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MONUMENTO A LOS FUSILADOS EN LA GUERRA D ELA INDEPENDENCIA - Cordovilla

Monumento a las fusilados de la Guerra de la Independencia - Cordovilla 

Localización Monumento a los fusilados en la Guerra de la Independencia El monolito de homenaje a los fusilados en la Guerra de la Independencia se encuentra en el término de Cordovilla, en el parque comercial La Morea, junto al aparcamiento del supermercado Leclerc, entre la zona ajardinada que está entre la gran nave del supermercado y la autovía que lleva a Pamplona.

La mayoría de los que rutinariamente acuden al gran centro comercial no se percatan del humilde monolito que se levanta a pocos metros, en una pequeña elevación del terreno. Mientras que introducen la compra en el maletero de sus vehículos, no se dan cuenta que están en un lugar donde se escribió una página trágica de la Historia de Navarra.

En este mismo paraje, hace 200 años, un 9 de diciembre de 1.811, soldados del invasor Napoleón fusilaron de 34 patriotas que dejaron su vida por apoyar la independencia ante Francia.

Podemos imaginar una escena parecida a la que retrató magistralmente Goya en su cuadro “Los fusilamientos del 2 de mayo”. El responsable de esta matanza fue el sanginario jefe de la policía militar francesa en Pamplona, Jean Pierre Mendiry. Oriundo de San Juan de Pie de Puerto era llamado el Nerón de Navarra por su crueldad. Entre los fusilados no sólo estaban guerrilleros, sino también familiares de guerrilleros, ya que la saña de Mendiry no acababa en los valientes voluntarios de la cuadrilla de Espoz y Mina, sino que se cebaba también con sus familiares en una especie de guerra psicológica propia de un psicópata.

Monolito de los fusilados en la Guerra de la Independencia - Cordovilla Así, la medio borrada inscripción del monolito alude a que de los 34 fusilados, la mitad eran guerrilleros, y la otra mitad eran padres de guerrilleros.

Tal era el terror que inspiró el jefe de policía francés, que ya pasada la Guerra de la Independencia, cuando ya el ejército del todopoderoso Napoleón había sido “echado a patadas” al otro lado del Pirineo, todavía se evocaba a Mendiry cuando se quería asustar a los niños, a modo del “hombre del saco” actual. Durante su paso por el cargo en Pamplona llegó a fusilar a varios centenares de personas y encarcelo a millares, entre ellos a muchos familiares de guerrilleros que nada tenían que ver con la lucha armada. Espoz y Mina no perdonaría nunca el trato de los franceses a sus hombres ni a la población civil y se lo cobró en los miles de soldados enemigos que cayeron en sus audaces golpes de mano. Desde el monolito, hacia el sur, vemos el paso formado entre la sierra de Alaiz y la del Perdón. Allí, en la zona llamada el Carrascal fueron muchas las emboscadas exitosas de los hombres del audaz guerrillero.
   

Vista del Monte de San Cristobal y de Pamplona desde el monolito - Cordovilla

Eran las once de una fría mañana de diciembre. Sonaron los disparos del pelotón de fusilamiento. 34 hombres cayeron sin llegar a ver su tierra liberada del “gabacho”. Pero, a pesar de la modestia del monumento, todavía queda ahí ese hito que les recuerda no sólo a ellos, sino a todos los navarros que cayeron delante de los pelotones de fusilamiento por defender su tierra.

Hoy, a pocos metros del monolito, se levanta un supermercado de una cadena francesa. Paradojas de la vida…
        

ARNEDO – Valle del Cidacos – La Rioja

Arnedo - La Rioja - Vista general 

Localización Arnedo - La Rioja Arnedo, con algo más de 14.400 habitantes, es la tercera localidad más habitada de la Rioja tras Logroño y Calahorra. Se encuentra a 48 kilómetros de de la capital riojana.

Mientras que Logroño es la gran ciudad de la Rioja y Calahorra es la ciudad bimilenaria, Calahorra es llamada la ciudad del calzado.

Arnedo, aunque poco visitada por el turismo, tiene atractivos más que suficientes para que nos acerquemos a recorrer sus calles.

