Pero no sólo la espectacularidad de sus recios muros hacen al castillo de Xátiva uno de los monumentos más importantes de la Comunidad Valenciana e incluso de toda España. Atravesando sus puertas, ahora abiertas a falta de enemigos, recorriendo los caminos de la guardia, subiendo a sus torres, podemos sentir la Historia bajo nuestros pies.
Aquí está el solar de la ciudad íbera de Saiti, origen de Játiva. La primitiva fortaleza ibérica estuvo inmersa en las vicisitudes de las Guerras Púnicas y sertorianas, donde tuvo un papel transcendental. Anibal estuvo aquí y su mujer íbera Himilce tuvo un hijo en la fortaleza. Escipión, otro gigante de la Historia Antigua, conquistó la fortaleza. El castillo de Xátiva fue lugar estratégico en la guerra civil de Sertorio contra Pompeyo. Siglos después fueron los musulmanes los que ocuparon el castillo. Aquí permanecieron hasta que el gran Jaime I, recuperó la fortaleza para la cristiandad en 1.244. Desde entonces el castillo de Xátiva jugó un papel fundamental en la Corona de Aragón, ya que el valle que domina era la puerta de entrada desde el Reino de Castilla hacia Valencia, por lo que el dominio del castillo setabense era fundamental.
En los siglos XV y XVI la fortaleza fue al mismo tiempo la prisión de estado del reino de Aragón. Aquí penaron muchos nobles caídos en desgracia al ser promotores o víctimas de conspiraciones que podrían dar argumento a más de una novela.
Pero este no es el episodio más negro del castillo de Xátiva. Felipe V, en la Guerra de la Sucesión, 1707, sometió a asedió y destrucción al estratégico castillo y castigó a la ciudad incendiándola. Todavía se recuerda el episodio. Prueba de ello es el cuadro del rey Felipe V que se conserva en el museo de la ciudad está expuesto ¡boca abajo!
En 1748 el castillo sufrió otro ataque importante. Pero en este caso no fue el hombre el autor. Fue la naturaleza. Un terrible terremoto daño seriamente la fortificación.
En la Guerra de la Independencia los napoleónicos también hicieron sus destrozos en el castillo.
Pero a pesar de todas estas vicisitudes el castillo de Xátiva ha aguantado la erosión del tiempo y la huella de la Guerra para llegar a nosotros como Historia escrita en piedra. El castillo de Xátiva fue y es uno de los castillos más importantes de la Península Ibérica. La mayoría de lo hoy conservado es de época medieval.
La visita
Al atravesar la puerta principal llegamos a una pequeña plaza que es al tiempo mirador sobre Xátiva. La fortaleza son en realidad dos castillos. El Castillo Menor, el más antiguo, y el Castillo Mayor. Lo mejor es empezar por el origen y dirigirnos al Castillo Menor. En la puerta de entrada al Castillo Menor una placa nos recuerda que estamos siguiendo los pasos de Anibal y Escipión que aquí lucharon por el dominio de la fortaleza de Játiva.
En el Castillo Menor destaca el aljibe excavado en la roca y el llamado balcón de Himilce, que recuerda a la mujer de Anibal. Entre estas murallas está el origen de Xátiva. Aquí estuvo la fortaleza que fue el inicio de la Saiti íbera. Desde el Castillo Menor, como desde toda la fortaleza las vistas son impresionantes.
Desde la parte más alta del Castillo Menor se aprecia perfectamente la muralla que desde el castillo rodeaba la población de Xátiva.
En otra de las salas cercanas hay una interesante exposición sobre la vida en los castillos.
Un poco más arriba encontramos varios cañones que fueron usados en la Guerra de Sucesión.
Luego veremos tres terrazas donde se han recreado tres jardines que representan a las tres culturas que dejaron huella en el castillo: la romana, la musulmana y la cristiana.
Muy cerca de la capilla está uno de los elementos arquitectónicos más antiguos del castillo. Es la base se una gran torre romana de más de diez metros de base. Nos podemos hacer una idea de la importancia que tuvo que tener en tiempos romanos la fortaleza de Játiva.
Un poco más arriba está la prisión donde estuvieron encerrados el Conde de Urgell y otros muchos más nobles aragoneses que fueron tenidos por díscolos y conspiradores. Una placa nos recuerda los nombres de algunos de ellos.
Llegamos a la parte más alta del castillo de Xátiva. Desde aquí podemos extender la mirada por la serpenteante muralla del castillo y todas las tierras que dominaba. A lo lejos se ve la autovía. Hace 2000 años era la calzada romana la que atravesaba el amplio valle. Seguro que estos muros que aguantado piedras de catapulta, cañonazos y hasta terremotos, soportaran sin problemas las pisadas de los turistas y las miles de fotografías y seguirán en pie dentro de otros 2000 años.
Horario de visitas:
De marzo a octubre: Martes a Domingo de 10 a 19h. Lunes cerrado (excepto festivos y víspera de festivo).
De octubre a marzo: Martes a Domingo de 10 a 18h. Lunes cerrado (excepto festivos y víspera de festivo).
© Julio Asunción
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