pintura sobre la paleta.

Ribera mira concentrado un imaginario cuadro que tiene delante. Podemos pensar en cualquiera de sus tremendos y dramáticos cuadros tenebristas de martirios de santos que tanta difusión tuvieron mediante los grabados que se distribuyeron por toda Europa. Parece como si Ribera fuera a dar una de sus últimas pinceladas a una de sus obras. Es como si volviendo de la calle sin haberse desembarazado de la capa y aún con la espada al cinto, se aprestara a dar un toque maestro al cuadro.

Benlliure no sólo ha representado al gran pintor. También representa aquí al caballero español del siglo XVII, siempre con la espada a mano, cual capitán Alatriste hecho en bronce. De hecho Ribera era un luchador a su manera. Sus cuadros religiosos y las iconografías difundidas desde el éxito de sus obras, participaron de esa lucha intelectual del catolicismo contra el protestantismo que era el gran enemigo del poderoso y católico Imperio español.

Estatua de Ribera - ValenciaUn detalle curioso: uno de los botones de la indumentaria de Ribera está desabrochado. Y es que la escultura representa a un artista, con ese toque un tanto descuidado que suele caracterizar a los genios. Seguro que si Benlliure hubiera esculpido a un rey o a un político la ropa estaría más planchada y ese botón abrochado. También es seguro que tratándose Ribera de un colega de las artes, hizo la escultura con más cariño…

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julioasuncion@hotmail.com

CRISTO DE ANCHETA – Catedral de Pamplona

El Cristo de Anchieta - Catedral de Pamplona
Localización Cristo de Anchieta - Pamplona
El Cristo de Ancheta se encuentra en la catedral de Pamplona. En la visita a la catedral, uno de los monumentos principales de Navarra, no podemos olvidar la imagen de Cristo del que fue uno de los mejores escultores del siglo XVI en España. El escultor guipuzcoano Juan de Ancheta (h. 1.540 – 1.588) triunfó plenamente en vida. Es el mejor escultor del siglo XVI del norte de España. Reconocido hoy como uno de los más aventajados seguidores de Miguel Angel en España, su trabajo era requerido no sólo en País Vasco y Navarra, sino que encontramos obra suya también en Aragón, Castilla y La Rioja.
Cristo de Anchieta - Pamplona Estamos hablando de uno de los grandes maestros de la imaginería del siglos XVI y uno de los mejores representantes de romanismo en la península Ibérica. Entre los trabajos del escultor, el Cristo de la catedral de Pamplona es uno de los mejores.
Podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que estamos ante el mejor Cristo de Navarra y uno de los mejores de España. Fue realizado hacia 1.577 .  
Cristo de Anchieta Dos conceptos se aúnan magistralmente en esta escultura. Por un lado la perfección anatómica del crucificado junto con los moratones que acentúan el realismo del injusto castigo sufrido, nos llevan a la naturaleza humana de Cristo. Por otro lado, la cara bella y tranquila de Cristo tras la muerte, nos habla de la naturaleza divina del Hijo de Dios. En la faz de Cristo no vemos sufrimiento. Casi podemos verle esbozar una levísima sonrisa. Es la faz del que ha vencido a la muerte al mismo tiempo que ha salvado a la humanidad con su sacrificio.

Por eso, la sensación del espectador al ver al Cristo de Ancheta no es de horror ante la horrible muerte en la cruz. Ancheta no ha acentuado el dramatismo con un exceso de sangre, con una expresión dramática o con una postura de excesiva torsión. Por el contrario, la belleza de la imagen se sobrepone al luctuoso tema.
Cristo de Anchieta - Detalle de los pies Un par de detalles dignos de admiración. El primero son los pies de Cristo. Es la parte más cercana al espectador. Vemos como se representa el dedo gordo separado del resto. Es una representación realista de la reacción muscular ante la perforación del clavo y la afectación de los tendones.
Pero el detalle más curioso es el mechón de pelo que escapa de la corona de espinas de Cristo y cae hacia adelante. Es un detalle sumamente bello que singulariza al Cristo de Ancheta sobre los demás. Una leyenda popular dice que cuando el mechón de pelo le llegué al pecho se acabará el mundo. La atribución de tal poder (el fin del mundo) a esta imagen de Cristo, aunque sólo sea de manera figurada, supone el reconocimiento de su calidad divina. Y es que en este caso, la humilde madera en manos de un gran artista, ha adquirido no sólo la calidad de obra maestra. También es imagen de devoción que llega al corazón de los creyentes.

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