Castillo de Arnedo Destaca el castillo que se alza sobre el caserío y que fue protagonista de las luchas fronterizas del siglo X entre cristianos y musulmanes. Desde lo alto del castillo podemos ver la abundancia de cuevas que horadan los cerros cercanos. Muchas de ellas se excavaron por eremitas en la alta Edad Media. Junto al castillo se ha habilitado un mirador con excelentes panorámicas de la ciudad. Para saber más sobre el castillo y su historia consultar: CASTILLO DE ARNEDO.

Muy cerca del castillo se encuentra la iglesia de Santa Eulalia, donde destaca la pintura de su portada representando el martirio de la santa.
   

Iglesia de Santa Eulalia - Arnedo

Iglesia de San Cosme y San Damián - Arnedo En el pueblo nos encontramos con otras dos iglesias. La iglesia de San Cosme y San Damián, patrones de Arnedo, fue construída en el siglo XVI y XVII. En su fachada nos reciben las imágenes de los dos santos. En su interior destaca el retablo barroco y la imagen románica de la patrona de la localidad, la Virgen de Vico.

 

 

 

Iglesia de Santo Tomás - Arnedo En la iglesia de Santo Tomás, en pleno centro de la ciudad, destaca la portada gótica del siglo XV. No dejéis de visitar su interior, donde os sorprenderá una magnífica bóveda estrellada de ocho puntas del gótico tardío.

Paseando por las calles del casco viejo también veremos algunos palacetes blasonados. Destaca el del arzobispo Argáiz, estupendamente restaurado y que se dedica ahora a Casa de Cultura. Además de la biblioteca, en su interior se ubica el Museo de Ciencias Naturales, con colecciones de minerales, arqueológicas y reproducciones anatómicas y de huellas de dinosaurios.
   

Palacio de la Baronesa - Arnedo También destaca el llamado Palacio de la Baronesa, donde se ubica la oficina de Turismo y donde se expone una muestra de los hallazgos en el poblado celtíbero del Cerro de San Miguel. Para saber cómo llegar al poblado celtíbero consultar: CERRO DE SAN MIGUEL.

 

Escultura urbana - Arnedo Es interesante la estatuaria urbana que adorna Arnedo. Curiosa es la doble escultura situada en la Plaza de España que representa a un hombre y a una mujer.

 

 

 

 

Huella de Juanito Oiarzabal - Arnedo También curioso es el “paseo de la Fama” al modo de pequeño Hollywood que encontramos en la acera frente al teatro Cervantes. Allí han dejado su huella personajes como Miliki o Miguel Induráin. Pero la huella que más llama la atención es la de Juanito Oiarzábal. Le faltan los dedos del pie, que perdió por congelación en una de sus expediciones.

Podemos por último acercarnos al Museo del Calzado, donde descubriremos la historia de esta industria tan importante para la localidad.

Más información:
- CASTILLO DE ARNEDO.
- CERRO DE SAN MIGUEL.
  

CERRO DE SAN MIGUEL – Poblado celtíbero - Arnedo

Casas semi-rupestres del Cerro de San Miguel - Arnedo

Localización Cerro de San Miguel - ArnedoEl poblado celtíbero del Cerro de San Miguel se encuentra en Arnedo, en la Rioja, en el Valle del Cidacos. Es uno de los poblados protohistóricos más grandes del Valle del Cidacos. Era un verdadero oppidum, poblado fortificado en altura con gran dominio visual del paisaje. Varios flancos están protegidos por precipicios. El resto del poblado lo defendían murallas y fosos.
El Cerro de San Miguel se encuentra al este de la localidad, muy cerca del depósito de aguas. Está protegido por un vallado ya que está excavado en una mínima parte. Aún así podemos apreciar uno de los fosos que lo defendían, así como algunas viviendas semi-rupestres de la primera excavación que se hizo en el cerro. También se ha excavado parte de la muralla, pero desde el exterior del vallado no se puede apreciar.
   
