Páginas

SANTA MARÍA DE EGUIARTE Tierra Estella

Santa María de Eguiarte es una de los momumentos románicos más interesantes de Tierra Estella. Está en la carretera que lleva de Lácar a Alloz, la NA-7320. El desvío para llegar a la iglesia se encuentra a la altura del punto kilométrico 2,100. Es una iglesia curiosa, ya que es la iglesia parroquial de dos pueblos a la vez, de Lácar y Alloz, circunstancia muy extraña y acaso única, ya que lo normal es que cada pueblo tenga su iglesia parroquial propia.



Lo primero que llama la atención de Santa María de Eguiarte es el espacioso atrio soportado por pilastras que es al mismo tiempo cementerio. El atrio protege la portada sur, que es la entrada principal del templo. Esta portada es lo más interesante de la iglesia, ya que Santa María de Eguiarte fue modificada sustancialmente en el siglo XVII. De hecho, desde el exterior, debido a las modificaciones barrocas y al atrio, nadie diría que estamos ante un templo de origen medieval si no fuera por su portada románica.


La portada fue realizada en la segunda mitad del siglo XII y es una de las más interesantes del románico rural de Navarra. En la escultura que la adorna se aprecian claras influencias del románico de Estella y de Silos. Seguramente en la portada intervino un escultor que había trabajado en estos lugares, lo que nos recuerda que muchos de los artistas que trabajaban en las iglesias románicas eran itinerantes y viajaban de un sitio a otro para completar los encargos que les hacían, a veces desplazándose cientos de kilómetros. Así, por ejemplo, la escena de la Anunciación con San José dormido de uno de los capiteles es casi idéntica a otra de la iglesia de San Miguel de Estella y algunas aves monstruosas o la decoración vegetal se han identificado entre la escultura del monasterio de Silos.
A la Anunciación, que se sitúa en el lado izquierdo de la portada, la acompañan la Adoración de los Magos, un símbolo geométrico circular y un Agnus Dei o cordero místico.

En el lado derecho vemos un centauro, un crismón y otros dos capiteles con extraños seres.
Se produce por tanto una dualidad en la simbología de la portada. Las escenas de la infancia de Cristo, la Anunciación y la Epifanía, junto con el cordero místico, de contenido positivo, contrastan con las escenas del lado opuesto, ya que el centauro y los otros extraños animales tienen un claro contenido negativo.

Pero algo no encaja. ¿Por qué el crismón, símbolo de la Trinidad, aparece entre las escenas de simbolismo negativo en vez de estar en el tímpano o entre las escenas de significado positivo? En la jamba del otro lado de la portada donde se encuentra el crismón, está el curioso símbolo geométrico, de clara influencia musulmana. Quizás lo que se buscó fue una simple simetría entre los dos símbolos circulares. Más sugerente es la hipótesis de la posible ascendencia islámica del artífice de la portada que quiso colocar el símbolo geométrico de influencia musulmana entre los capiteles de contenido positivo y, en cambio, colocó el crismón, uno de los principales símbolos del cristianismo, en el lado negativo de la portada. Es uno de los misterios que esconde Santa María de Eguiarte.

Este es uno de los encantos de la escultura románica. Si nos fijamos con detenimiento siempre podremos atisbar mensajes y descubrir enigmas que llegan desde la piedra y que tallaron manos desconocidas hace cientos de años.

© Julio Asunción

No hay comentarios:

Publicar un comentario