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Los bunkers del Pirineo–Búnker del Adi

Tras acabar la II Guerra Mundial, el general Franco temía un ataque de los aliados. El gobierno de Franco no era bien visto por las democracias que habían acabado con Hitler y Mussolini. Así, se ordenó la construcción de la llamada línea P, aparato defensivo que pobló el Pirineo, en la frontera con Francia, de cientos de bunkers que dificultaran o impidieran una invasión terrestre desde el país vecino.

En nuestros paseos por el Pirineo es habitual que nos sorprendan estos bunkers, que eran nidos fortificados donde los soldados, suponemos que tensos, esperaban a que en cualquier momento los poderosos y triunfantes ejércitos aliados asomaran entre los montes del Pirineo. LLama la atención el contraste de esta arquitectura militar con los hermosos bosques de la cordillera o con los apacibles pastos donde hoy pacen ovejas y caballos.

Los bunkers suelen estar situados en collados, lugares de paso o en privilegiados miradores que controlaban a distancia la posible aproximación de enemigos.

El ataque al final no se produjo. El comienzo de la guerra fría tras la II Guerra Mundial hizo que los aliados se pensaran si era conveniente acabar con Franco con una Rusia fortalecida y esperando implantar el comunismo en toda Europa. A Franco, eterno enemigo del comunismo, no se le vio entonces tan incómodo. Así, los bunkers quedaron como testigos de esa época revuelta donde se decidió el futuro de Europa. Desde estos bunkers no se llegó a disparar un tiro.

Como antes he referido, hay centenares repartidos por toda la cordillera. En Navarra son muy abundantes. En este vídeo podemos ver uno muy bien conservado que se encuentra en la ladera del monte Adi. Incluyo una interesantísima ruta arqueológica donde además de ayudarnos a llegar hasta este búnker nos permitirá disfrutar de bastantes monumentos megalíticos: Ruta arqueológica en el monte Adi

 

El búnker de Adi es un habitáculo bastante amplio. Puede incluso servir de refugio improvisado a un par de personas. Si os animáis a pasar la noche aquí no olvidéis respetarlo y dejarlo tan bien o más limpio de como lo habéis encontrado. Seguro que más de una noche algún soldado pasó aquí la noche mirando el gran paisaje que se disfruta desde aquí. Pero también es seguro que no estaría tan tranquilo como hoy estamos los senderistas que nos acercamos a subir el Adi por diversión. Mejor nos quedamos con estos tiempos.

© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com

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