Foso defensivo del Cerro de San Miguel - Arnedo

El yacimiento se ha datado en la Edad del Hierro, entre los siglos VI y III antes de Cristo. En las excavaciones se documentaron huellas de incendios, lo que nos lleva a pensar en la destrucción del poblado. Dada la cronología dada, no fueron los romanos quien acabaron con la población celtíbera del Cerro de San Miguel. Pudo ser otro grupo celtíbero rival. Quizás futuras excavaciones aclaren esto.
Otro de los atractivos del yacimiento arqueológico son las excelentes panorámicas.
 
Arnedo desde el poblado celtíbero del Cerro de San Miguel

Desde el Cerro de San Miguel se tienen las mejores vistas sobre Arnedo. Veremos el caserío extendiéndose junto al Cidacos, con las iglesias destacando en altura. Cerrando el paisaje urbano destaca el imponente Castillo de Arnedo.

Para saber más sobre el castillo consultar: CASTILLO DE ARNEDO.
    
Más información sobre la ciudad: ARNEDO - Valle del Cidacos
  

CASTILLO DE ARNEDO – Valle del Cidacos – La Rioja

Castillo de Arnedo - La Rioja

Localización Castillo de Arnedo El Castillo de Arnedo se levanta sobre el caserío de la localidad riojana haciendo retroceder nuestra imaginación a los primeros siglos de la Reconquista.
Fue construido por los musulmanes para el control del valle del Cidacos y como parte de la línea defensiva de la frontera con los nacientes reinos cristianos de Asturias y Navarra.
El castillo de Arnedo fue , junto con Tudela, una de las fortificaciones principales de los Banu Qasi, mahometanos descendientes del conde Casio, hispano-visigodo renegado que renunció a su fe para abrazar el Corán a cambio de mantener sus posesiones.
Uno de los descendientes de este linaje fue el famoso Moro Muza, que llego a titularse como “el tercer rey de España” (junto con el de Asturias y el poderoso califa de Córdoba). Se piensa que en el castillo de Arnedo nació Muza, que llegó a dominar territorios de Aragón, Navarra y la Rioja. 
    
Arnedo - Visa general

El Castillo de Arnedo fue testigo de las luchas fronterizas. El rey navarro Sancho Garcés I, a comienzos del siglo X, fue el primer cristiano que hizo ondear su pendón en la fortaleza.
En varias ocasiones cambió de manos, hasta que con la toma del valle del Ebro por los cristianos, el castillo quedó definitivamente reconquistado.
Torre del Castillo de Arnedo Hoy el perfil épico del Castillo destaca en el estratégico valle del Cidacos. En sus murallas podemos ver los diferentes momentos de construcción en la alternancia del abobe con la piedra. Sus muros se alzan sobre la rojiza roca que corona el cerro, como si este color bermejo fuera un recuerdo de la sangre que en muchas ocasiones se derramó en la conquista de sus torres, de la que queda una en buen estado.
En la parte superior sólo quedan los restos de un aljibe y las dos plataformas a diferente nivel que era donde estuvieron en su día los edificios de la guarnición.
Las panorámicas desde el castillo son excepcionales. A la falda de la fortaleza se extiende Arnedo con los campanarios de las iglesias destacando sobre el restos de las casas. En los cerros cercanos vemos multitud de cuevas. Muchas se usaron en la antigüedad como eremitorio, es decir, cuevas de eremitas en tiempos visigodos. Hacia el Este, coronando otra altura, vemos el castillo de Quel, otra de las defensas del valle del Cidacos.

    
Mirador del Castillo - Arnedo

Junto al castillo se ha construido un mirador con un par de tablas de orientación muy útiles para reconocer los montes e hitos principales de la zona (cuando fui en abril de 2.012 una de ellas estaba estropeada). Desde el mirador tenemos también una de las mejores vistas de la imponente fortaleza roqueña.
Tras la visita al castillo merece la pena dar una vuelta por Arnedo, que guarda varias iglesias, casas blasonadas y palacetes de interés.

