Calatañazor está declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1962. Es una pequeña población de sabor medieval, donde se recuerda la legendaria batalla de Calatañazor.
En Calatañazor no podemos perdernos los siguientes hitos monumentales:
- Ermita de la Soledad: A las afueras de la población, cerca de su entrada principal. Es románica, del siglo XII y destaca su ábside decorado con curiosos canecillos.
- Murallas medievales: envuelven casi toda la población. De hecho Calatañazor viene de “calat am nasur” que significa “castillo de los buitres”, lo que da idea de lo fortificado e inexpugnable del cerro donde se levanta la población.
- Arquitectura popular: Es una gozada pasear por las calles del pueblo con casas de gran sabor típico. Parece que nos hayamos trasladado varios siglos en el pasado. Muy curiosas son las chimeneas de algunas de sus casas.
- Iglesia de Nuestra Señora del Castillo: Románica con modificaciones posteriores. Destaca su portada.
- Estatua de Almanzor: Busto del caudillo musulmán cuya derrota en la legendaria batalla de Calatañazor ha hecho muy conocido a este pueblo soriano. Sin duda este recuerdo tiene justificación, ya que el nombre de Calatañazor ha quedado unido para siempre con el Almanzor, tanto por la batalla como por la acertada rima. En el pedestal de la escultura hay un bonito poema de Gerardo Diego donde se recuerda la batalla de Calatañazor.
- Rollo o picota: lugar donde se exponían a la vergüenza los presos condenados.
- Castillo: Del siglo XIV. Desde el castillo se tienen unas buenas panorámicas del entorno de Calatañazor.
- Tumbas antropomorfas medievales: Fuera del recinto amurallado, a los pies del castillo. Se pueden ver varias tumbas excavadas en la roca que debieron pertenecer a un cementerio extramuros que se encontraba cerca de una ermita hoy desaparecida.
Todos estos atractivos hacen de Calatañazor un lugar ideal para pasar una agradable mañana disfrutando de los monumentos y recordando los avatares de la Reconquista. No es de extrañar que en este lugar de sabor medieval Orson Welles localizara su película “Campanadas a medianoche”. El filósofo Julián Marias, impresionado por Calatañazor, escribiría: “Y de pronto, en un recodo, a la izquierda, lo increible: Calatañazor”. Seguro que no te decepcionará. Yo también quedé gratamente sorprendido de este “pueblo con encanto”. Es una de esas pequeñas joyas casi desconocidas que tenemos al alcance de la mano y que hay que saber apreciarlas y disfrutarlas.
Para saber más sobre la batalla de Calatañazor puedes consultar este artículo: “Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor”.
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