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EL GIGANTE DE ALTZO

Guantes de El Gigante de Altzo - Museo San Telmo

Si en alguien se hizo real el calificativo de “chicarrón del norte”, ese fue Miguel Joaquín de Eleicegui. Conocido como “El gigante de Altzo”, llegó a alcanzar los 2,42 metros de altura, lo que le convierte en el vasco más alto que jamás haya existido. Altzo fue su pueblo de origen, pequeña localidad cercana a Tolosa, en Guipúzcoa. Allí nació en 1818.

Mientras los demás seres humanos alcanzamos la altura definitiva entre los 18 y 22 años, Miguel tuvo una infancia normal, pero a los veinte años tuvo una enfermedad que hacía que no dejara de crecer. Así, a los 43 años, cuando murió ya medía 2,42 metros. Para hacernos una idea de la excepcionalidad de Miguel Joaquín: la persona más alta que actualmente vive en España se llama Saad Kaiche, tiene origen argelino y mide 2,30, 12 centímetros menos que el Gigante Vasco.

Era un tipo excepcional. Comía como tres hombres y se dice que llegaba a beber tranquilamente más de 20 litros de sidra diarios.

También debió ser un fumador empedernido. Un vecino de Lecumberri creó una sociedad con el padre y el hermano de Miguel y con Miguel mismo además de otros socios para recorrer pueblos y ciudades exhibiendo al Gigante de Altzo y así ganar dinero. Una de las condiciones que impuso Miguel fue que le dieran todo el tabaco que quisiera.

La iniciativa triunfó. Miguel Joaquín recorrió buena parte de Europa y llegó a conocer a reyes y reinas, como a la española Isabel II, al francés Luis Felipe, a a la reina Victoria de Inglaterra. Su nombre artístico era el Gigante Vasco cuando actuaba en España y el Gigante Español cuando actuaba en otros países de Europa.

Su impresionante altura le valió para ganarse la vida muy bien. Cuando murió dejó una buena fortuna a sus familiares. El Gigante de Altzo se había hecho famoso y había llevado el nombre de su pueblo por toda Europa.

Fue enterrado en Altzo, su aldea natal. Hubo quien quiso comprar los huesos del gigante pero la familia se negó. A pesar de eso, el deseo de hacerse con los huesos de tan increíble personaje debió hacerse realidad, ya que cuando los restos iban a ser trasladados al nuevo cementerio el esqueleto había desaparecido. Lo habían robado. Hasta hoy no se sabe donde están. Probablemente los tendrá un coleccionista o están en una olvidada caja de los sótanos de alguna universidad de medicina. También hay sospechas de que los huesos estén escondidos en los fondos de algún museo de Inglaterra.

Horma de El Gigante de AltzoEn el Museo de San Telmo, en San Sebastián, están expuestos unos guantes y una horma de madera con la que le hacían a medida los zapatos. En las fotos podéis ver mi mano y mi pie para comparar. Yo mido casi 1,90 y calzo un 45 de pie. El Gigante de Altzo calzaba un 63.  Seguro de Miguel Joaquín hoy hubiera sido un pivot de primera, pero no creo que se hubiera hecho tan famoso como lo fue en su día.

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

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