Más información sobre la ciudad: ARNEDO - Valle del Cidacos

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MONUMENTO A SAN RAIMUNDO - FITERO

San Raimundo de Fitero
Localización del Monumento a San Raimundo
La escultura a San Raimundo de Fitero se alza en la plaza principal de la localidad ribera, en el Paseo de San Raimundo, muy cerca del monasterio cisterciense del que fue primer abad.
Pero en esta representación del santo patrón de Fitero no vemos a un monje. Si bien observamos que lleva la cabeza tonsurada y ropajes propios de un religioso, destacan la gran espada y el escudo que porta. Aquí San Raimundo es un guerrero.
Un monje-guerrero. La clave de la escultura la tenemos en la curiosa cruz que porta en el pecho, la capa y sobretodo visible en el escudo. Es la cruz de Calatrava.
San Raimundo vivió en aquel lejano y peligroso siglo XII, en que la Península estaba todavía en gran parte ocupada por los sarracenos. Un hecho de armas le convirtió en uno de esos personajes míticos de la Historia medieval de España.
   
San Raimundo - Fitero

Calatrava, cerca de Ciudad Real, era una punta de lanza cristiana clavada en medio de territorios dominados por los musulmanes. Calatrava era el escudo de Toledo. Era el punto que defendía la frontera de las acometidos mahometanas. Su caída podría ser fatal para los reinos cristianos, ya que habría la llave para tomar la gran ciudad del Tajo.
La importante defensa de esta esencial plaza estratégica la encomendó Alfonso VII a los templarios. ¿Quién iba a pensar que la famosa orden de los templarios, tan publicitada y valorada hoy en día por muchos, iba a dejar la defensa de la plaza de Calatrava ante el temor (por no decir miedo) de verse superados por los poderosos almohades? Los templarios abandonan Calatrava a su suerte y devuelven la fortaleza al rey Sancho III, sucesor de Alfonso VII, pocos años después de que se les hubiera asignado su defensa.
El rey reúne el Almazán a los nobles para exponer la delicada situación. Nadie se atreve a tomar la responsabilidad, casi suicida, de hacer de Calatrava un bastión ante el inminente ataque de los moros. Y aquí entra en escena nuestro monje-guerrero San Raimundo. Dando un paso al frente, Raimundo, abad del monasterio navarro de Fitero, pide para él la responsabilidad de la defensa de Calatrava. Ante la incredulidad de los nobles y del rey, el monje expone con vehemencia su enorme resolución de dejar la vida en el intento si fuera necesario, y se compromete a reunir los suficientes guerreros para la misión. El rey accede a la petición de Raimundo. Esta escena está magníficamente representada en el cuadro “Origen de la Orden de Calatrava”, pintura histórica realizada por Manuel López de Ayala en 1.890 y que se encuentra en el convento de las Calatravas de Madrid. 

Origen de la Orden de Calatrava

Apoyado en un monje de su monasterio que anteriormente había sido soldado, Diego Velázquez, llamado curiosamente como el que luego sería famoso pintor, Raimundo consigue reunir un verdadero ejército, compuesto por monjes, campesinos, artesanos, soldados, y cualquiera que quisiera sumarse a la empresa. Todos ellos se convirtieron en verdaderos guerreros que evitaron la toma de Calatrava.
Cruz de la Orden de Calatrava Era el año 1.158. Tras la victoria, y con el compromiso de seguir luchando, no sólo por la ciudad, sino por la defensa de las peligrosas tierras de la frontera con los sarracenos, Raimundo crea la Orden de Calatrava, la primera orden militar de España. Esta orden tuvo un enorme protagonismo en la Reconquista. Su cruz campeó en muchos campos de batalla. Entre los hechos de armas que dieron fama y gloria a la Orden destaca la defensa heroica del Castillo de Salvatierra en 1.211, que dio tiempo a los reyes cristianos a preparar adecuadamente la crucial victoria de las Navas de Tolosa en 1.212, batalla en la que también la Orden de Calatrava tuvo un papel protagonista. 

