La iglesia de San Román es el principal monumento de Cirauqui. Se encuentra en la zona alta del pueblo. Fue construida en hacia el año 1200 y posteriormente reformada en los siglos XVI, XVII y XVIII.
Lo más destacable de la iglesia de San Román es su portada, construida también a caballo entre los siglos XII y XIII en los tiempos en que se iniciaba la transición entre el románico y el gótico.
En Navarra se da una circunstancia curiosa dentro del arte medieval. Curiosidad, rareza, que da importancia a la portada medieval de la iglesia parroquial de Cirauqui. En Puente la Reina, Cirauqui, y Estella, se encuentran las tres únicas Iglesias del Camino de Santiago con portada polilobulada. Así, la portada de San Román de Cirauqui es un gran arco apuntado decorado con pequeños arcos de herradura de influencia musulmana. Parece ser que esta curiosa tipología se debe al trabajo en la zona de artistas mudéjares.
Lo mismo que en las otras dos portadas de similar tipología (San Pedro de la Rua en Estella y Santiago de Puente la Reina) se crea aquí un arte sumamente original dentro del medievo, ya que además de los arquillos polilobulados también la decoración geométrica que adorna profusamente la portada debe mucho a las influencias musulmanas. Aumenta aun más la importancia de estas portadas el contraste de estas influencias orientales con una escultura figurada plenamente románica. Todo esto en un periodo de transición en el que se va imponiendo el arco apuntado y la arquitectura cisterciense. Arte cisterciense, arte musulmán y arte románico, una mezcla de influencias con un resultado sorprendente.
Entre los motivos escultóricos de la portada podemos ver a varios personajes esculpidos de manera bastante rústica, entre los que parece haber dos obispos, dos personajes sentados, una cabeza que puede representar quizás la cabeza de Cristo; unos imponentes grifos luchando (volvemos con la influencia oriental); un león que parece perseguir a un humano con cuerpo de animal, etc.
El personaje más curioso es una sirena que se encuentra junto al vano de la puerta, a la izquierda. Extraña representación que generalmente se relaciona con la lujuria y la crítica al sexo y a la capacidad de la mujer, según se creía entonces, para arrastrar a los pecados de la carne.
En las claves de las arquivoltas se adornan con un crismón, el cordero místico, la mano de Dios que sale entre las nubes y bendice a los que se acercan al templo, y un ángel. Junto a estos motivos figurativos también hay una roseta. De nuevo la mezcla de lo figurativo y lo geométrico.
El ángel es muy curioso. Seguramente sea San Miguel, pero en vez de en su iconografía habitual en la que se le muestra venciendo al demonio aquí se le ha representado portando la cruz, iconografía parecida a San Miguel de Aralar, advocación de gran devoción en toda Navarra.
En el interior de la iglesia encontramos tres retablos churriguerescos, del principios siglo XVIII, obra de Martín de Legarra y Pedro de Leceta. En estos retablos más que el valor de las esculturas de los santos que los adornan, destaca el trabajo de talla de los retablos, especialmente el barroquismo conseguido en las columnas salomónicas.
En el retablo mayor está la imagen de San Román, talla de origen gótico muy modificada por restauraciones posteriores.
En la arquitectura de la Iglesia podemos ver dos etapas de construcción claramente diferenciadas. En la zona trasera de la nave, donde está el coro y se conserva parte de la sillería renacentista y un órgano de comienzos del siglo XVIII, se conservan las bóvedas góticas. Es la parte más antigua del templo. En cambio en la zona del presbiterio la bóvedas son claramente posteriores, del mismo tiempo que los retablos.
Otros atractivos de la iglesia son un gran cuadro dedicado a San Francisco Javier, copatrón de Navarra, donde se le ve predicando entre gentes orientales recordándonos su labor de misionero en el siglo XVI en esos lejanos continentes y un crucificado de bella factura que se encuentra en el lado de la Epístola.
Por último otra curiosidad: junto a una de las puertas de la iglesia se encuentra un ara (altar) romana. Probablemente Cirauqui tuvo origen romano. Prueba de ello es este ara y la calzada que se encuentra a la salida del pueblo. Es curioso que un altar pagano se encuentre hoy en un templo cristiano. Al fin y al cabo el ara y el retrato de San Francisco Javier están animados por el misma causa. Son muestras de la espiritualidad que siempre ha acompañado al hombre con independencia de lugares y culturas.
La visita a la iglesia merece completarse por un recorrido por el resto de los monumentos de la localidad.
- Recorrido monumental por Cirauqui.
- Iglesia de Santa Catalina de Cirauqui.
© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com
Gracias por el estudio de las 2 iglesias de Cirauqui. Me ha llamado la atención que la clave de San Román el alfa y la omega se encuentran al revés, como si se leyeran de derecha a izquierda.
ResponderEliminarViendo un sitio la otra iglesia parece que la Torre hubiera sido una torre defensiva más que religiosa. Gracias por demostrarnos la.antiguedad Navarra