El último grupo es la representación escultórica más enigmática e interesante de la portada. Son dos monstruos que devoran y despedazan a una persona. El monstruo de la izquierda agarra la parte superior del cuerpo. El de la derecha las piernas.
La escena transmite este mensaje a los atribulados hombres de la Edad Media: El pecado de la lujuria te devorará el alma.
En la parte izquierda de la portada está representada una curiosa escena de la vida cotidiana. Unas aves picotean unas uvas entre una delicada representación de hojas de vid. Más a la izquierda volvemos a ver a otro hombre con un perro (¿puede ser el cazador de la parte derecha?). Parece que camina hacia las vides que están siendo expoliadas por los pájaros. Un gran pájaro-monstruo, de larga cola se interpone entre el personaje y las vides. El hombre puede que vaya a cuidar sus vides. El pájaro-monstruo es el peligro que está latente en los quehaceres de la vida cotidiana.
Este personaje (agricultor, cazador) crea una identificación con los feligreses que se dedicaban también a esas actividades. El personaje parece pequeño y desválido comparado con los animales monstruos que lo rodean. Los monstruos son la constancia del peligro que rodea al hombre. Representan el pecado. Se destaca especialmente un pecado, el de la lujuria (monstruo con representación del pene) ¿Es el personaje agricultor y cazador el mismo que está siendo devorado por los monstruos de la derecha? Seguramente. La visión de los castigo al pecador está muy presente en el arte medieval para la enseñanza del espectador, a modo de recordatorio de las consecuencias de llevar una vida disoluta.
La portada de San Miguel de Eraul se convierte así en un sermón que leían los antiguos habitantes del valle, allá en el siglo XIII, hace 800 años…
Si nos acercamos a Eraul a ver su iglesia podemos completar la excursión acercándonos a la Encina de Eraul, árbol declarado Monumento Natural: Ruta a la Encina de Eraul
© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com
Tal vez el león ataca al águila para constar que, aunque en esta escena el cazador ha tenido éxito, siempre hay alguien más fuerte. El león más fuerte que el águila cazadora. Y en la anterior escena de caza el ave-arpía no dejó llegar al cazador a las aves en las vides-Paraíso. Siendo castigado por lujuria por arpía y especie de mantícora.
ResponderEliminarTal vez el cazador fue atrapado por ave-arpía antes de llegar a las aves en las vides-Paraíso. Luego castigado por arpía y especie de mantícora. En la otra escena de caza el cazador ha tenido éxito pero aparece al final un león atacando a un águila. Es decir, siempre hay alguien más fuerte que tú. El león ataca al águila cazadora.
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