La Orden obtuvo un prestigio impresionante por todos estos hechos. Prestigio que quedó de manifiesto cuando Fernando el Católico fue nombrado maestre de la Orden por el Papa en 1.477. Desde entonces todos los reyes de España son maestres de la Orden.
Siglos más tarde de su muerte Raimundo fue canonizado, atribuyéndosele milagros y curaciones. Todavía en el monasterio de Fitero se guarda una reliquia del santo. Pero esa es otra historia. 

En la plaza de Fitero se recuerda a San Raimundo como el monje-guerrero que fue. Sus hábitos remangados con un cinturón para facilitar los movimientos en la batalla. La mano izquierda en la enorme espada. La derecha sujeta un poderoso escudo remachado donde destaca la cruz de Calatrava.
 
Sam Raimundo - Fausto Palacios La escultura es obra de Fausto Palacios, escultor local de poca producción. Realizó la escultura de San Raimundo en 1.946. Estudió el arte de la escultura en Madrid y en Barcelona. Esta es su mejor obra.
Fausto Palacios crea una visión actualizada y moderna del santo. Le rejuvenece (San Raimundo era bastante mayor cuando crea la Orden de Calatrava) dándole una lozanía y fuerza que casa bien con la interpretación simbólica del guerrero capaz de la victoria. Esta fuerza queda también representada en la fornida complexión de San Raimundo en la escultura. Al mismo tiempo, esta juventud ficticia personifica a la orden militar recién creada.
La capa plegada sobre el brazo izquierdo, nos recuerda a esos próceres romanos que en el senado sabían usar sabiamente la palabra, tal como uso de la oratoria San Raimundo para convencer al rey Sancho III sobre lo factible de su heroico proyecto.
Palabra y espada: armas del religioso y del guerrero respectivamente.
La escultura de San Raimundo, creador de la orden militar española donde combatieron los más bravos monjes-guerreros, se levanta hoy fuera del espectacular monasterio cisterciense que dirigió. Parece recordar ese momento en que lo dejó para dirigirse a un mundo nuevo y peligroso: las tierras de la frontera…
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CASTILLO DE MONJARDÍN – Villamayor de Monjardín

Castillo de Monjardín - Villamayor de Monjardín 
Localización del Castillo de Monjardín El castillo de Monjardín merece un reconocimiento histórico mayor del que tiene en la actualidad, ya que está en el origen mismo del reino de Navarra. La toma del castillo de Monjardín es la primera conquista reseñable que Navarra consiguió sobre los musulmanes en el ámbito de la Reconquista. Por muchos es considerado a Sancho Garcés I, el artífice de expugnar esta importante fortaleza, primer rey de Pamplona, germen de lo que sería el reino de Navarra. Y es que Íñigo Arista y sus sucesores cada vez son más tratados por la historiografía como señores o barones que estaban subordinados a los invasores mahometanos más que como verdaderos reyes.
Sancho Garcés I (905 - 925) fue el primero que rompió esta relación de sumisión y el primero en ser reconocido por los otros reyes cristianos como uno de sus pares.


El castillo se encuentra en lo alto del monte que se levanta sobre Villamayor de Monjardín, localidad cercana a Estella.
Paramentos del castillo de Monjardín El castillo de Monjardín tuvo una importancia estratégica fundamental en el territorio que en el siglo X era frontera con los sarracenos. Tras su toma por el rey Sancho Garcés, el castillo nunca volvió a ser dominado por los musulmanes, ni siquiera tras derrotas como la de Valdejunquera En esta ocasión el todopoderoso califa Abderramán III se desplazó desde su corte en Córdoba hasta Navarra para parar las rebeldías del rey Sancho Garcés I y su aliado el rey asturiano Ordoño II.
Hoy podemos apreciar la importancia militar de la fortaleza en las panorámicas que se dominan desde la misma. Es un gran centro de control visual de la zona. De hecho, es el mirador de Navarra donde más pueblos se pueden ver (60).
Tal debió ser la querencia del rey navarro por el castillo de Monjardín que aquí se hizo enterrar. Las reformas de la ermita que corona el castillo y las hechas en el siglo XIX en tiempos de las guerras carlistas han hecho que no se hayan localizado aun los restos del monarca, si bien se supone que en el castillo siguen enterrados.


En la plaza del pueblo encontramos un busto que homenajea al rey Sancho Garcés I. El rey, con atuendo de guerrero más que como monarca, luciendo sobre su cabeza casco en vez de corona, alza la mirada hacia la fortaleza con gesto resuelto a la vez que preocupado. La estatua nos traslada más de 1.000 años en el tiempo, poco antes de que el rey y sus tropas se enfrentaran a la crucial prueba de tomar de Monjardín, hecho de armas que empezó a cambiar el destino de lo que en un futuro sería el reino de Navarra.
El rey Sancho Garcés I - Villamayor de Monjardín

Para visitar el castillo por dentro hay que pedir la llave en el bar de Villamayor de Monjardín.
NOTA 2020: La última vez que fui, no había que pedir la llave. La puerta estaba abierta. Creo que es una gran idea. Así se puede visitar tranquilamente y no se da la lata a los del bar.
Mi agradecimiento desde aquí a Ana Carmen, arqueóloga de Navarq, con la que tuve la satisfacción de visitar el castillo. Sus completas y detalladas explicaciones hicieron de la visita todo un disfrute.
  
Más información sobre Sancho Garcés y Monjardín en:
  

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EL ÍDOLO DE OROZ-BETELU

Ídolo de Oroz-Betelu

Localización Ídolo de Oroz-Betelu Oroz-Betelu es un agradable pueblo del Pirineo Navarro. El ídolo de Oroz-Betelu me lo encontré cuando daba una vuelta por las calles del pueblo.
Dejamos el coche en la plaza del pueblo y caminamos unos metros por la calle principal en dirección a Aoiz. Cogemos la primera calle a la derecha, la calle Iruntaldea. A una veintena de metros, antes de llegar a una pequeña plaza, encontramos la rústica escultura encastrada en el muro de una leñera.
       
Localización idolo Oroz-Betelu
Me llamó mucho la atención, ya que no había visto antes nada igual. El ídolo lo forman dos piedras. La más rojiza representa a un personaje con el cuerpo muy esquematizado. La cabeza tiene detallada la nariz, la boca, los ojos y lo que podría ser una oreja o el pelo. Sobre la cabeza hay otra piedra de diferente tipo a modo de gorro o casco.
Pregunté a un vecino del pueblo por la escultura. Me dijo que tanto él (rondaría los 70 años) como su padre siempre habían conocido la escultura ahí.
Idolo de Oroz Betelu No me cabe duda de que se trata de una reutilización. Pero ¿de qué época puede ser? No conozco paralelos. Lo más parecido son las grandes esculturas de la isla de Pascua. ¿Podría ser una copia a pequeña escala hecha por algún vecino hace más de 100 años? Lo dudo.
Personalmente creo que seguramente sea medieval, ya que la cabeza me recuerda a algunas rústicas caras que adornan pequeñas iglesias rurales románicas no muy lejanas, como la de Villanueva de Aézkoa, por poner un ejemplo.
También podemos pensar en una antigüedad aun mayor. ¿Podría ser un ídolo prehistórico? A pocos kilómetros de aquí se encuentra el castro de Gorraiz, de la Edad del Hierro. ¿Podría ser el ídolo de Oróz-Betelu la representación esquemática de un guerrero o jefe de esa época? De corresponder esta escultura a periodos tan lejanos en el tiempo estaríamos ante una joya única de la antigüedad de Navarra.
¿Moderno, medieval o prehistórico? Dejo aquí la pregunta por si alguien se anima a dar su opinión al respecto y resolvemos el enigma. Para ello podéis utilizar los comentarios o escribirme a mi correo: julioasunción@hotmail.com
 
GUERRERO-IBERICO El amigo Manuel Guerrero cree en la antiguedad de la escultura. Me manda esta foto de un ídolo o exvoto íbero que tiene similitudes. Una aportación muy interesante.
 
Buscando en internet encontré estos exvotos de Torreparedones, encontrados en la provincia de  Jaen, muy rústicos, pero que también tienen algo de parecido con el ídolo de Oróz-Betelu.
 
 

       
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